Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente

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nº 44.
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Cuaderno de Bitacora
Más allá de la televisión y los videojuegos

paseo-bosque

La infancia era antes un tiempo en el que niñas y niños pasaban tiempo jugando fuera de casa y, actualmente, sin embargo en EE.UU., por ejemplo, pasan una media de sólo 30 minutos al aire libre. Este dato se suma a las estadísticas que afirman que en España los más pequeños pasan 990 horas anuales viendo la televisión, jugando con el ordenador o con otros aparatos electrónicos. Datos preocupantes que chocan frontalmente con los numerosos estudios que versan sobre los innumerables beneficios que el contacto con la naturaleza tiene en la salud de los más pequeños.

Proponemos en este número diversas actividades para que niños y niñas puedan disfrutar de la naturaleza este otoño.

Pasear por la montaña, la costa, el campo, un parque o el bosque puede suponer en sí misma una agradable y divertida actividad para llevar a cabo junto a los menores, pero si queremos que estas salidas se ganen la afición de nuestros compañeros de viaje, debemos aportar una pequeña dosis de creatividad que les estimule sus sentidos.

Unas entretenidas pero sencillas propuestas que pueden mejorar esas excursiones:

  • Pulgarcito: un adulto se adelantará al grupo para esconder caramelos en el camino que después, como en el cuento popular, deberán recoger los caminantes.
  • Seguir un rastro: pueden ser flechas de fabricación propia elaboradas con materiales naturales como ramitas, palos o piedras que alguien se colocará antes de la llegada del grupo.
  • Recolección: recoger hojas de distintos árboles, piedras de un determinado color o frutos mordidos por animales son solo algunas de las posibilidades.
  • Pintar y dibujar : Llevaremos papel, pinturas o lápices de colores para dibujar el paisaje.
  • Orientación: iniciación en el uso de brújulas y mapas para guiar al grupo durante parte del recorrido.
El 43,5% de los niños y niñas adolescentes viven en ciudades de más de 500.000 habitantes, un creciente proceso de urbanización que conlleva a la desconexión de este colectivo del medio natural.

Por otro lado, el patio del centro puede ser también un magnífico espacio para hacer actividades al aire libre que nos permitan disfrutar del aire fresco y el sol. En ellos se puede jugar con elementos naturales como son la arena, las piedras, los palos, etc. para construir castillos, pistas de carreras o ciudades de juguete. Además, en este entorno podemos recuperar juegos de tiempos pasados que por las razones explicadas al principio, han caído en desuso: bailar la peonza, canicas, saltar a la soga, la rayuela, etc.