El aprendizaje permanente o a lo largo de toda la vida se está perfilando como uno de los ejes más importantes de la Unión Europea para la consecución del nuevo objetivo estratégico fijado por el Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000 consistente en que durante esta década, la Unión Europea se convierta en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con una mayor cohesión social. La Unión Europea destaca el carácter fundamental de la inversión en recursos humanos, así como la necesidad de contar con unos sistemas de educación y formación modernos y eficaces que a su vez se vean reforzados y complementados por el eje común y transversal del aprendizaje permanente. Para ello, mediante el método abierto de coordinación, tanto la UE como los Estados miembros, y por derivación también las regiones, deberán trabajar de forma coordinada e intensificar la atención dedicada, entre otros, al desarrollo de los recursos humanos.
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