Departamento de Cultura y Política Lingüística

21. El monte Urgull-Parte Vieja de San Sebastián (San Sebastián)

ETAPA 1: HONDARRIBIA • DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Un enclave estratégico

La aparición de la ciudad de San Sebastián se explica por el enorme potencial de su emplazamiento geográfico. El tómbolo en el que se asienta, el estrecho brazo de arena que une la antigua isla de Urgull con la costa, se encuentra resguardado de los embates del mar, al mismo tiempo que se ubica en el borde de la desembocadura del río Urumea y de la bahía de la Concha, un excelente fondeadero natural.

Ya en la época romana se originó un asentamiento al pie del monte Urgull y alrededor del año 1000 la iglesia de Santa María ya se encontraría en pie, con un cementerio alrededor. Ya para fines del siglo XII, la aldea de San Sebastián iba a saltar a una categoría jurídica superior, recibiendo un fuero o ley escrita que, en adelante, iba a regular la vida de sus pobladores. En este momento, constan los primeros datos sobre la existencia de un castillo, regido por un representante del rey de Navarra.

Durante los siguientes seis siglos el urbanismo de la villa de San Sebastián se va a desarrollar dentro de sus murallas. Éstas fueron una serie de fortificaciones que adquirieron una especial importancia a partir de fines delsiglo XV y vivirían constantes remodelaciones hasta fines del siglo XIX, especialmente en el monte Urgull. En estos siglos la población sufrirá varios episodios bélicos, entre los que debemos resaltar el asedio, toma y saqueo de la misma, protagonizada por las tropas angloportuguesas en 1813, quienes provocaron un incendio que arrasó completamente la villa.

El siglo XIX supuso una total transformación de la localidad, ya que ésta fue reconstruida siguiendo los nuevos modelos neoclásicos, armonizando la topografía del área urbana, racionalizando el entramado de las calles, etc. Finalmente, como colofón a este proceso, en 1864, se tomó la decisión de derribar las fortificaciones exteriores del tómbolo, para así poder desarrollar la ciudad de acuerdo con el nuevo carácter que las autoridades municipales pretendían. Así, el perfil militar no encajaba con una ciudad balneario, turística y ya desde 1880 se persiguió la cesión del monte Urgull al ayuntamiento, algo que no sucedió hasta 1921.

El conjunto patrimonial

Aunque puede resultar difícil encontrar la vinculación de los dos espacios, Urgull y la Parte Vieja son dos entidades estrechamente relacionadas. Aunque actualmente la primera se nos presenta como un parque y la segunda como un barrio turístico, su imagen hasta hace 150 años era bien distinta.

La villa de San Sebastián apenas guarda ya vestigios de su pasado militar, pero ciertamente, existen. Por un lado, el puerto aún se conservar la muralla que se erigió durante los últimos años del siglo XV, al que posteriormente se unión el acceso de Portaletas. El parking del Boulevard y la planta subterránea del mercado de la Bretxa ofrecen vestigios de las fortificaciones de los siglos XV y XVI.

El estilo que predomina en la Parte Vieja es el neoclásico y una de sus mejores muestras la constituye la Plaza de la Constitución, una plaza porticada de arcos de medio punto, la cual aparece presidida por el antiguo ayuntamiento de la ciudad. Sin embargo, en las inmediaciones de la calle 31 de agosto aún se pueden admirar elementos de mayor antigüedad, como las iglesias de San Vicente (renacentista, iniciada en 1507) y Santa María del Coro (barroca, comenzada en 1743), el convento de San Telmo (renacentista, 1544), y varias casas de entramado y ladrillo pegantes a la citada parroquia del Coro.

Una rápida mirada desde la Parte Vieja hacia el monte Urgull nos permite admirar el Cubo de la Reina (en su cima, coronado por la figura del Sagrado Corazón) y el frente la platarforma artillera del Macho. Nos percatamos, además, de las fortificaciones que cruzan el monte, fruto de diversas fases en las que se acometió la defensa del monte. Entre los numerosos elementos a visitar, recomentamos la batería del Mirador (en la parte este), la batería de las Damas (al oeste), el polvorín y la batería de Santiago (lado oeste), el Macho y la batería del Gobernador (parte superior). También es digno de visita el cementerio dedicado a los voluntarios británicos que participaron en la Primera Guerra Carlista (1833-1839), conocido como Cementerio de los Ingleses.

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