Departamento de Cultura y Política Lingüística

196. Conjunto del paso de San Adrián (Parzonerí­a Mayor de Gipuzkoa)

ETAPA 4: ZEGAMA • SALVATIERRA-AGURAIN

Un punto estratégico de frontera y comunicación

El túnel de San Adrián constituye todo un hito dentro del Camino de Santiago. Un lugar de paso natural que comunica el valle del Oria con la Llanada Alavesa. Este punto de paso estratégico vivió su etapa de esplendor durante la Edad Media formando parte de una vital vía de comunicación que unía Burgos con Bayona, y que fue transitado por comerciantes y viajeros. No obstante, la presencia humana en el lugar es anterior.

La arqueología ha arrojado mucha luz en torno a los orígenes de la presencia humana en el lugar y su evolución. De esta manera, los restos más antiguos hallados en el interior del túnel nos sitúan en la Prehistoria y corresponden al Paleolítico Superior. No obstante, un mayor número de evidencias prehistóricas posteriores, en torno al año 3500 (Edad de Bronce), nos indica que un grupo humanos se estableció en el lugar, dentro del propio túnel, convirtiéndolo en un núcleo de asentamiento permanente. Así, los numerosos monumentos megalíticos que encontramos en el entorno serían testimonio de los ritos funerarios este grupo humano.

Durante la Edad Media el túnel de San Adrián jugó un importante papel como frontera entre los Reinos de Navarra y Castilla, siendo escenario de las pugnas protagonizadas por ambos reinos. El máximo exponente del rol militar de San Adrián es la construcción de un castillo en el interior del túnel, de la mano de los reyes navarros. Además de las propias estructuras de la fortaleza, son numerosas las evidencias materiales halladas que corresponden a este contexto, tales como broches, hebillas de cinturón, anillos, o monedas acuñadas en los siglos XI, XII y XIII. Una vez se hicieron los castellanos con el territorio, hicieron suyo el control del paso y del castillo. Reyes y comerciantes de Castilla impulsaron la situación estratégica de San Adrián como lugar de tránsito con evidente interés económico, dado que a través del control del paso Castilla lograba comunicar su territorio con la frontera de Francia sin tener que pasar por territorio navarro. De esta forma, Castilla aseguró por esta vía de comunicación la ruta de la lana, a través de la cual daba salida a este producto a toda Europa. Esta importancia se vio reforzada a partir del siglo XIV cuando el paso de San Adrián convirtió en hito de la Calzada Real de las Postas, por el cual transitaban los correos que iban y venían de la Corte de Madrid a Francia, que pasando por la ciudad de Vitoria llegaban a San Adrian para luego dirigirse hacia la frontera francesa.

La definitiva anexión del territorio en el Reino de Castilla, en 1512, supuso para San Adrián el final de su papel como punto fronterizo. El castillo no obstante se mantuvo en pie con el objetivo de proteger el camino, y como lugar donde se cobraba por el paso para el mantenimiento de la calzada. En los siglos venideros el paso se dotó de infraestructuras para atender a los viajeros y comerciantes que cruzaban, construyéndose almacenes, un establo, un albergue y una ermita.

El conjunto de San Adrián

Situado en el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, el túnel natural constituye una vía de paso entre las provincias de Gipuzkoa y de Álava. Situado a una altitud de 1000 metros, el túnel tiene una longitud de 55 metros.

El paso conserva a día de hoy algunos elementos que dan muestra de su importancia pasada. En el interior del túnel destaca la ermita de San Adrián, por cuyo nombre terminó por conocerse el paso, dado que originariamente la denominación era otra, Lizarrate. El actual templo es del siglo XIX, que ocupa parte de la calzada y un lugar de enterramientos, fue construido de nueva planta tras la demolición de la primitiva ermita en 1893. De planta rectangular, presenta una sola nave y una cubierta a dos aguas. Está enlucida en su exterior y presenta cadenas de sillares esquineros.

Por otra parte, del antiguo castillo construido por los navarros únicamente se conserva en pie su muro oriental de fábrica de mampostería, en la que se mantiene su puerta de acceso, que presenta un arco ligeramente apuntado. De la venta no queda nada ya que tras un incendio en 1915 el edificio fue abandonado (hasta entonces se daba alojamiento y comida a los viajeros). Con su abandono se pone fin a la ocupación humana del túnel.

En el exterior del pasadizo se pueden observar los restos de la calzada original que pertenecen a la época medieval, y no a la Antigüedad como erróneamente se suele creer. Se pueden observar dos calzadas distintas que presentan diferente trazado y fábrica. La más antigua, del siglo XVI, presenta dos líneas de piedra laterales y una arista central con relleno de grava. Estaba diseñada para el paso de personas que viajaban a pie o a caballo. La otra es posterior, de la primera mitad del siglo XVIII y presenta una doble fila exterior de grandes losas rellena de grava. Estaba planteado para el paso de carros y carruajes.

Cerrando el conjunto de San Adrián se halla la ermita de Sancti Spiritu, ubicada a 500 metros de la entrada al túnel en el término municipal guipuzcoano de Zegama. Presenta una planta rectangular con tejado a dos aguas de hormigón y se encuentra orientada al sur, con aparejo de sillarejo y enlucido interior. Permanece siempre abierta para el refugio de los montañeros o pastores. En 1503 el papa Julio II otorgó a la ermita el título de priorato, una fundación medieval que se otorgaba a los lugares ubicados en el camino de Santiago.

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