| 1.3.1. ¿POR QUÉ EL PLAN JOVEN II? El Plan Joven responde a la necesidad de abordar la realidad juvenil desde una perspectiva global, es decir, considerando esa realidad desde las diferentes dimensiones que la integran: dimensión laboral, educativa-formativa, de vivienda, de salud y acción social, y de ocio y cultura. El acelerado ritmo al que acontecen los cambios en la sociedad actual aconseja prudencia a la hora de diseñar estrategias de trabajo que pretendan incidir en la mejora de la calidad de vida del colectivo joven en todos sus aspectos. En este sentido, ajustar el período de vigencia del Plan Joven a tres años ha resultado una opción acertada. El Plan se asienta en un riguroso diagnóstico compartido por las diferentes instituciones, agentes sociales y jóvenes sobre la situación de la juventud en las diversas áreas o dimensiones que integran la realidad cotidiana de ese colectivo. Sin pretender obviar que la realidad social, en general, y la de las personas jóvenes, en particular, es altamente compleja y, como tal, se muestra ante nuestros ojos como un todo integrado por diferentes dimensiones que se entrecruzan, ningún diagnóstico podrá llegar a ser inteligible si antes no es capaz de separar estas dimensiones con un objetivo analítico claro como es el de identificar los diferentes núcleos problemáticos de cada área. Así, el Plan Joven II se estructura en torno a cinco áreas: Tal diagnóstico pretende marcar las prioridades a subrayar en los años de vigencia del Plan. Así, se marcan líneas de intervención y propuestas de acción que habrán de ser desarrolladas por aquellos agentes (sociales e institucionales) que en cada caso tengan competencias para ello, siempre desde un carácter de propuesta consensuada y posterior compromiso de cada agente. Tal y como se ha señalado, el presente Plan Joven II mantiene el mismo carácter del Plan Joven I en cuanto a sus características básicas como son: su carácter de Plan del conjunto de las instituciones, su base de diagnóstico compartido y su deseo de priorizar y marcar líneas de actuación consensuadas. Así, se trata de un Plan interinstitucional, interdepartamental, además de abierto a la participación social. Sin embargo, y pese a su vocación de continuar en la línea marcada por el Plan Joven I, el Plan Joven II ha adquirido determinados rasgos que le dotan de personalidad propia. |