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Euskalmet califica el otoño meteorológico de muy cálido y seco

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  • Se trata del tercer otoño más seco de lo que llevamos de siglo, por detrás de los años 2007 y 2006

La Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, ha calificado el otoño meteorológico (meses de septiembre, octubre y noviembre) de entre seco a muy seco, siendo el tercer otoño más seco de lo que llevamos de siglo, tan solo por detrás de los años 2007 y 2006. De hecho, las temperaturas han sido muy cálidas situándose en 0.7 °C por encima del periodo normal 1991-2020.

Según Euskalmet, septiembre fue en general seco, acercándose más a lo normal en zonas del litoral y puntos del oeste. En octubre también se mantuvo el carácter seco, con acumulados por debajo del 50 % en todo el territorio, y del 30 % en buena parte de Araba. Por el contrario, en noviembre se rompió la tendencia, siendo húmedo en general, si bien zonas como el litoral o la Rioja Alavesa se acercaron más a lo normal. En cuanto a las temperaturas medias, en la costa se movieron entre los 16-17 °C, en los valles cantábricos rondaron los 15 °C y en la Llanada Alavesa los 12-13 °C.

Estas temperaturas estuvieron acompañadas de una insolación superior a lo normal, con un 10-20 % más de horas de sol. Por capitales, Bilbao habría tenido 454 horas, Donostia/San Sebastian, 475 y Vitoria-Gasteiz, 493.

En lo que se refiere a la precipitación, todo el territorio estuvo por debajo del promedio normal, con la mayor desviación negativa localizada en el este de Gipuzkoa y en la muga entre Gipuzkoa y Bizkaia. Así, los valores más altos se registraron en el nordeste de Gipuzkoa (Eskas 555 l/m², Berastegi 421.1, Añarbe 415.8, Ereñozu 411.2, Ameraun 408.3 y Bidania 400.8).

En cuanto a los episodios de meteorología adversa, el Gobierno Vasco activó a lo largo del otoño 1 alerta naranja por oleaje para la navegación y 43 avisos amarillos, 3 por temperaturas altas extremas, 7 por riesgo de incendios forestales, 4 por precipitaciones persistentes, 2 por precipitaciones intensas, 3 por nevadas, 6 por viento en zonas expuestas, 4 por viento en zonas no expuestas, 7 por oleaje para navegación, 6 por impacto en costa y 1 por proyecciones de agua y salpicaduras.

En este sentido hay que destacar las irrupciones de las borrascas Benjamín y Claudia durante los meses de octubre y noviembre que provocaron fuertes rachas de viento y mal estado de la mar en el primer caso y vientos huracanados y riesgo de incendios forestales en el segundo.

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