Departamento de Cultura y Política Lingüística

163. Casa Izturitzatorre (Andoain)

ETAPA 2: HERNANI • TOLOSA

El período de las torres

Entre 1350 y 1550 el territorio histórico de Gipuzkoa vive un período en el que sus torres adquieren un gran protagonismo, ya que son escenario y motivo de numerosos sucesos. Una época que estuvo dominada desde las atalayas de las torres rurales y urbanas, desde los cuales los grandes linajes pugnaban por hacerse con el poder en el territorio a base de alianzas y cruentos enfrentamientos. Las torres constituían principalmente el lugar de vivienda del propio linaje pero también eran representativas de valores que se querían transmitir a la comunidad, por lo que cumplían con una función económica y social. Además de ello también cumplían con funciones militares y de defensa, de ahí el aspecto compacto y cerrado que suelen ofrecer.

Las torres primigenias y más antiguas son las que edificaron los Parientes Mayores o banderizos, quienes alzaron sus casas solares, que pasaban de generación en generación como el elemento más representativo del propio linaje. Con el final de la Guerra de Bandos los Parientes Mayores cayeron en desgracia y sus torres fueron desmochadas por mandato real en el año 1457. No obstante, esto no supuso el fin de los grandes linajes, dado que estos supieron introducirse en las nuevas dinámicas de poder que suponían las villas, en las que entraron a formar parte.

Como uno de los precipitantes que dio con el final de la hegemonía banderiza fue la aparición de un nuevo estamento preeminente, conformado por familias de comerciantes o letrados que medraron en la administración local, provincial o de la propia Corona. Así, unos con intención de acelerar su ascenso social y aumentar sus bases económicas, los otros para evitar la debacle, se dio un proceso de simbiosis entre los antiguos y nuevos poderes, uniéndose mediante estrategias matrimoniales. Estas nuevas élites continuaron construyendo sus palacios en las villas, imitando aquellas antiguas torres medievales de los Parientes Mayores, dejando claro así ante la comunidad el gran poder que poseían.

Izturitzatorre se alza majestuosa en la entrada de Andoain llegando desde Tolosa, fuera de su núcleo principal. Se ubica junto al camino que lleva a Sorabilla en las cercanías del puente de Azelain. Su primera mención documental es del año 1512, en la cual se da cuenta que en aquella época la torre se encontraba en manos de Juan Pérez de Istuyrizaga, Camarero Mayor del Rey Carlos I, y su mujer María de Egoabil, pertenecientes a un linaje de comerciantes. A mediados del siglo XVI la torre continuaba en manos de los Isturizaga, aunque tras la muerte del mencionado matrimonio, debido a una deuda, sus descendientes se vieron forzados a enajenarla. Vinieron años de periplo para Izturitzatorre en la que esta fue arrendada y subastada, aunque para finales del siglo, hacia 1595, volvió a manos de un Isturitzaga, figurando como dueño Martín Isturizaga.

La casa Izturitzatorre

Izturitzatorre destaca por sus grandes dimensiones. La orden de desmoche de las torres trajo consigo la pérdida de altura de muchas de ellas, que no volvieron a recuperarla jamás. No obstante, la torre andoaindarra conserva una altura excepcional.

Tradicionalmente constituía un edificio exento (al que en los últimos siglos se le añadió un adosado) y presenta un estilo de transición del gótico al renacimiento. Se trata de un edificio de planta rectangular, con una cubierta a cuatro aguas de la que sobresale una linterna central. Los muros son de fábrica de mampostería, aunque presenta elementos de sillar en las cadenas esquineras y los recercos de los vanos.

Se conforma de cuatro alturas constituidas por una planta baja, una entreplanta, la primera planta y un desván. En su fachada destacan el arco de medio punto dovelado de la puerta de acceso situado en la planta baja, una ventana conopial en la primera planta y la apertura de tres ventanucos en el piso del desván. Posee un alero con cierto vuelo que recorre el perímetro del edificio en su totalidad, sustentado por tornapuntas de madera apoyadas en ménsulas instaladas en la fachada.

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