Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

El fenómeno de la soledad a través de los medios de comunicación

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Imagen de archivo

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El Observatorio Ciudades que Cuidan ha presentado un estudio en el que se analiza la repercusión de la soledad no deseada en los medios de comunicación, poniendo el foco en el colectivo de personas mayores que se encuentran en esta situación.

La soledad como fenómeno social ha empezado a estudiarse con interés en el campo científico y académico en los últimos años. Sin embargo, el estudio que se señala mediante estas líneas realiza un análisis desde el prisma de la comunicación, estudiando el abordaje de la soledad en los medios de comunicación basándose para ello, en la revisión de más de 187 artículos y noticias publicados tanto en prensa tradicional (en papel) como en prensa digital y de ámbito nacional y autonómico, durante septiembre de 2019 - octubre de 2020.

Metodológicamente, el estudio ha partido de un análisis cualitativo tomando como referencia la inclusión en dichos artículos de datos relativos a la soledad en personas mayores, los efectos de ésta en la salud y en la mortalidad, así como los programas e intervenciones dirigidas a erradicarla. Del total de artículos, el 52,4% se centraban en la soledad, sus causas y consecuencias, así como estadísticas relativas a este fenómeno.

La literatura en torno a la soledad muestra evidencias científicas sobre de la afectación de la soledad no deseada en el bienestar físico y mental de las personas y en un mayor riesgo de mortalidad, “lo que, en las etapas finales de vida, implica una peor calidad de vida y un elevado riesgo de morir en soledad” (Yanguas et al, 2018; Rodríguez M., 2008). Entre las afecciones asociadas a la salud mental, diversos estudios señalan mayor riesgo de sufrir ansiedad, depresión, problemas de adicciones, deterioro cognitivo y demencia. En relación con la salud física, se señalan afectaciones cardiovasculares, en el sistema inmunológico, obesidad, diabetes, empeoramiento de la movilidad, entre otras.

En relación a la mortalidad, casi un 10% de los artículos analizados recogen el aumento de personas mayores que fallecen en soledad. Se trata de noticias que describen situaciones en las que una persona de edad avanzada ha sido hallada muerta en su casa. Sin poder considerarse un muy extendido en nuestro entorno, se trata de una tendencia en aumento. Según profesionales de los Cuerpos de Seguridad y de los equipos de Medicina Legal y Forense, hace una década “se veían casos muy esporádicos de personas que morían solas y eran halladas en avanzado estado de descomposición, pero ahora los casos son más frecuentes, alrededor de cuatro o cinco cada mes”. Curiosamente, este dato no se contabiliza a pesar de que se ha visto incrementado en los últimos años.

Además de los problemas señalados, la incidencia de la epidemia de COVID-19, y, concretamente, las medidas de prevención definidas para frenar su propagación, han repercutido en la proliferación de situaciones de aislamiento social y soledad no deseada incrementando los problemas asociados a la misma.

A este respecto, es interesante la referencia de la revista británica The Lancet, en la que se menciona una situación de sindemia, definida como 'la sinergia de diferentes enfermedades que afectan a la salud de una población, y que, a su vez, una empeora a la otra. En este caso, a la infección por SARS-CoV-2 se le unen otras enfermedades no transmisibles, que tienen que ver con determinantes socioeconómicos, y otras situaciones que la afectan, como sería el caso de la soledad no deseada' (para más información: Horton, R. Offline: 'COVID-19 is not a pandemic'. The Lancet (2020): vol.396).

En relación al contexto epidémico, muchos de los artículos de prensa consultados resaltan la necesidad de ofrecer una mayor atención psicológica al colectivo de personas mayores por tratarse de un colectivo vulnerable a la pandemia de COVID-19 y señalan actuaciones concretas que distintas a administraciones públicas están desarrollando en esta línea.

Por último, el desafío que plantea a los sistemas de atención social y sanitaria principalmente, el fenómeno de la soledad no deseada se refleja también en la prensa. Un 38% de los archivos estudiados hace referencia a la proliferación de recursos, programas y organizaciones dedicadas a la investigación de la soledad no deseada así como al impulso de numerosas intervenciones dirigidas a combatir la misma en el segmento de personas mayores. Entre estos se destacan la creación de instituciones generadoras de conocimiento, intervenciones y programas específicos, así como, recursos “radar” para las personas mayores, la creación del Ministerio de la Soledad británico (2018) o en el ámbito estatal, el anuncio de la creación de la Estrategia frente a la Soledad no Deseada, programas de voluntariado o recursos de base tecnológica.

Las conclusiones del estudio coinciden en describir el fenómeno de la soledad no deseada como un problema social con múltiples aristas, de gran complejidad y que requiere un abordaje multidisciplinar.

Finalmente, el informe realiza una llamada a la necesidad de atender a este fenómeno en la definición de las políticas públicas y se apuntan propuestas concretas como la aplicación de políticas concretas destinadas a prevenir y atenuar las situaciones de soledad no deseada, el impulso de intervenciones individualizadas ajustadas a las necesidades de cada persona con refuerzo del entorno comunitario o, la creación de mesas de trabajo intersectoriales específicas para este fenómeno.

El Observatorio Ciudades que Cuidan (abre en nueva ventana) es un proyecto de la Fundación Mèmora que busca sensibilizar sobre la necesidad de crear entornos y comunidades de cuidado en las Ciudades y recoge una serie de iniciativas y debates orientados a la generación de conocimiento sobre la materia.

Si desea consultar el informe completo, pulse aquí (abre en nueva ventana).