Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Actuaciones frente a la conducta suicida en el ámbito educativo en Euskadi

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

 Portada de la Estrategia de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida en el Ámbito Educativo (Gobierno Vasco, 2022)

Portada de la Estrategia de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida en el Ámbito Educativo (Gobierno Vasco, 2022)

El Departamento de Educación ha publicado la Estrategia de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida en el Ámbito Educativo, como desarrollo de los compromisos de la Estrategia de Prevención del Suicidio en Euskadi (Departamento de Salud) Gobierno Vasco.

El documento, es el resultado de la colaboración del Departamento de Educación y del Departamento de Salud de Gobierno Vasco, y ha sido elaborado por profesionales del Departamento de Educación, de los servicios de salud mental de Osakidetza y de la UPV-EHU, con el objetivo de ofrecer a las y los docentes de Euskadi, y a la comunidad educativa en su conjunto, herramientas para la prevención del suicidio, la intervención y la posvención en el entorno educativo.

La Estrategia aborda la conducta suicida en el ámbito educativo como un problema de salud pública y desde una perspectiva multidisciplinar a través de cinco grandes áreas de contenidos:

  1. La prevención del suicidio desde el ámbito educativo

El documento toma como punto de partida la importancia de las aulas como espacio de promoción de la salud mental y de aprendizaje de estrategias preventivas de la conducta suicida, con mención particular al efecto positivo que el manejo tanto de la ideación suicida como de las tentativas suicidas tienen en el entorno escolar.

Las medidas de prevención del suicidio en el entorno educativo, y en base a la mejor práctica internacional, aconsejan un marco escalonado de trabajo que distingue tres niveles de intervención: el primer, dirigido a todo el alumnado; el segundo, orientado a la detección y apoyo del alumnado en riesgo de desarrollar conductas suicidas; y el tercero, compuesto de intervenciones específicas dirigidas a las personas con historia actual o pasada de intentos de suicidio.

En un contexto de promoción de la salud mental y de prevención de la conducta suicida, los programas de habilidades socioemocionales para la vida en los centros educativos son un elemento clave en la adquisición de competencias orientadas al bienestar emocional del conjunto de la comunidad educativa.

En Euskadi, la iniciativa Bizikasi promueve que los centros educativos sean espacios seguros, que acompañen a todo el alumnado en su desarrollo personal, dotándoles de competencias para la participación en la sociedad como parte de una ciudadanía activa y responsable, mediante el fomento de la convivencia positiva y la tolerancia cero ante posibles situaciones de acoso.

Así, la Estrategia de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida en el Ámbito Educativo (2022) orienta sus intervenciones desde un conjunto de principios educativos como son la inclusión, la creación de sentido y promoción de la esperanza como estudiantes; la seguridad, conexión y comunicación, es decir, potenciando interacciones de calidad; y el bienestar personal y emocional.

El documento incorpora a una nueva figura, la de la persona coordinadora de bienestar y protección del alumnado (para Educación Infantil Básica y Bachillerato) que integra las estructuras de apoyo con las que cuentan los centros educativos para la orientación personal, vocacional, educativa y el abordaje del acoso escolar.

  1. Guía con conocimientos básico sobre conducta suicida en el entorno educativo dirigida al profesorado y personal no docente.

Este apartado, con una orientación eminentemente práctica, se inicia con la aproximación a los principales conceptos que el profesorado y el personal no docente ha de conocer para prevenir y dar una respuesta eficaz a la conducta suicida. Se presentan aspectos conceptuales referidos a la conducta suicida, las autolesiones no suicidas, el suicidio como un problema de salud pública, la edad de inicio y curso, la relevancia del sexo en la conducta suicida o aspectos relacionados con la identidad sexual y el género.

También se exponen los principales mitos y creencias relacionados con el suicidio y los llamados factores de riesgo, factores protectores y señales de alarma. Por último, se destaca la importancia de potenciar las interacciones positivas entre el alumnado, el profesorado y las familias como una vía para generar un clima de seguridad y confianza que fomente la búsqueda de ayuda.

