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• Elige productos que tengan, como mínimo, el factor de protección solar adecuado en función de tu tipo de piel y el IUV.
• Asegúrate de que te protegen tanto contra la radiación UVA como contra la UVB.
• Extiende una capa abundante de una crema protectora adecuada al tipo de piel sobre las zonas expuestas al sol:
  • media hora antes de ponerse al sol, aun cuando esté nublado;
  • repitiendo siempre la aplicación cada dos o tres horas;
  • siempre después de bañarte, pero sobre la piel bien seca.
• El uso de la crema no debe incitar a una exposición excesiva al sol.
• La exposición al sol se ha de hacer de forma gradual.
• ¡Cuidado bebés! NO exponer nunca directamente al sol a bebés de menos de 6 meses. Durante los primeros 6 meses de vida no se les debe aplicar cremas solares porque su piel tiene una capacidad muy alta de absorción y se desconocen los posibles efectos nocivos sobre su cuerpo.