Departamento de Educación

II Plan Joven

2.2. LA VIOLENCIA JUVENIL

Numerosos estudios confirman que uno de los problemas fundamentales que preocupa a la sociedad vasca en su conjunto, y a la juventud en particular, es la violencia. Cuando se pregunta a las personas jóvenes por los problemas que personalmente más les preocupan, se constata que la violencia ocupa el tercer lugar (1), mientras que si se les requiere su opinión sobre los problemas más importantes en el País Vasco, el terrorismo se presenta como su principal preocupación (2).

La violencia constituye, asimismo, una de las principales preocupaciones de las Instituciones vascas; una de las acciones de gobierno prioritarias es la de combatir la violencia, prioridad reflejada en el “Manifiesto Institucional en defensa del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de todas las personas”, suscrito por representantes institucionales del Gobierno Vasco, Diputaciones Forales y Ayuntamientos vascos.

El acercamiento al fenómeno de la violencia pone de manifiesto que ésta se encuentra inserta, con la multiplicidad de matices de un caleidoscopio, dentro de la propia sociedad. Son muchas las conductas, mensajes y ejemplos violentos que diariamente nos bombardean y que pueden calar en determinadas personas.

Resultaría demasiado fácil escamotear la responsabilidad de toda la sociedad en el ejercicio y la educación en pautas violentas. El argumento que en otros momentos hemos empleado de que no existen “per se” problemas juveniles sino problemas sociales que afectan a las personas jóvenes sigue siendo aquí dolorosamente válido. Es necesario comprender su dimensión colectiva, es decir, la responsabilidad que toda la sociedad tiene en ella y el hecho de que no existe grupo humano que escape a su influencia.

Es evidente que la violencia no es un comportamiento exclusivamente juvenil, a pesar de que en ocasiones son jóvenes (una minoría de jóvenes) quienes desarrollan conductas violentas. En este sentido, los datos del Informe Cindes sobre la violencia juvenil son esclarecedores: un 8,1% de la juventud vasca puede ser considerada como violenta, un 5,2% por temas políticos y un 2,9% por temas sociales. Dentro del segmento de jóvenes violentos de índole política, el 3,8% corresponde a violencia asociada al llamado conflicto vasco.

Del mismo modo, sería injusto soslayar el hecho de que también hay personas jóvenes que son y que se sienten objeto de comportamientos violentos: la ejercida entre pares, dentro de las familias, en los centros educativos, en los espacios de ocio..., así como la violencia infligida a mujeres por parte de varones, por citar las más importantes, se hacen presentes, también, en la juventud.

A la hora de intentar entender el fenómeno de la violencia, conviene, asimismo, no perder de vista la relación que existe entre la propia violencia y la crisis de valores que afecta al conjunto de la sociedad, y de forma especial a los principales agentes de socialización responsables de la transmisión de los valores, a saber, la familia, la escuela y la cuadrilla, donde es patente la ausencia de un modelo de relación y convivencia comúnmente aceptado (3).

Según se desprende de las conclusiones del Informe Cindes y otros estudios sobre la violencia juvenil, cabe afirmar que la mejora de las condiciones de vida que obstaculizan la emancipación de las personas jóvenes (paro, precariedad laboral, dificultad de acceso a la vivienda, etc.) podría contribuir en parte a disminuir las causas subyacentes de la violencia, así como la legitimación de la misma por parte de un segmento de la población juvenil que entiende ser víctima de una violencia social o política que impide de forma ilegítima su desarrollo individual como personas y ciudadanos o su desarrollo como colectivo político.

La crisis de valores y las dificultades de integración en la sociedad adulta y de emancipación que vivencia la juventud generan un contexto en el que determinadas personas jóvenes pueden llegar a interiorizar que la única forma de solucionar sus problemas personales o los problemas de la colectividad es el recurso a la violencia. A pesar de que el alcance de la denominada “violencia social”, es decir, ser víctima de robos, la agresividad de pandillas, la violencia sexual, violencia en el marco familiar, etc., es, según se desprende, entre otros, de los sucesivos informes de la Fiscalía General del Estado, más limitado en la CAV que en otras Comunidades Autónomas, la sociedad vasca en su conjunto debe tener muy presente las dolorosas consecuencias que este tipo de violencia acarrea.

Existe, no obstante, una expresión de la violencia juvenil que preocupa profundamente a la sociedad: la "kale borroka" o violencia callejera. Siendo evidente que tiene en parte de la juventud uno de sus protagonistas más activos, el Plan Joven debe tratar ineludiblemente este problema, situándolo como un elemento central y transversal, y, por lo tanto, no como un problema más que pueda abordarse de forma aislada dentro del conjunto de líneas de intervención y acciones de las diferentes áreas del Plan.

