Departamento de Cultura y Política Lingüística

262. Viaducto de Ormaiztegi (Ormaiztegi)

ETAPA 3B: BIDANIA • ZEGAMA

La línea del ferrocarril del Norte en Gipuzkoa

La construcción de la línea de ferrocarril en la provincia de Gipuzkoa a mediados del siglo XIX integró el territorio histórico en una vía de comunicación que fue estratégica, la línea que unía Madrid con Hendaya. Tras una pugna con la provincia de Navarra, que también pretendía que la vía surcara su territorio realizando la conexión con Baiona desde Pamplona atravesando el valle de Alduides, finalmente la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte optó por que el ferrocarril pasara por territorio guipuzcoano. Es así cómo Gipuzkoa entró a formar parte de la línea Madrid-Irun-Paris.

La construcción de la línea de ferrocarril constituyó una revolución para la provincia, ya que fue el primer camino de hierro que se implantaba en la misma. Para la construcción de los 100 km de vía, que es lo que abarcaba en Gipuzkoa, hubo que superar las numerosas dificultades que ofrece su orografía, caracterizado por un relieve accidentado, de manera que su construcción supuso todo un reto. A pesar de ello los trabajos se ejecutaron con rapidez, ya que dieron comienzo en 1858 y vieron su fin en 1864, año en el que se inauguró. Estos trabajos resultaron un auténtico hito en la ingeniería de la época, ya que para sortear las dificultades tuvieron que construirse amplios túneles y viaductos de grandes dimensiones, trabajos de unas dimensiones desconocidas hasta la época en Gipuzkoa. Se abrieron un total de 31 túneles (que hacen que un total de 14.224 m de la ruta se realice de manera subterránea) y 34 puentes para salvar los cauces de ríos y arroyos.

El viaducto más destacado de la provincia es sin duda el de Ormaiztegi, que constituye uno de los elementos de arquitectura civil más importantes del siglo XIX de Euskadi. Se construyó para salvar el desnivel del valle del río Eztanda, sobre el cual llega a elevarse hasta 35 metros. Fue un diseño de Alexander Lavalley, quien dirigía los trabajos de la vía férrea en el tramo comprendido entre Olazagutia y Beasain como jefe de obra de la empresa M.M. Ernest Goüin et Cie. La inauguración del puente se realizó el 15 de agosto de 1864.

En sus más de 150 años de historia ha sobrevivido a diversos sucesos y cambios. Resistió la 2ª Guerra Carlista (1872-1876) en la que sufrió algunos desperfectos. Posteriormente, en 1912, vivió la instalación de la doble vía, y en 1928 su electrificación. Sufrió grandes daños en la Guerra Civil, ya que en septiembre de 1936 el puente fue cortado con sopletes, aunque enseguida se ordenó su reconstrucción, siendo reinaugurado el 1 de febrero de 1937. El viaducto continuó en activo hasta 1995, año en el que fue definitivamente sustituido por la nueva estructura que discurre a día de hoy de manera paralela al mismo.

El viaducto de Ormaiztegi

En su día las dimensiones del viaducto superaron registros a nivel estatal. Cuenta con una longitud de 291m, que en el proyecto inicial se organizaron en un total de 5 vanos, aunque a día de hoy presenta un total de 10. Para su construcción se utilizaron 18.000 toneladas de hierro, material que constituye el cuerpo de la infraestructura, que se apoya sobre cuatro soportes de sillería. Para la fabricación de la estructura metálica se hizo uso de vigas de acero laminado, cubiertas por una malla de planchas de hierro enlazadas entre sí por medio de roblones. Posee una estética constructivista y funcional, y carece de cualquier tipo de ornamentación o elementos historicistas. Las 5 basas que se construyeron con posterioridad (son fruto de los trabajos de reconstrucción de 1937) fueron edificadas con hormigón armado.

Es sin duda una infraestructura de ingeniería que no tiene parangón en todo Euskadi, que representa una época que va unida al desarrollo ferroviario, tan importante para la provincia, que se vivió en la segunda mitad del siglo XIX.

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