Departamento de Cultura y Política Lingüística

141. Ermita-Atalaya de Nuestra Señora del Socorro (Muskiz)

ETAPA 8: PORTUGALETE • KOBARON

La tradición marinera

Las atalayas y puestos de señeros eran infraestructuras muy sencillas. En muchas ocasiones se aprovechaba la existencia de otras construcciones como se hizo en Pobeña con la ermita existente, para que además de sus funciones religiosas, ejercieran las propias de las atalayas. Entre los siglos XVI y XVIII, además de satisfacer las necesidades de los pescadores de Muskiz, esta atalaya constituyó una infraestructura fundamental para la gestión del tráfico comercial relacionado con la extracción del mineral de hierro de las minas de Somorrostro y del hierro elaborado de las ferrerías del río Barbadún, divisando aquellos barcos venaqueros que precisaban ser remolcados o atoados por su ría gracias a la ayuda de pequeñas embarcaciones experimentadas movidas a remo.

La ermita-atalaya de Nuestra Señora del Socorro, se ubica sobre un pequeño promontorio dominando la desembocadura del Barbadún. La ermita de Nuestra señora del Socorro, de gran devoción marinera, se puede datar entre los siglos XVII y XVIII y la cueva que se localiza debajo se halla habilitada como ermita rupestre dedicada al mártir cristiano San Pantaleón, datado en torno a los siglos XVI y XVII. Como su nombre indica, la virgen del Socorro es invocada para solicitar ayuda en caso de peligro, lo que hizo de ella una de las predilectas de los marinos de Pobeña, siempre expuestos en la mar cuando salían a pescar. Por este motivo, cuentan que antes de salir a faenar detenían sus barcas en este lugar y subían a pedir protección y observaban el estado de la mar para decidir la conveniencia o no de embarcarse.

Se considera que la ermita actual fue construida en 1768 por una promesa que hizo el capitán Pedro de Llano, vecino del lugar, al salir con vida de una tempestad en su viaje de la Habana a la Coruña. De ahí su veneración entre las gentes del mar. En su interior los altares laterales están dedicados a San Nicolás y San Bartolomé, y en el retablo central se encuentra la imagen de Nuestra Señora del Socorro, talla de madera policromada del s. XVII. Después, el templo sería reformado en 1859, momento en que se le añadió la espadaña, y nuevamente en los años 80 del siglo XX.

A la ermita se accede desde las marismas de Pobeña por una escalera de piedra, cerrada por una reja que se abre solamente para las misas y festividades y que discurre entre frondosas encinas, que ocultan su vista desde la playa La Arena. La planta de la ermita es rectangular, de una sola nave. El material constructivo utilizado es la mampostería y su tejado es a dos aguas.

Compartir en

unesco