Aun siendo conscientes de la necesidad de abordar la violencia callejera desde una perspectiva global e interdisciplinar, y considerando las limitaciones de actuación del Plan para, de forma aislada, solucionar este problema, el Plan Joven debe tomar una radical postura contraria ante este fenómeno, en coherencia con los valores centrales que el Plan pretende impulsar.

Siendo así, el Plan Joven no renuncia a participar en la puesta en marcha de procesos que tengan como fin diagnosticar el fenómeno, conocer y prevenir sus causas, paliar sus efectos, así como conocer el porqué de su perpetuación en la sociedad vasca; el Plan Joven puede y debe impulsar procesos para que las propias personas jóvenes asuman el protagonismo que en este problema, también, les corresponde.


Objetivos

El Plan Joven II quiere articular una serie de medidas, fundamentalmente de orden educativo, tendentes a la concienciación y prevención de los comportamientos violentos mediante la educación en valores, el entrenamiento en la resolución dialogada y participativa de conflictos como instrumento para favorecer la convivencia, así como a la consecución de una imagen positiva de la juventud vasca.

Asimismo, el Plan Joven II se compromete a abrir procesos de intervención en coordinación con otros planes institucionales, con otras entidades y con las propias personas jóvenes, orientados a:

  • Aportar, junto con otras entidades, las medidas necesarias para articular una reflexión, con voluntad superadora, sobre el fenómeno de la violencia juvenil.
  • Elaborar investigaciones para, a partir del análisis de las conclusiones de las mismas, facilitar la consecución de consensos, lo más amplios posibles, y la adopción de compromisos por parte de todos los que deben actuar, así como la creación de foros donde debatir ese material.
  • Extender estas reflexiones y las propuestas que de los debates surjan en las áreas en las cuales interviene el Plan Joven: educativo, laboral, cultural, etc.
  • Ubicar su actuación sobre todo en el carácter preventivo del fenómeno de la violencia, donde el trabajo en valores debe ser uno de sus instrumentos principales.


    Líneas de actuación

    Así pues, junto al conjunto de intervenciones que se vienen desarrollando en esta línea, por las instituciones y por los agentes sociales, desde el Plan Joven se establecen unos compromisos respecto al abordaje de la violencia juvenil, que se concretan en una serie de acciones, agrupadas en torno a diferentes líneas de actuación.

    1. Constitución de Foros y Grupos de Trabajo, donde a partir de la reflexión sobre el problema de la violencia juvenil, se elaboren propuestas de actuación concretas.

    1.1. Convocatoria del Foro de Expertos del Observatorio Vasco de la Juventud para el debate sobre el Informe de "La violencia juvenil vasca", y elaboración de un documento sobre "Líneas de intervención para afrontar la Violencia Juvenil en Euskadi", que será debatido y consensuado en la Comisión parlamentaria de Mujer y Juventud.

    1.2. Proponer la creación de un Grupo de Trabajo en el ámbito del Observatorio de Derechos Humanos y Libertades propuesto por el Lehendakari que articule la coordinación de las políticas institucionales y de Gazte Plana en materia de prevención de la violencia juvenil.

    1.3. Puesta en marcha de un seminario permanente de profesionales (institucional y con los agentes sociales) para reflexionar y establecer pautas de actuación en el tema de la violencia juvenil.

    1.4. Apertura de una mesa Interdepartamental del Gobierno Vasco que, a partir del informe del Partenariado sobre "La educación para la paz en la escuela y en el ámbito extra escolar", elabore aquellas propuestas que permitan extender, innovar y generalizar la Educación para la Paz en los y las jóvenes vascas.

    1.5. Articular y animar el funcionamiento de una Comisión Técnica Interinstitucional para el seguimiento de las acciones relacionadas con el abordaje de la violencia juvenil en las áreas del Gazte Plana (2.4.1; 2.4.2; 2.4.3; 2.4.4; 4.3.1).

    1.6. Solicitar al Consejo de la Juventud la creación de un "Gazte-ontzi" sobre las políticas institucionales para la prevención de la violencia juvenil.

    2. Elaboración de estudios y trabajos de investigación sobre la violencia juvenil, a partir de los cuales puedan facilitarse consensos en torno a este problema.

    2.1. Elaborar estudios sobre “Juventud y violencia” con objeto de establecer líneas de intervención futuras (2.4.4).

    2.2. Apoyo y coordinación de trabajos de investigación que profundicen en el “Fenómeno de la Violencia Juvenil en Euskadi" (familia y violencia; ocio juvenil y violencia...).

