Departamento de Cultura y Política Lingüística

148. Conjunto del núcleo histórico de Oiartzun (Oiartzun)

ETAPA 1: IRÚN • HERNANI

Un Valle con identidad propia

El municipio de Oiartzun toma gran parte del territorio que abarcaba el Valle altomedieval que tomaba el mismo nombra. Aparece por primera vez en un documento datado hacia 1187. En aquel momento los valles constituían unos ámbitos de organización territorial que englobaban una serie de aldeas diseminadas por el fondo del valle y las faldas de los montes y que, se cree, aprovechaban conjuntamente los recursos forestales y de montaña. En el caso de Oiartzun, si algún día estas aldeas existieron como tales, hoy han perdido la seña de identidad que presentan en el resto del País Vasco y el Occidente europeo en general: su iglesia rural. No obstante, posiblemente los núcleos que ordenan los barrios del actual municipio constituyan un reflejo de aquella organización medieval, como son el de Elizalde, que es el centro administrativo y la que mantiene una cierta capitalidad sobre las demás, Altzibar, Iturriotz, Gurutze, Arragua, Karrika, Ergoien y Ugaldetxo. No obstante, desde el final de la Edad Media y también actualmente, el paisaje de Oiartzun se caracteriza por sus caseríos dispersos en torno a estos núcleos.

Su constitución en villa y su integración en las instituciones provinciales, es decir en las Juntas Generales de Gipuzkoa, no fue temprana ni fácil, ya que no se incorporó a las mismas hasta el siglo XVI. A pesar de que Oiartzun recibió el fuero en el siglo XIII, este no terminó de cuajar por la oposición presentada por los Parientes Mayores, que veían peligrar su poder ante el auge de la Hermandad de la Provincia de Gipuzkoa (creada en 1327). Con la constitución en 1332 de Villanueva de Oiaso (actual Errenteria) se crearon fuertes disputas dada la oposición de los habitantes del Valle de Oiartzun que no querían verse sometidas a la nueva villa. Finalmente, con la concesión al Valle de la carta puebla en 1453 y con el final de la Guerra de Bandos, la tierra y Valle de Oiartzun quedó incorporada a la Hermandad de la Provincia de Gipuzkoa en 1509.

Núcleo urbano de Elizalde

Parece que, al final de la Edad Media, el barrio de Elizalde fue ganando en importancia y adquiriendo poco a poco un carácter de capitalidad respecto a los demás, formándose en la misma un centro urbano con sus calles y plaza, verdadero núcleo político, urbanístico y social.

Inicialmente, Elizalde se conformaba por una sola calle (la actual calle Mendiburu, antiguamente calle de las Platerías), con una serie de casas alineadas a ambos lados. Cercado por una muralla o cerca, poseía dos torres de defensa al este (Torre-zahar) y oeste (Torre Urdinola), que funcionaban a su vez de puntos de acceso; y la iglesia parroquial de San Esteban, la cual se conserva en nuestros días.

A día de hoy el conjunto presenta numerosos edificios de interés que son de un gran valor artístico e histórico. Entre las más destacables está la iglesia de San Esteban de Lartaun que, situado en una altura elevada del núcleo, domina el espacio con su aspecto de fortaleza, cuyo actual edificio es obra de una reconstrucción y ampliación del siglo XV. En su interior se realizaron excavaciones arqueológicas que revelaron la planta de una iglesia románica, de cabecera semicircular, posiblemente del siglo XII. La iglesia actual es de planta de salón, con una sola nave techada con bóvedas de crucería y un ábside ochavado guarda en su interior un retablo del maestro Juan de Huici del siglo XVII. Destaca la torre-campanario que se erigió a finales del siglo XVI.

Junto a la iglesia se encuentra el Hospital y la Basílica de San Juan, de estilo renacentista del siglo XVI, funcionó como hospital de peregrinos. Es un edificio exento, formado por dos partes diferenciadas que comparten misma cubierta: la Capilla y el Hospital. De planta rectangular, presenta un magnífico aparejo de sillería arenisca, donde destaca la decoración mediante triglifos y metopas bajo el alero. Rematando la portada se halla la escultura de San Juan inserta en un nicho coronado con un frontón y volutas a los lados.

Por sus calles hallamos magníficos ejemplos de arquitectura civil como son la Casa Consistorial (siglo XVIII), obra de Nicolás Zumeta, en la que destaca la elevada altura de su soportal, dotado de cinco arcos. Está ubicada en la plaza de San Esteban, epicentro del núcleo, donde se encuentran otras construcciones civiles de entidad, como son las casas barrocas del siglo XVIII de Urdiñola y Arpidenea. Esta última es realmente destacable por que presenta a la vista el entramado de madera de su estructura, donde son reseñables las vigas talladas con motivos decorativos florales y el balcón corrido en su fachada principal.

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