Manejar el preservativo con precaución, teniendo cuidado de no dañarlo con las uñas, dientes, anillos, etc.
Colocar el preservativo sobre el pene en erección antes de cualquier contacto genital.
Desenrollarlo hasta la base del pene, apretando previamente la punta del preservativo para expulsar el aire.
Si se usan lubricantes, utilizar sólo aquellos que sean solubles en agua (glicerina), evitando los lubricantes grasos (vaselina, aceites, etc.) ya que dañan el preservativo.
Usar el preservativo durante toda la penetración. Sujetarlo por la base para retirarlo antes de que termine la erección y a continuación anudarlo.
Usar un preservativo nuevo en cada penetración.
Una vez utilizados, tirar a la basura los preservativos anudados y no al WC.
Hay que proteger los preservativos del calor, la luz y la humedad excesivas, ya que los deterioran. Los preservativos pegajosos, quebradizos o con otros defectos no deben utilizarse.