En la localidad de Assa se encuentran los restos de un puente que fue muy
utilizado por los peregrinos. Actualmente sólo quedan en pie dos de los siete
arcos que poseía.
Teniendo en cuenta la anchura del río Ebro, podemos imaginar
lo que significó esta construcción de piedra de cantería de 164 metros en
aquella época (se cree que se construyó en el siglo XI).