Departamento de Cultura y Política Lingüística

24. Funicular y Parque de Atracciones de Igeldo (San Sebastián)

ETAPA 2: DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN • ZARAUTZ

Las transformaciones vividas por la ciudad de San Sebastián a partir de la segunda mitad del siglo XIX convirtieron una ciudad mercantil y mayoritariamente rural en una población burguesa y obrera. Desde las élites a las clases bajas, la ciudad demandaba nuevas instalaciones de ocio. Los cafés comenzarían a abarrotar la ciudad, pero también se extiendería el gusto por los parques de atracciones que permiten a los ciudadanos alejarse del bullicio de la ciudad y al mismo tiempo disfrutar de las vistas sobre ella. Los principales espacios de este tipo que se establecen en San Sebastián son los de Igeldo y Ulia.

En la actualidad el concepto de parque de atracciones que manejamos difiere bastante del que predominaba a principios del siglo XX. Hoy damos importancia a las vertiginosas y veloces instalaciones que provocan un estallido de adrenalina. Antaño, la diversión que ofrecían los elementos mecánicos se complementaba con establecimientos hosteleros, casinos, espacios de baile, valcones de amplias panorámicas sobre la ciudad y su entorno, puestos con pruebas de habilidades, carruseles, etc.

En este sentido, el parque de Igeldo sufrió un desarrollo que lo asemejó a la idea de la atracción moderna, cosa que no ocurrió con el de Ulia. En él se disponen espacios e instalaciones de recreo que fueron añadiéndose desde su apertura en 1912 hasta la actualidad. En un inicio la principal actividad se centraba en el restaurante y casino aunque, tras la prohibición del juego en 1925, fue necesario buscar alternativas. En 1929 se procedió a modificar el espacio para instalar varias atracciones que llegaban de la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

Cabe destacar, así mismo, que algunas instalaciones del actual hotel y del parque se encuentran construidas sobre los restos del antiguo fuerte de Igeldo, cuya primera construcción data de la Primera Guerra Carlista (1833-1839). Además, la torre almenada que destaca en el conjunto es fruto de una reforma que se practicó a la antigua torre del faro (Farola) construida en el siglo XVIII en la cumbre más prominente del cabo que constituye el monte Igeldo.

Las instalaciones de ocio

Sin duda, el elemento más importante del conjunto es el funicular que comunica los jardines de Ondarreta con la cumbre del monte, proyectado por el ingeniero Emilio Huici. Recorre una distancia de 312,5m, salvando un desnivel de 151m y hasta 57% de inclinación. Así, consta de dos coches unidos por un cable que es movido por un motor fijo. Los habitáculos, construidos en madera sobre un chasis metálico y dispuestos en rampa, recorren un raíl que se bifurca en la zona central, el punto en que se cruzan. Cabe destacar que es el funicular mejor conservado del País Vasco. Además, es reseñable la calidad de la estación inferior, de estilo modernista.

Entre los elementos de ocio que podemos destacar por su antigüedad, son la Montaña Suiza (una montaña rusa), un estanque para barcas, el Río Misterioso (un recorrido en barca a través de un canal impulsado por el agua corriente movida por una aceña) y el laberinto. Todos ellos proceden de la citada Exposición sevillana de 1929.

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