Departamento de Cultura y Política Lingüística

153. Conjunto prehistorico de Santiagomendi y la ermita(Astigarraga)

ETAPA 1: IRÚN • HERNANI

Un yacimiento arqueológico de la Edad de Hierro

El conjunto se encuentra situado en la parte alta del monte Santiagomendi, por cuyas cercanías pasa el antiguo camino que unía las tierras del Bidasoa con el interior de la provincia en dirección a Hernani. Los elementos que lo componen abarcan un amplio marco temporal que va desde la Edad de Hierro, con los monumentos megalíticos de Arreginea y de Ermañalde y un asentamiento, a la Edad Media con la ermita de Santiagomendi.

Las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en la parte alta del monte arrojaron luz sobre la época de la Edad de Hierro, constituyéndose en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes para el estudio de esta época en Gipuzkoa. Si bien los restos hallados más antiguos se corresponden a etapas más tempranas, a la época del Calcolítico y del Bronce, es a partir de la Edad de Hierro cuando las evidencias de la ocupación del lugar se hacen más elocuentes. Los restos encontrados nos hablan de un asentamiento con un poblamiento estable y agrupado, dedicado a la explotación agropecuaria. El hecho de que el poblamiento pudiera estar asociado a monumentos funerarios, como son los cromlech de Arreginea y Ermañalde, que están ubicados en las cercanías al mismo, es una novedad en lo que a este tipo de asentamientos se refiere, dado que hasta ahora no se han encontrado núcleos poblacionales de la Edad de Hierro relacionados con elementos funerarios.

La última fase de ocupación del poblamiento se corresponde al periodo que va de la Segunda Edad del Hierro al siglo I d.C., y ofrece amplia información acerca de la población prerromana del lugar, en el momento histórico en el que el territorio entra a formar parte de la órbita romana. Determinadas hipótesis apuntan a que en Santiagomendi pudo asentarse una de las oppidas nombre mediante el que las fuentes clásicas se refieren a aquellos núcleos ubicados en lo alto de una colina o meseta, cuyas defensas naturales eran reforzadas a través de construcciones de carácter defensivo, como las murallas. Hay que tener en cuenta que la ubicación del núcleo en el alto de Santiagomendi cuenta con una inmejorable situación estratégica al contar con un gran dominio visual del territorio que va desde Hondarribia hasta San Sebastián, y hacia el interior Hernani, Usurbil y Andoain, además de divisar una gran extensión del mar. No obstante, en Santiagomendi no se han encontrado restos de murallas, ni elementos defensivos característicos de las mencionadas oppidas. El núcleo fue abandonado en el siglo I d.C., cuando se produjo un importante desarrollo de la actividad comercial atlántica, que provocó la creación de nuevos núcleos más cercanos a la costa.

La ermita de Santiagomendi

La primera mención documental de la ermita data del año 1525, aunque se cree que surgió hacia el siglo XIII. El templo ha sido objeto de mucha devoción como muestran la fundación de una cofradía en la misma, las procesiones desde Astigarraga a la ermita el día de la festividad de Santiago y las romerías que aún se celebran en torno a la misma para celebrar el día de San Roque. La ermita se vio fuertemente afectada en las Guerras Carlistas, y durante la Guerra Civil española (1936) fue ocupada por todas las fuerzas partícipes en la contienda, desde los republicanos, a los requetés, a los falangistas y al ejército.

Dedicada a Santiago, la ermita es una modesta construcción de planta rectangular, de nave única y ábside destacado. Erigida con fábrica de mampostería, presenta una orientación hacia el Este y una cubierta a dos aguas. El presbiterio se encuentra separado del resto del templo por medio de un arco fajón dovelado sobre impostas. En la fachada presenta una puerta dovelada y 5 ventanas, rematado por una espadaña que alberga una campana. Los muros están enlucidos y presentan cadenas esquineras. El edificio adosado al sur cumple la función de albergue.

En el interior, destaca el retablo mayor con bajorrelieve de Santiago Matamoros, flanqueado por cuatro columnas corintias. Antiguamente presidía el altar una talla en alabastro de Santiago Peregrino, con bordón y venera, del siglo XIII, que hoy en día está custodiada por el Museo Diocesano de San Sebastián.

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