Departamento de Cultura y Política Lingüística

15. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (LEGAZPI)

ETAPA 2: ZUMARRAGA • ARANTZAZU

Una iglesia codiciada

Se desconoce la época exacta de construcción de la iglesia de Santa María de Legazpi, pero resulta lógico pensar que se trata de una antigua iglesia rural altomedieval, surgida seguramente antes del año 1000. Desgraciadamente carecemos de noticias de época medieval sobre este templo, aunque su influencia debió ser modesta e incluso pudo llegar a estar sometida a la parroquia de Segura. En todo caso, el panorama que se dibuja a comienzos del siglo XVI concuerda con el contexto de pugna que mantuvieron los señores de la casa de Lazcano y el cabildo eclesiástico de dicha villa a partir de fines del siglo XIV.

Concretamente, en 1509, se suscitó un pleito sobre el patronato de la iglesia de Legazpi a raíz de que los vecinos de la población reclamaron que ellos siempre habían ostentado el derecho de presentación de los clérigos a los cargos parroquiales vacantes, mientras que el cabildo religioso de la villa de Segura y el señor de Lazcano, cada uno por su parte, reclamaban que ese privilegio les correspondía (así como el de recibir los diezmos de la parroquia). El pleito se dilucidó mediante una solución salomónica que pretendía contentar a todas las partes. Así, los diezmos se dividieron en 3 tercios, uno para cada contendiente, siendo la parte atribuida a los legazpiarras la que se destinaría al sustento del clero parroquial, que consistiría en un vicario y dos clérigos. Según la sentencia, la elección competía a los vecinos de la población y el clero de Segura y el señor de Lazcano la confirmarían antes de su presentación ante el obispo de Pamplona.

Arte y arquitectura

Se trata de una iglesia de planta basilical (de 3 naves, la central más alta), cubierta por bóvedas de crucería estrelladas, sostenidas entre cada nave por columnas, y cuenta con una torre a los pies, que sirve de pórtico de entrada. Su construcción, aunque algunos autores la sitúan su inicio a comienzos del siglo XVII, se realizó fundamentalmente entre 1700 y 1722. Su traza pertenece al maestro Lucas de Longa y fue ejecutada por Martín de Garro y Lázaro de Lainzerga y Vega. La obra fue examinada por Martín de Zaldua y Esteban de Abaría y sería en 1716 cuando se iniciaron los trabajos de fabricación de las tres bóvedas. El pórtico que rodea los laterales del templo son obra de Martín de Carrera y fue realizado en 1762.

Su interior aparece presidido por un retablo barroco realizado entre 1713 y 1717, cuyo autor es Pedro de Quintana y que fue dorado por Juan Ochoa de Brevilla. Es de estilo churrigueresco, muy ricamente ornamentado, y se organiza en tres calles que se alzan sobre un banco de piedra arenisca. En la calle central destacan el Sagrario y la imagen de la advocación de la iglesia, en la hornacina principal.

Los retablos laterales se organizan en dos grupos, desde una perspectiva cronológica. Los dedicados a San Ignacio y a Santa Ana fueron fabricados en la década de los años 30 del siglo XVII, de manos de Juan García de Berastegi y su suegro Juan de Mendiaraz el primero (iniciado en 1631) y por el propio Mendiaraz y Diego de Mayora el segundo (a partir de 1637). Ambos se componen de una sola hornacina enmarcada entre columnas y están rematados por sendos arquitrabes decorados con roleos. Los retablos laterales de San José y del Sagrado Corazón pertenecen al mismo estilo del retablo mayor y, por tanto, fueron realizados a inicios del siglo XVIII. Además de contar con una arquitectura similar a aquel, cuentan con sendas pinturas en un ático destacado. Estas dos últimas tablas cuentan con su propio altar, al contrario que las más antiguas.

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