Departamento de Cultura y Política Lingüística

267. Ermita de San Juan y Santa Magdalena (Ribera Baja)

ETAPA 7B: ARGANZÓN • MIRANDA DE EBRO

Un testigo de la historia religiosa de Rivabellosa

La ermita de San Juan y la Magdalena da la bienvenida al peregrino que se dirige a Santiago a su llegada a Rivabellosa, última localidad alavesa por la que pasa la ruta jacobea. Ubicada en un altozano desde el cual se domina la población, fue en sus orígenes una de las dos parroquias con las que contaba la villa. El camino, por tanto, a su llegada a la localidad pasaba junto al templo de San Juan y se adentraba en la población hacia la parroquia de San Martín, que se ubicaba en el centro de la localidad. De esta última hoy en día queda únicamente el recuerdo de su localización, concretamente en la plaza que lleva su mismo nombre. Finalmente la ruta jacobea abandonaba Rivabellosa para dirigirse a tierras castellanas atravesando el puente que pasa sobre el río Bayas, en cuyas proximidades, en la margen derecha, se alzaba la ermita de la Magdalena, también desaparecida.

La ermita de San Juan y la Magdalena de nuestros días es un resumen en sí mismo de la historia religiosa de la localidad. Por una parte, en el siglo XVIII, la ermita, que se encontraba degradada, fue reparada utilizando para ello materiales de la recién demolida ermita de San Martín Su derribó lo decidió el obispo de Calahorra y La Calzada en el año 1760 dado el mal estado en el que se hallaba el edificio. Ambas ermitas constituían en época medieval las parroquias de Rivabellosa, tal y como atestiguan los documentos de una visita pastoral del año 1556 y otro de 1616 en el que se menciona que ambas iglesias eran lugares de enterramiento (función que normalmente, excluyendo los conventos, se manifestaba únicamente en las parroquias). Las dos perdieron su categoría parroquial en el siglo XVII, con la construcción de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario que se alzó como única parroquia de la localidad.

Por otra parte, la actual ermita tiene un importante vínculo con la desaparecida de la Magdalena, ya mencionada, como puede comprobarse por el hecho de haber incorporado su advocación. Esto se debe a que en 1792 el obispo mandó la demolición del templo dedicado a la santa por el mal estado en que se hallaba. Sin embargo, contaba con una gran devoción de los lugareños, tal y como demuestra el hecho de que fuera sede de una cofradía y que recibiera numerosas mandas testamentarias de los vecinos. Además, seguía contando con un patrimonio propio, conformado siete heredades, además del terreno donde se asentaba. Por todo esto, a pesar de su derribo, se decidió trasladar su culto y unificar las dos advocaciones en la ermita de San Juan. Finalmente, en 1806 fue llevada a esta la imagen de María Magdalena que pertenecía a la recientemente desaparecida ermita.

La ermita de San Juan y la Magdalena

A pesar de haber sido restaurada a lo largo de los siglos, el edificio que ha llegado a nuestros días presenta un estilo gótico. No obstante conserva algunos elementos aún más antiguos, como son los canes del alero que son visibles en su vertiente norte, y otros elementos. De una sola nave, los muros presentan fábrica de sillarejo y una cubierta a dos aguas. La ermita presenta una imagen cerrada y compacta al contar con una escasa abertura de vanos en sus muros, uno de los cuales es la ventana gótica ubicada en la cabecera (del siglo XV). Y es de destacar la puerta de acceso que presenta una portada abocinada rematada por arquivoltas ojivales.

El aspecto del interior de la ermita es consecuencia de las obras de reconstrucción llevadas a cabo a principios del siglo XIX con motivo del traslado a esta del culto de la recién demolida de La Magdalena. Dichos trabajos fueron ejecutados por el maestro cantero y albañil Nicolás de Ullibarri. En el ábside se pueden observar varias imágenes como la del Cristo Crucificado o la de San Juan Evangelista. No obstante, la más destacable por su valor es la de María Magdalena. Se trata de una escultura barroca del siglo XVIII que está dorada y policromada.

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