Departamento de Cultura y Política Lingüística

229. Conjunto de fuentes-lavadero de Estavillo (Estavillo, Armiñón)

ETAPA 7: LA PUEBLA DE ARGANZÓN • BRIÑAS

Los lavaderos, aquellos espacios femeninos

El concepto de la higiene es moderno, ya que comenzó a tomarse en consideración principalmente en el siglo XIX, impulsada principalmente por el liberalismo, influida por las ideas ilustradas del siglo anterior. La higiene por tanto trataba de mejorar la salud de las poblaciones y de sus habitantes, comenzando a tomar en cuenta aspectos como el acceso de la población al agua, el saneamiento, la iluminación, la ventilación o el control de las epidemias, al darse cuenta que muchas de éstas, como el cólera, que tuvo mucha incidencia en el siglo XIX, se transmitían a través del agua.

La construcción de lavaderos en los espacios urbanos fue una de las iniciativas llevadas a cabo en la época para implantar medidas de higiene, habilitando un espacio para el trabajo exclusivo del lavado de ropa, ofreciendo una mayor comodidad para realizar el trabajo que hasta entonces se realizaba en los ríos, acequias o arroyos y ofreciendo un fácil acceso al agua. Los lavaderos solían ser municipales y era el propio concejo quien se encargaba de su mantenimiento y quien realizaba el reglamento y se encargaba de su cumplimiento.

La tarea del lavado de la ropa entra dentro del concepto de higiene, limpieza y urbanidad, y ha sido una labor que tradicionalmente le ha concernido a la mujer. Y es que el lavadero se constituye como un espacio femenino, un lugar al que las mujeres acudían a trabajar (el lavado de ropa era un trabajo duro) pero en el que también socializaban compartiendo momentos, charlas y consejos. Un espacio en el que el hombre quedaba fuera y donde las mujeres podían compartir momentos de trabajo y de charlas libre de miradas masculinas.

Las fuentes-lavaderos de Estavillo

El concejo de Estavillo cuenta con dos lavaderos, el de Arriba y el de Abajo, que en los últimos años han sido rehabilitados dada su mal estado de conservación. Ambas fuentes-lavaderos obtienen el agua del arroyo de La Cava, que desemboca en el río Zadorra.

Los lavaderos de Álava se caracterizan por ser espacios cerrados y más resguardados para mantener temperaturas más agradables tanto en verano como en invierno. Ambos lavaderos están cubiertos por techos de estructura de madera y tejas, aunque no se han conservado las cubiertas originales, ya que las actuales fueron dispuestas en las obras de rehabilitación.

La fuente-lavadero de Arriba, construida en el siglo XIX, y que presenta un estilo neoclásico, es una estancia cerrada que consta de tres muros y una cubierta a dos aguas. No presenta columnas en su interior, y el elemento que más ocupa es el lavadero, constituida por una poza en el que lavar la ropa de manera común.

La fuente-abrevadero-lavadero de Abajo se encuentra en la parte baja de la localidad, a orillas del camino de época romana y por el que discurre el camino de peregrinaje hacia Compostela. Se encuentra semi-abierto, ya que solamente presenta un muro construido de mampostería como protección, quizá para facilitar el acceso de los animales al abrevadero. Con una cubierta a un agua, se apoya en dos columnas de madera.

Estos lavaderos presentan una estructura lineal, es decir que los elementos que la componen se organizan en línea, uno detrás de otro. De esta manera se observa primero la fuente, de la que brota el agua; después, en el caso del de Abajo, se sitúa el espacio de abrevadero; y finalmente aparece el lavadero destinado a la labor de la limpieza textil. El movimiento del agua sigue la estructura lineal, pasando de un elemento al otro.

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