Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Como reducir tus gastos gestionando el presupuesto familiar

Compra de regalos, caprichos o escapadas… incluso cafés, copas, cañas, pintxos… haces cuentas y compruebas que el periodo navideño ha desestabilizado tu economía. Además, tampoco ayuda la constante subida de precios en la energía, en el supermercado o en las hipotecas. Todo ello hace que llegar a fin de mes sea cada vez más costoso y hace que la economía familiar se desequilibre y se resienta.

Piensa que por cada euro que ahorras en un gasto innecesario, puedes destinarlo a algo que realmente necesitas. Te ayudará saber en qué gastas el dinero para poder ahorrar y, para ello, hacer un seguimiento de todos los gastos hará que controles mejor tu economía.

Hacer un presupuesto es más que apuntar en una lista los ingresos y los gastos: es saber adaptarse a cada situación, conocer las necesidades y priorizar lo que se gasta. Te explicamos cómo hacerlo:

Paso 1. Debes calcular los ingresos previstos, que provengan de diferentes fuentes como nóminas o ayudas. Si te sirve de ayuda, puedes considerar los del año anterior para hacerte una idea.

Paso 2. Existen diferentes tipos de gastos, te mostramos cuáles son para que puedas clasificarlos:

  • Fijos y necesarios. Alquiler, hipoteca, comunidad, educación, alimentación, agua, electricidad, gas, transporte, etc. Algunos suelen ser variables (como el gas o la electricidad o los productos no necesarios en la lista de la compra), así que los puedes reducir con un consumo más moderado y controlado.
  • Ocasionales y prescindibles. Por lo general, suelen estar destinados al ocio y tiempo libre: restaurantes, viajes, aficiones, etc. Los puedes reducir o eliminar en caso de necesidad.
  • Imprevistos. Surgen de manera inesperada, como reparaciones en casa, averías de electrodomésticos o en el coche o gastos médicos.

Paso 3. Cuidado con los gastos hormiga, el periodo navideño y las vacaciones:

  • Gastos hormiga. Son pequeñas cantidades que muchas veces pasan desapercibidas. Un café, una caña, un paquete de pipas… A final de mes pueden sumar cifras importantes capaces de desequilibrar tu presupuesto. Como consejo, prueba a apuntarlos en una lista para detectar los innecesarios.
  • Periodo navideño, rebajas y vacaciones. En estas épocas surgen muchos gastos extraordinarios que pueden desestabilizar tu economía. Marca un límite para tenerlos controlados. Valora también destinar una parte de tus ahorros por ejemplo a las vacaciones, siempre poniendo un tope. 

Paso 4. Ahorro. Una vez conozcas la totalidad de ingresos y gastos puedes fijarte un objetivo de ahorro realista, en ese momento lo puedes incluir como un gasto fijo. Tener una reserva económica te ayudará a afrontar imprevistos de forma más tranquila. También podrás gastarlo en aquello que deseas, como un viaje, la compra de un coche o pagar unos estudios. 

Una de las claves del consumo responsable es entender la diferencia entre “querer” y “necesitar”. Antes de comprar algo piensa si realmente lo necesitas, si lo vas a utilizar con frecuencia o si tienes en casa algún artículo parecido. Compara precios y no te dejes llevar por supuestos chollos solo porque tengan un precio muy rebajado.