Departamento de Cultura y Política Lingüística

86. Torre de Muxika (Muxica)

ETAPA 6: GERNIKA-LUMO • BILBAO

De la aldea a la primacía señorial

En torno a la ermita de San Román de Muxika, se erige un palacio señorial que perteneció a un linaje que llevaba el nombre del lugar. Su origen parece ser el antiguo solar de Muxika que, en un momento que nos queda oculto por la falta de documentación escrita, entroncó con uno de los principales linajes del País Vasco: los Abendaño. Esta familia, a principios del siglo XIV, controlaba ya al menos las casas de Aramaio (en la misma localidad alavesa), de Urkizu (en Dima) y ésta de Muxika. Hurtado García de Abendaño legó a cada uno de sus tres hijos una de estas propiedades.

Cada una de estas ramas fue creciendo y logrando más poder. Para ello, uno de los mecanismos más empleados fue el de los matrimonios, que servían para engrosar el patrimonio y la influencia de los señores. A fines del siglo XIV, la heredera del solar, María Alonso de Muxika fue desposada por Gonzalo Gómez de Butrón, principal cabeza del bando oñacino en Bizkaia. A raíz de este giro en la estrategia de los Muxika, los Abendaño de Aramaio y Urkizu, sus parientes, entraron en guerra contra ellos, ya que pertenecían al bando opuesto, el de los Gamboa.

La historia de esta enconada guerra no difiere sustancialmente de las que se producen en otras partes de Europa. Parece que, las rencillas entre familias con intereses opuestos terminan por convertirse en una lucha sin cuartel que mezcla conflictos por cuestiones materiales con la defensa del honor del linaje y venganzas por afrentas pasadas.

Así, los encuentros sangrientos entre los bandos fueron frecuentes durante buena parte del siglo XV, enfrentándose en Otxandio y Mondragón en 1410 y 1448 (provocando el incendio de ambas localidades) y enfrentándose en batallas como en Mungia en 1437 y Elorrio (1468). No obstante, ya para mediados del siglo XV los Trastámara se posicionaron a favor de la pacificación y de remitir la violencia señorial. Signo de los nuevos tiempos, los Butron-Muxika y los Abendaño se enfrentaron juntos en 1470 en la batalla de Mungia y derrotaron al conde de Haro, que pretendía hacerse con el Señorío de Bizkaia.

Un palacio para tiempos de paz

En el lugar donde se había levantado la torre bajomedieval, del que aún parece quedar alguna pared (demás de 2,5m de anchura), los Butron-Muxika erigieron un palacio. De planta rectangular, alargada, y con un patio exterior murado adosado en un costado, se encuentra erigida en mampostería, con vanos y cadenas esquineras de sillar. Sigue presentando un aspecto opaco y cerrado por las fachadas exteriores, no así en la que se asoma al patio.

El acceso se hacía por un vano ojival que se abre en el muro de cierre exterior y, una vez en el patio, se ascendía directamente a una gran sala abierta, iluminada naturalmente por una serie de ventanas de arco escarzano. En el piso inferior los vanos están muy modificiados pero se identifica una antigua ventana geminada también de arco escarzano. La cubierta del edificio no se corresponde con el sistema anterior, que presentaba un mayor vuelo y se apoyaba en tornapuntas que se sostenían sobre una viga que descansaba en una hilera de ménsulas que recorre la fachada interior.

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