Departamento de Cultura y Política Lingüística

125. Horno 1 de AHV (Sestao)

ETAPA 7: BILBAO • PORTUGALETE

El símbolo de una tradición

“Y como un romántico de hoy puede ir a la casa-torre begoñesa a meditar en el irreversible fluir del tiempo y en la eterna mudanza de las cosas, así podrá ir mañana un futuro romántico al pie de las ruinas que de nuestros actuales altos-hornos queden, a meditar la misma meditación, siempre antigua y nueva siempre, tan vieja como el sol y como él cada día nueva”.

Con esta visión de futuro describía Miguel de Unamuno en la revista bilbaína Ecos Literarios, la posibilidad de que uno de los baluartes de la modernidad de su época se convirtiese con el paso del tiempo en un símbolo de nuestra historia reciente. Y efectivamente, contemplar hoy día el Alto Horno 1 de Altos Hornos de Vizcaya puede ser una imagen simbólica, evocadora de la Revolución Industrial para los foráneos y cargada de emociones para los vizcaínos, cuyo territorio prosperó con el hierro y en consonancia con esta industria emblemática.

Altos Hornos de Vizcaya nació en 1902 de la fusión de dos empresas siderometalúrgicas, Altos Hornos de Bilbao (antes Nuestra Señora del Carmen) y La Vizcaya, y una fábrica de hojadelata, La Iberia. La incidencia de Altos Hornos de Vizcaya fue enorme para su territorio de influencia. Llegó a exportar hierro y acero vizcaíno a casi toda Europa y su importancia estratégica derivaba de que se encontraba en un territorio con una amplia tradición histórica en la explotación y transformación del mineral de hierro, pero sobre todo, por contar con importantes recursos naturales y la cercanía al mar para su transporte. De este modo, podríamos afirmar que en torno a los Altos Hornos creció la minería, la red de ferrocarril, la industria de construcción naval y toda la industria auxiliar de la Margen Izquierda de la ría. En 1996 cerraron las últimas dependencias de esta empresa.

El Horno Alto Nº1

Éste es el único de los siete hornos de Altos Hornos de Vizcaya que permanece en pie y uno de los pocos elementos de patrimonio industrial que quedan de esta antigua empresa. Fue inaugurado en noviembre de 1959 y era gemelo del Horno Alto 2 que estaba a su lado. Este tipo de instalación duplicaba la producción de los anteriores en un principio con 600 tn/día, y tras varias reformas al final de su vida útil, en 1995, producía 1.500 tn/día. La altura total del Alto Horno nº1 es de 80 m. El horno se apoya sobre una viga circular o madastra, el crisol mide 6 m. de diámetro, 25 m. de altura interior y 720 m³ de volumen interior útil. El interior está hecho de material refractario y el armazón exterior es de chapa soldada.

El horno funcionaba introduciendo por la parte superior mineral de hierro, coke y cal como fundente. A medida que se recargaba por arriba, se le proporcionaba aire, previamente calentado, mediante 14 toberas en su base. Cuando se fundía el material se retiraban los gases y en el fondo del crisol se acumulaba en estado líquido el arrabio sobre el que flotaba la escoria sobrante. Ambos materiales se recogían en unos canales o regueras para su evacuación. El correcto funcionamiento del horno exigía un equipo de trabajo de 9 personas: un maestro de extracción, un ayudante, dos garzones, un escoriero, un vigilante de refrigeración, un maquinista, un contramaestre y un jefe de turno.

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