    2.3. Informe periódico del Observatorio Vasco de la Juventud sobre la violencia juvenil en la CAV.

    2.4. Desarrollar en el Centro de Documentación del Observatorio Vasco de la Juventud, bloques temáticos de información sobre la violencia juvenil dentro y fuera del País Vasco.

    3. Establecimiento de medidas, en el ámbito educativo, de carácter preventivo para impulsar la educación en valores y la educación para la paz y la convivencia.

    3.1. Constitución de un fondo anual conjunto de los Departamentos del Gobierno Vasco para subvencionar la realización de actividades para la Prevención de la Violencia Juvenil en el marco de la educación reglada y no reglada.

    3.2. Poner en marcha programas de apoyo a la familia con el fin de detectar las actitudes y comportamientos violentos así como la recuperación para los valores de la democracia de aquellos/as jóvenes que hubieren delinquido o cumplido penas en relación con la violencia, la coacción o la amenaza.

    3.3. Establecimiento de la Educación en los derechos humanos y para la paz como uno de los objetivos prioritarios en los centros de enseñanza.

    3.4. Fomento de medidas que hagan frente a las situaciones de intento de desestabilización de la enseñanza pretendida por grupos minoritarios.

    3.5. Impulsar la educación en valores en toda actividad escolar y extraescolar, estableciendo orientaciones para su inclusión en el plan anual del centro (2.4.2).

    3.6. Impulsar, con diferentes estrategias, el valor de la libertad entre las personas jóvenes.

    3.7. Plan de formación del profesorado sobre Educación para la paz y la convivencia.

    3.8. Impulsar en los centros educativos la promoción de los valores de la democracia, la tolerancia, la paz y la libertad mediante campañas de sensibilización y programas de resolución de conflictos de forma que se haga frente a toda manifestación de comportamientos y actitudes violentas (2.4.6).

    3.9. Impulsar experiencias de entrenamiento del profesorado y alumnado en la consecución pacífica y democrática de objetivos políticos, sociales, personales... como instrumento para favorecer la convivencia (2.4.3).

    3.10. Fomento en la comunidad educativa de foros y marcos de diálogo en la resolución de conflictos y rechazo a la violencia.

    3.11. Elaboración de material curricular para desarrollar la educación en valores en los centros de enseñanza (2.4.1).

    3.12. Ayudas para generar material didáctico en educación para la paz y la convivencia.

    3.13. Continuar con la revisión de las autorizaciones a libros de texto con el objeto de evitar que se relativice la gravedad de la violencia.

    3.14. Exigencia a las editoriales para que garanticen la inclusión en los libros de texto de capítulos y contenidos a favor de la cultura de Paz.


    4. Desarrollar campañas de sensibilización y concienciación frente al problema de la violencia juvenil.

    4.1. Campaña de sensibilización social dirigida a concienciar a la juventud sobre el respeto a los derechos humanos, la no violencia y la justicia como pilares de la convivencia.

    4.2. Realización de programas de sensibilización e intercambio cultural con jóvenes del Estado y de la Unión Europea a fin de desarrollar una imagen positiva de la juventud vasca, desvinculada de la violencia.

    4.3. Desarrollar campañas de solidaridad con las víctimas y de sensibilización y concienciación frente al problema de la violencia juvenil.

    4.4. Compromiso por parte de las Instituciones Vascas competentes de eliminación de pancartas, pintadas y pasquines que defiendan el terrorismo de ETA, que amenacen y vayan en contra de la Democracia.

    4.5. Plan de conferencias y visitas a los centros educativos de la CAV, coordinado por la Oficina de Atención de las Víctimas.
    4.6. Inclusión de la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco en la Junta Rectora del Plan Joven.


    (1)Según el estudio Juventud Vasca 2000, del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, el 19,3% de las personas jóvenes alude al terrorismo como uno de los tres problemas que más les preocupa como jóvenes; en esta misma línea, según el informe Retratos de Juventud 1999-2000, del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco, la violencia es, para el 21% de la juventud, uno de los dos problemas que más les preocupa personalmente.

    (2) Según el estudio Retratos de Juventud 1999-2000, el terrorismo es mencionado por el 39% de las personas jóvenes como uno de los dos problemas más importantes que existen hoy en el País Vasco.

    (3)El Informe Cindes sobre la violencia juvenil en la CAV (2002), realizado a petición del Parlamento Vasco, confirma que los principales núcleos de socialización de la juventud en la ideología de la violencia son el hogar familiar, la escuela y la panda de amigos.