| 3.2. AGENTES SOCIALES. CORRESPONSABILIDAD CON EL PLAN JOVEN II Antes de abordar cualquier reflexión en torno al papel de los agentes sociales en el Plan Joven II, a la importancia del cumplimiento de dicho papel o a cualquier otro aspecto de su participación en el mismo, es necesario situar una primera aproximación a la figura de dichos agentes sociales. Definición de agente social Definir un término permite delimitar, siquiera a modo de tentativa, el terreno conceptual dentro del que nos vamos a mover y establecer un consenso mínimo necesario sobre la naturaleza de aquello de lo que se va a hablar. Para abordar el concepto de agentes sociales parece útil
exponer cuáles serán los parámetros en que dicha
definición se va a insertar: ---De figuras que representan los distintos intereses (pluralidad de agentes sociales). ---De figuras que trascienden al individuo, conformando un grupo humano. ---La propia denominación “agentes sociales” parece sugerir alguno de sus significados:
---Desde su identidad (colectiva/con unos objetivos de intervención social) requieren de un carácter instrumental que les permita ser y actuar (estructura organizativa). ---Desde su definición por exclusión, su carácter social apela a su naturaleza no directamente política, en el sentido de que, siendo parte organizada con unos fines de intervención social (intereses colectivos), su perfil no se corresponde con las instituciones políticas o administrativas. Una vez establecidos los diferentes parámetros que delimitan y connotan el concepto de agentes sociales disponemos de los elementos que nos permiten concretar una definición válida de su figura. El agente social es una parte organizada de la sociedad
que, no siendo administración pública, tiene también
objetivos de intervención en la sociedad. Desde dicha contextualización de los agentes sociales en la realidad juvenil cabe aportar un último matiz que, a su vez, sea consonante con los objetivos del Plan Joven II: facilitar instrumentos necesarios para la consecución de las metas que la juventud pueda buscar. La situación actual de los agentes sociales con relación al Plan Joven II El primer momento de intervención y participación de los agentes sociales en relación con una política integral de Juventud en la CAV lo constituyó el Plan Joven I. Su participación, junto con la administración vasca (impulsora y responsable política del Plan), se centró básicamente en: Pero esta participación de los agentes sociales en el Plan Joven I fue inevitablemente limitada y ello por varias razones: Las limitaciones a las que se vio sometida la participación, compromiso y corresponsabilización de los agentes sociales respecto al Plan Joven I han dejado cierto poso de escepticismo entre aquéllos respecto de las cotas de intervención que pueden alcanzar dentro de unos proyectos promovidos desde la administración. En el momento presente, y de cara al Plan Joven II, parece conveniente poner en marcha un proceso destinado a superar los obstáculos del pasado, de forma que sea posible garantizar una participación mucho más activa de los agentes sociales en todos los momentos que conforman la génesis, el desarrollo y el seguimiento del mismo. Ello es posible en la medida en que el Plan Joven II es un desarrollo del anterior y, por tanto, como parte de un proceso evolutivo, es capaz de reflexionar y aprender sobre las carencias del pasado con el fin de superarlas. Además, es un objetivo de la administración el potenciar y promover el incremento de la participación de los agentes sociales. El porqué de la participación de los agentes sociales en el Plan Joven II Las razones que explican y justifican la conveniencia de la participación de los agentes sociales en el Plan son varias: La administración es, en el momento actual, cada vez menos una estructura paternalista, proveedora de servicios, y cada vez más un organizador y distribuidor de recursos. Para lograr este objetivo necesita contar con el tejido asociativo que trabaja en el entorno del colectivo joven. Los agentes sociales son el nexo necesario entre la administración y la sociedad civil, en este caso las personas jóvenes. Los agentes sociales han de representar el papel enriquecedor y de complemento de lo que hace la administración. Ello permitirá a ambos potenciar sus respectivos objetivos de servicio a la sociedad. La administración ocupa un espacio de intervención cada vez menos exclusivo. La sociedad civil, sus agentes y asociaciones están incrementando progresivamente su presencia en la realidad social, por lo que dicho espacio ha de ir siendo, necesariamente, compartido. En ese sentido, el Plan ha de ser un fiel reflejo que plasme esa nueva realidad social. El Plan, como instrumento de cambio social, es un proceso en el que es necesario ir impulsando, de forma dinámica, herramientas para trabajar tanto desde dentro como desde fuera de la administración. En la medida en que el Plan Joven II es un desarrollo y evolución del anterior no conforma una realidad estática y cerrada sino que, de modo interactivo y evolutivo, va a permitir intervenir a los propios agentes sociales. Las dificultades que pueden encontrar los agentes sociales para su participación Lograr el incremento de la participación de los agentes sociales en el Plan Joven II no es un objetivo sencillo. En su génesis, desarrollo y ejecución existen dificultades evidentes a las que es preciso dar respuesta puesto que constituyen un reto y de cuya resolución y forma de hacerlo depende en gran medida el éxito de dicho Plan. A fin de conocer para prever y de ir apuntando soluciones a las dificultades para esa participación de los agentes sociales, resultará oportuno ir señalándolas y mostrando posibles líneas de superación de las mismas: Sin duda, la voluntad de interacción mutua, la asunción de responsabilidades compartidas y la modestia en la capacidad propia para la resolución de los retos sociales en política de juventud favorecerá las condiciones y el clima necesarios para lograr el objetivo de la coparticipación. Pero, en la medida en que esos límites a la participación social no están definidos, nos encontramos ante la oportunidad de ir incrementando su papel y protagonismo y de compartir espacios de reflexión y de intervención en políticas de juventud, desde la administración y desde el tejido asociativo. Adoptar posturas flexibles de diálogo y de mutua influencia favorecerá la confianza necesaria para facilitar esa participación de los agentes sociales y legitimará mucho más el Plan que si los escenarios de definición del mismo los predetermina en exclusiva la propia administración. Los propios mecanismos que regulan el proceso han de permitir la flexibilidad en la interacción entre administración y agentes sociales y potenciar la participación de estos. Esa flexibilidad es coherente con la filosofía participativa del Plan y con el estímulo al coprotagonismo de la sociedad civil. ---Un diagnóstico compartido, en cada área
de intervención de la realidad juvenil. De la respuesta que se dé a cada uno de esos elementos de definición dependerá, en gran medida, el éxito del compromiso y la participación de los agentes sociales. De la administración dependerá el facilitar los instrumentos y el clima de la coparticipación y de los agentes sociales la determinación de los niveles de corresponsabilización con el Plan. ---Por los condicionantes de intervención sobre
dichas realidades (ocio y cultura, vivienda y empleo). La importancia de la participación de los agentes sociales Se ha sugerido el interés de la participación de los agentes sociales para la administración pero su importancia es doble: no sólo para la administración sino también para los propios agentes sociales. La importancia para la Administración Las razones de la importancia de la participación de los agentes sociales para la administración son múltiples: La importancia para los agentes sociales |