Departamento de Cultura y Política Lingüística

218. Azucarera Alavesa (Vitoria)

ETAPA 5: SALVATIERRA-AGURAIN • VITORIA-GASTEIZ

La industria azucarera

A inicios del siglo XIX el abastecimiento de azúcar en España se realizaba a través de las colonias, de las que se traía el azúcar de caña. No obstante, en la segunda mitad del siglo el Gobierno, con el objetivo de evitar esta dependencia con respecto a los territorios de Ultramar, tuvo una serie de iniciativas que pretendían desarrollar una industria azucarera en la Península. La Diputación de Álava, interesada en la implantación del sector industrial azucarero en el territorio, apoyó el proyecto pero éste no terminó de cuajar por la oposición de la población campesina de Álava que no quería abrazar el cultivo de la remolacha.

La situación sufrió un vuelco a finales del siglo XIX, con la pérdida de las últimas colonias, lo que supuso un corte en el suministro de azúcar. El Gobierno ofreció incentivos para el desarrollo de la industria azucarera local, gracias a los cuales empezaron a brotar numerosas fábricas por todo el territorio. En esta ocasión Álava se lanzó a desarrollar su industria, gracias a las iniciativas de varios industriales alaveses, entre los que se encontraban los Ajuria y los Hueto, que aprovechando las ayudas del Gobierno constituyeron la Azucarera Alavesa S.A. en el año 1900. Un año después esta fábrica se integró en la Sociedad General Azucarera de España.

La Azucarera Alavesa se estableció a las afueras de la ciudad de Vitoria-Gasteiz debido a las facilidades de comunicación que ofrecía la ubicación. Inaugurada en 1904, se mantuvo en funcionamiento hasta la década de los 90, época en la que se cerró a consecuencia de la política de concentración fabril llevada a cabo por la Azucarera Española.

El conjunto fabril

El conjunto fabril de la Azucarera Alavesa es obra del arquitecto vitoriano Fausto Iñiguez Betolaza, que cuenta con numerosas intervenciones arquitectónicas en la capital alavesa.

El conjunto se componía por los pabellones de producción y la central de fuerza, que contaba con una chimenea exenta. Éstos se hallaban rodeados de edificios destinados al secado de la pulpa, a su almacenamiento y al depósito de azúcar. A día de hoy de todos estos equipamientos únicamente se ha mantenido una sola nave, la que estaba destinada a la transformación de la remolacha en pulpa, melaza y azúcar, además de una chimenea exenta. La nave presenta un cuerpo central y dos laterales, y en su interior se abre un patio. Los muros de la nave presentan fábrica de ladrillo constituyendo un magnífico ejemplo del estilo arquitectónico manchesteriano en la provincia de Álava. A lo largo de los mismos se abren amplios ventanales acristalados con un cierto tono azulado, dispuestos en las dos alturas que posee el edificio. Por otra parte, la nave se divide en tres crujías, siendo la central de una menor altura en su parte posterior en la que también se encuentra ligeramente retranqueada. En su interior, columnas de celosía soportan el peso de las cerchas de la cubierta.

La chimenea que se alza en la parte posterior del edificio pertenecía a la antigua central de fuerza cuya función era el suministro de energía. Realizada en fábrica de ladrillo, manteniendo la misma línea que la nave, cuenta con una altura de 50m y está rematada con arcos ciegos inspirados en el románico lombardo.

Al otro lado de la carretera y cerrando el conjunto fabril se ubica el núcleo vecinal obrero de la azucarera, constituido por casas que fueron habitadas por los obreros de la misma. Fueron construidas en el año 1920, siendo una iniciativa de la Sociedad General Azucarera. Se caracterizan por ser viviendas unifamiliares de dos plantas que cuentan con un pequeño huerto. A día de hoy únicamente se conservan 14 y están bastante transformadas.

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