Departamento de Cultura y Política Lingüística

Guadaña Bellota. Patricio Echeverría (Legazpi). Acero templado a ras de tierra.

Datos técnicos
Denominación: Guadaña Bellota, modelo 2510-22”
Año: Ca. 1950
Producción: Patricio Echeverría (Legazpi)
Medidas: 3 x 56 x 37 cm

Guadaña, marca Bellota, modelo 2510, de 22 pulgadas.

Guadaña, marca Bellota, modelo 2510, de 22 pulgadas.

Una hoja de acero curva y puntiaguda, de 22 pulgadas (casi 56 centímetros) de largo, con un afilado borde. Su forma es estilizada, su color brillante, y en su cara interna se distingue un delicado grabado con la inscripción «Herramienta Garantizada. Bellota». Aun así, cuesta imaginar que nos encontremos ante un hito del patrimonio industrial vasco.

¿Qué tiene de especial una guadaña, un instrumento agrícola que ha sido utilizado durante siglos para segar a ras de tierra? ¿Tiene sentido incluir en una colección dedicada al patrimonio industrial esta herramienta, aparentemente más propia de un museo etnográfico? A primera vista, poco o nada relaciona esta pieza con nuestra industria, con esas grandes fábricas encajadas en nuestros valles, perceptibles desde lejos por sus chimeneas de las que continuamente emanaban columnas de humo y por el inconfundible sonido de las sirenas que marcaban el día a día de tantas localidades.

Tarjeta postal de la fábrica Patricio Echeverría en Legazpi. / Fuente: www.guregipuzkoa.eus

Tarjeta postal de la fábrica Patricio Echeverría en Legazpi. / Fuente: www.guregipuzkoa.eus

Y, sin embargo, esta hoja de acero no fue forjada en una herrería, sino en una de las empresas que mejor responde a esa imagen icónica de la industrialización: Patricio Echeverría. Una impresionante factoría situada junto al río Urola, en Legazpi, que había surgido en 1908 del impulso de Pedro Segura, Romualdo Echeverría, Prudencia Guereta y el propio Patricio Echeverría, quien a partir de 1919 se haría cargo del negocio como único socio. Desde sus orígenes se dedicaron a la producción de herramientas agrícolas como azadas, horquillas y rastrillos, además de picos, palas, palancas y otros útiles para labores mineras. En la fábrica se realizaba todo el proceso, desde la fundición del metal hasta la elaboración de la herramienta, gracias a la temprana incorporación de maquinaria para la laminación, forja, calderería, tratamientos térmicos… Su marca Bellota –que registrarían en 1920 tras adquirirla a la empresa británica Henry Taylor (Sheffield, Inglaterra)– se convirtió pronto en una de las más conocidas y reconocidas del sector.

Cartel publicitario de Herramientas Bellota y Mendi. Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Cartel publicitario de Herramientas Bellota y Mendi. Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Publicidad de la marca Bellota en Lo admirable de Guipuzcoa (1932), p. 61

Publicidad de la marca Bellota en Lo admirable de Guipuzcoa (1932), p. 61

La fabricación de guadañas no llegó, en cambio, hasta 1931, coincidiendo con la adquisición de un horno eléctrico para la producción de acero y la creación de un taller específico, montado con tecnología austriaca. En sólo tres años la empresa consiguió dar salida a distintos tipos de hoja, adaptadas a usos diversos, desde las más estrechas y estilizadas hasta las más cortas y toscas, conocidas como rozones. Y ello a pesar de que el proceso no era, en absoluto sencillo, y precisaba de labores de corte, estampación, estirado, cuatro o cinco fases de forja, planeado, enderezamiento manual, temple, revenido, desbastado, pulido, punteado, tensionado, barnizado y pintado. Así se conseguían herramientas de gran calidad y en un número muy superior a la capacidad de producción de los talleres tradicionales: de la fábrica de Legazpi salieron durante más de cincuenta años una media de 700 guadañas diarias gracias al empeño de 40 trabajadores especializados.

La cifra es impresionante: 12 millones largos de hojas para la siega, que se suman a otras tantas azadas, picachones, hoces, bates, arados o rejas.  Un número incalculable de objetos de los que, precisamente por esta superabundacia y cotidianeidad, se han conservado bien pocos ejemplos. Por fortuna, la empresa Patricio Echeverría donó en 1984 varios de sus productos, entre ellos esta guadaña, a la colección de Patrimonio Industrial Mueble del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. Y allí, en las estanterías del segundo piso de Konsoni Lantegia, evoca historias de esfuerzo y trabajo, pero también muestra cómo, en nuestro país, la industria está presente incluso en los objetos aparentemente más cotidianos.

Exposición de herramientas en la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpia. Foto: Paco Marí, Estudios Marín (1951). Fuente: kutxateka.eus ID 28750888

Exposición de herramientas en la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpia. Foto: Paco Marí, Estudios Marín (1951). Fuente: kutxateka.eus ID 28750888

Exposición de herramientas en la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpia. Foto: Paco Marí, Estudios Marín (1951). Fuente: www.kutxateka.eus

Exposición de herramientas en la fábrica de Patricio Echeverría de Legazpia. Foto: Paco Marí, Estudios Marín (1951). Fuente: www.kutxateka.eus

Taller de forja de Patricio Echeverría en Legazpi. Foto: Santi Yaniz (2001). Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Taller de forja de Patricio Echeverría en Legazpi. Foto: Santi Yaniz (2001). Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Hojas de guadaña de la marca Bellota recién forjadas. Fábrica de Patricio Echeverría en Legazpi. Foto: Santi Yaniz (2001). Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Hojas de guadaña de la marca Bellota recién forjadas. Fábrica de Patricio Echeverría en Legazpi. Foto: Santi Yaniz (2001). Fuente: bertan.gipuzkoakultura

Patente de la imagen Marca Bellota (1920). Fuente: Oficina Española de Patentes y Marcas, Exp. 38202

Patente de la imagen Marca Bellota (1920). Fuente: Oficina Española de Patentes y Marcas, Exp. 38202

Publicidad de la fábrica de herramientas británica Henry Taylor, en Sheffield (1919). Fuente: gracesguide.co.uk

Publicidad de la fábrica de herramientas británica Henry Taylor, en Sheffield (1919). Fuente: gracesguide.co.uk