Departamento de Cultura y Política Lingüística

171. Caserí­o Etxeberri (Anoeta)

ETAPA 2: HERNANI • TOLOSA

El caserío Etxeberri en la comunidad de Anoeta

Anoeta no contó durante la Edad Media con una poderosa nobleza que tratara de hacerse con el poder, por lo que la comunidad de caseríos jugó un papel protagonista en el funcionamiento y devenir social y político de la localidad. Gracias a la documentación se conoce la existencia de 26 caseríos en Anoeta en el siglo XVI (entre los que se encontraba el caserío Etxeberri). Estos constituyeron la esencia de la organización de la comunidad anoetarra a lo largo del Antiguo Régimen y hasta el siglo XX.

No sabemos exactamente cuándo se extiende este modelo de vivienda-unidad productiva dispersa, sin formar parte de núcleos de una aldea o de un barrio. En algunas partes de Europa Occidental se ha llegado a confirmar que en torno al año 1000 comenzaron a surgir asentamientos estables en terrenos arrebatados al bosque. En el País Vasco costero parece que hacia el año 1200 ya se habían establecido los primeros casos y a partir del siglo XV podemos decir que el desarrollo de los caseríos dispersos es toda una realidad totalmente asentada y en desarrollo.

Lejos de ser elementos marginales de la comunidad, muchos de estos caseríos, generalmente los más antiguos, solían formar parte del grupo de casas de pleno derecho cuyas cabezas de familia tenían parte en las decisiones que atañían a la comunidad (participar y ser elegidos como oficiales del concejo, escoger a los clérigos servidores de la parroquia, tomar decisiones sobre las propiedades del común, etc.).

En el caso que nos ocupa, el de Etxeberri forma parte del entramado de caseríos que conforman el barrio de Elbarren de Anoeta, ubicado en el valle del mismo nombre, entre los núcleos de Anoeta y Villabona. Todos ellos se constituyen en el siglo XVI.

Su primera mención documental es del año 1541, donde aparece citado como Echeberria, por lo que constituye un caserío que en los últimos 500 años se ha dedicado a la explotación agrícola principalmente. El primer dueño que se conoce del caserío fue Domingo de Etxeberria, quien presenta el apellido del caserío, algo común en las casas solariegas, es decir, aquellas que tenían plenos derechos políticos dentro de la comunidad. Este apellido se mantuvo unido a la casa generación tras generación hasta el siglo XIX, época en la que vivieron en la misma los últimos Etxeberria pasando a pertenecer a otra familia, a los Ezeiza.

Un caserío monumental

Aunque en origen el caserío es del siglo XVI el edificio actual es resultado de las obras llevadas a cabo en el mismo en el siglo XVII. No obstante se conservan del edificio primitivo de piedra una columna de madera de una pieza, ubicada en el interior del caserío en la planta baja, la mitad de un arco dovelado y en la vertiente norte un arco de medio punto que presenta dovelas de sillar de piedra caliza. Todos ellos dotan al edificio de elementos renacentistas típicos en la arquitectura del siglo XVI.

En el siglo XVII el caserío se amplió en altura y hacia el Este, construyéndose su actual fachada principal. En esta fachada muestra su imponente aspecto donde son visibles las tres alturas con las que cuenta el caserío (planta baja donde se ubicaba el ganado y la cocina; la primera planta de uso habitacional; y la ganbara o el desván en el piso superior para guardar la cosecha o los granos de trigo y maíz). La fachada presenta fábrica de mampostería reforzada en sillería en los vanos y esquinales, salvo en el piso bajo cubierta, cuya estructura es de madera y el cierre de ladrillo. La peculiaridad del piso bajo cubierta reside en que se sirve de tres horquillas invertidas de una sola pieza, además de pies derechos y tornapuntas. Se abren dos vanos adintelados de madera, dos óculos y un vano triangular invertido en fábrica de ladrillo, haciendo de este caserío uno de los ejemplares más destacados del País Vasco. Guarda en su interior los restos de un antiguo lagar, donde se prensaba la manzana y se procesaba para la obtención de la sidra, muestra de la importante actividad agrícola llevada a cabo durante los siglos.

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