Marina Mendieta plantea en sus obras el encuentro de ideas e intereses varios. En Gimnasia espacial I cohabitan argumentos propios de lo escultórico junto a otros de índole pictórica. Así se aprecia en la presencia objetual de la pieza, la repetición de un mismo módulo, el despliegue de planos con ángulo variable y la forma de ganar volumen y recortar el espacio o en el empleo del color en la estructura y en su referencia al muro como soporte del cuadro.
La obra, de construcción sencilla y clara, ofrece desarrollos espaciales variables y posibilidades de adaptación distintas según sea el lugar que la acoge. Y es que el análisis del espacio, el estudio de su orden y funcionamiento es una de la preocupaciones presentes en trabajos de la joven artista, seleccionada este año por primera vez en Gure Artea y también en la muestra Generación 2000 de Caja Madrid.