  1. Protocolo de actuación ante el riesgo de suicidio identificado

Con la misma orientación práctica que el apartado anterior, la estrategia propone aspectos clave para la identificación de señales de riesgo que puedan alertar de situaciones de sufrimiento y malestar interior entre el alumnado y que pueden no comportar implicaciones relevantes pero que han de valorarse teniendo en cuenta el contexto general (si la persona tiene o no factores de riesgo suicida), así como las características de la(s) señal(es) de alarma.

Para ello, el protocolo de actuación identifica dos escenarios que aconsejan activar el plan de actuación: a) cuando se habla del suicidio y/o se hacen planes de suicidio y b) cuando el/la alumno/a muestra una serie de señales de alarma (dolor mental, desesperanza, percepción de ser una carga, hostilidad hacia uno/a mismo/a, señales de alarma física y conductuales y baja conectividad) combinado con determinados factores de riesgo suicida (intento de suicidio o autolesiones no suicidad previas, trastorno mental conocido, exposición reciente a conducta suicida en familiares o amigos, ser víctima o agresor/a de acoso escolar, ser víctima de abusos sexuales recientes o de maltrato físico y psicológico).

El documento establece los pasos a dar en caso de observación de riesgo de suicidio por parte de un/a alumno/a, así como la descripción de las condiciones que activan el procedimiento de actuación en crisis de conducta suicida, bien con el objeto de reducir la magnitud de esta, bien con la finalidad de mantener la situación bajo control.

Por último, este apartado destaca la trascendencia de desarrollar un marco de trabajo colaborativo entre profesionales de la salud mental, del ámbito social, del socioeducativo y del propiamente escolar, que garantice la actuación integrada con objetivos compartidos y la coordinación interprofesional y se logre, en caso necesario, completar tanto el Plan de Seguridad como el Plan de Transición y Reintegración.

  1. Protocolo de actuación después de un intento de suicidio

Después de un intento de suicidio, el plan de actuación plantea dos momentos de intervención en el ámbito educativo: uno antes de la reincorporación del/de la alumno/a al centro y otro tras su vuelta al aula.

En el primer momento, las actuaciones pasan por: a) poder establecer comunicación directa (previa autorización) con el ámbito sanitario, en concreto con el/la profesional de Salud Mental de referencia del/de la alumno/a; b) mantener comunicación con el/la alumno/a y su familia, para elaborar el Plan de Transición y Reintegración y preparar al/a la alumno/a para un retorno exitoso al ámbito escolar; c) mantener comunicación con el/la alumno/a, de modo que se intenten gestionar las necesidades socioemocionales y educativas de este/a; d) con el centro educativo, a fin de coordinar la realización de los ajustes educativos y organizativos necesarios descritos en el Plan de Transición y Reintegración.

Posteriormente, durante la reincorporación, se plantea el seguimiento y coordinación regular con los servicios de salud, la familia, el/la alumno/a y el propio centro educativo, para garantizar que no se produce una nueva tentativa de suicidio.

  1. Protocolo de actuación después de una muerte por suicidio

Las actuaciones que se desarrollan con las personas supervivientes que rodean a un caso de suicidio tienen por objeto facilitar la recuperación psicosocial y prevenir los efectos adversos (como la manifestación de la conducta suicida o la aparición de sintomatología clínica) que se puedan derivar de este.

Entre los beneficios de estas actuaciones, adecuadamente desarrolladas, se encuentran la reducción del riesgo de contagio social del suicidio, la difusión de información objetiva tras la muerte de un miembro de la comunidad escolar, el proporcionar la ayuda necesaria a las personas supervivientes para afrontar un fallecimiento por suicidio y enfrentar el estigma social asociado a este. Se trata, en definitiva, de realizar una serie de actuaciones de posvención, diferenciadas según el suicidio se produzca en el centro educativo o fuera de este.

Por último, el documento proporciona amplia documentación anexa para el apoyo en la realización de acciones orientadas a la prevención, la intervención y la posvención de la conducta suicida en el ámbito educativo, entre las que destaca una ficha de notificación de situaciones de riesgo en la infancia y adolescencia, un modelo para desarrollar el Plan de Seguridad del Alumnado o el Plan Personalizado de Transición y Reincorporación y orientaciones básicas para una comunicación sobre el suicidio, entre muchos otros materiales disponibles.

Si desea ampliar esta información, puede acceder al contenido de la Estrategia de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida en el Ámbito Educativo, publicada por el Departamento de Educación (Gobierno Vasco) (2022).