Departamento de Cultura y Política Lingüística

255. Conjunto del núcleo de Zubieta (San Sebastián-Usurbil)

ETAPA 2B: HERNANI • BIDANIA

Una población atípica

La población de Zubieta es atípica por varios motivos. En primer lugar porque su territorio y su caserío se encuentran divididos en dos municipios distintos: una parte, la más amplia, pertenece a la ciudad de San Sebastián; la otra, se halla bajo la jurisdicción de Usurbil. Sin embargo, los caseríos antiguos situados a los pies de los altos de Gañaundi y en la margen izquierda del río Oria forman parte de una entidad política, económica y social que se llama Comunidad de Zubieta.

Esta división procede ya de la época bajomedieval y es que en 1379 Zubieta, junto con las poblaciones de Ibaeta e Igeldo (San Sebastián) y Andoain, negociaron su avecindamiento con la villa donostiarra. Unos años antes, en 1371, la antigua aldea de Usurbil había obtenido el villazgo. Ambos datos nos indican la efervescencia que vivía el curso bajo del río Oria, ya que en 1379 también Orio conseguía su propia jurisdicción. Lo cierto es que, a pesar de no contar con documentos que lo acrediten, es más que probable que, por razones que desconocemos, algunos de los caseríos entraran a formar parte de Usurbil y las demás de San Sebastián. Solamente con mirar a las fronteras tan irregulares que se dibujan entre los municipios en este lugar se hace evidente que la división no sigue accidentes geográficos, sino que es fruto de la política, de unos criterios humanos.

En todo caso, no es la única peculiaridad de esta población. Al contrario que las demás localidades de la provincia, Zubieta no será una “colación”, “anteiglesia”, “tierra” o “villa”, sino una “universidad'', al inicio, y una “comunidad”, ya en la Edad Moderna. Y lo cierto es que en muchos sentidos esta organización local tiene mucho de una comunidad de recursos y aprovechamientos. Por ejemplo, la propiedad del molino de Aizpurua, citado ya en 1495, estaba dividida entre las casas con vecindad en Zubieta. Incluso en el caso de los montes que tenían en común su usufructo dependía del número de acciones de cada casa.

Sin embargo, la organización de la comunidad apenas se diferenciaba de la de cualquier entidad menor del Antiguo Régimen y se gestionaba a través de un concejo, que realizaba sus asambleas y contaba con una suerte de casa concejil (la casa Alamandegi), que a su vez cumple la función de venta. Un aspecto que antiguamente lo diferenciaba del resto de poblaciones era la ausencia de una iglesia que diera servicio a los pobladores de Zubieta y que sirviera de espacio de socialización. Esta “anomalía” se solventó a partir de 1649, una vez que se dio licencia para la construcción de la ermita de Santiago.

En 1869, la Comunidad de Zubieta repartió entre sus socios los montes que compartían y, por tanto, los bienes que compartían se redujeron a la mínima expresión. No obstante, la entidad aún continúa existiendo y sigue organizándose más o menos como lo hacía hace cinco siglos.

El conjunto patrimonial de Zubieta

El primero de los edificios más reseñables, la antigua ermita y actual parroquia de Santiago, se comenzó a materializar en 1649, aunque su fundación sufrió la oposición del cabildo de la parroquia de Usurbil y sus patronos. Vencidas las dificultades, se inauguró en 1660 aunque fue preciso ampliar la ermita, obra realizada a partir de 1666. Finalmente, la iglesia fue terminada hacia 1681.

Presenta planta de cruz latina, y cabecera recta. Sus muros laterales son de mampostería arenisca mientras que la fachada principal es de sillería del mismo material. Su interior se cubre mediante una bóveda de cañón y su altar mayor aparece presidido por un retablo rococó donde destaca el relieve de Santiago Matamoros de la hornacina central. Presenta un pórtico apoyado sobre columnas toscanas, que guarda una doble entrada: la puerta de la izquierda da acceso a la parte de la nave situada en jurisdicción de San Sebastián, mientras que la de la derecha accedía a la parte de Usurbil. De esta forma se dividían también en la iglesia los vecinos de cada una de las zonas en las que se reparte Zubieta.

Otro elemento representativo es el frontón de rebote, una modalidad de pelota vasca cuya principal peculiaridad reside en que los jugadores se enfrentan a cada lado de una línea y el saque se produce sobre una pieza cilíndrica central. Este frontón se edificó en 1931.

Finalmente, varios de los caseríos del barrio, como Aizpurua, Berridi, Aliri y Alamandegi, proceden de la Época Moderna (siglos XVI-XVIII), y presentan características generales similares, como una planta baja de mampostería y las demás de entramado de madera con tabiques de ladrillo. Entre ellas destacamos la última de las citadas, que en la planta baja alberga una venta o taberna, sobre la cual se halla la sala de juntas de la Comunidad.

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