Departamento de Cultura y Política Lingüística

66. Colegiata de Cenarruza-Ziortza (Bolibar)

ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

Un señorío eclesiástico a los pies del monte Oiz

Los restos más antiguos que se han encontrado en la iglesia de Cenarruza se pueden retrotraer a los siglos IX o X y constituyen las pruebas de la existencia de una iglesia y su cementerio con anterioridad a la mención de un abbate domno Blasco de Cinaurriza en un documento de 1082. Su historia se vuelve más opaca en los siglos siguientes, pero dos datos dan muestra de que su influencia y poder fue en aumento. Por un lado, el hecho de que fue el lugar escogido por varios personajes de prestigio, el suficiente para enterrarse en sarcófagos en el interior del templo, seguramente en torno a los siglos XII y XIII. Por otro, que la propia iglesia fue reedificada en mampostería, asentada sobre muros de 60cm, cubierta por bóvedas sostenidas en pilares, posiblemente a fines del siglo XII (en estilo románico), con unas dimensiones nada desdeñables de 9x17m.

La Baja Edad Media será una época de apogeo para la colegiata. En 1380 el obispo de Calahorra y la Calzada Gonzalo de Mena otorgó unas constituciones o reglas por las que se regirían en adelante los religiosos (canónigos) que tenían su sede en la institución. Al contrario que en las parroquias más humildes, en las que el servicio pastoral y litúrgico era sostenido por un vicario o rector y uno o unos pocos beneficiados, la colegiata de Santa María estaba formada por un nutrido grupo de religiosos, que hacían vida en común aún sin ser monjes o frailes regulares. Para poder hacer frente a los costes del culto, la institución eclesiástica era dotada con un creciente número de fuentes de renta, por medio de donaciones. Como ejemplo, podemos citar el gran número de propiedades de montaña (seles) con los que contaba a fines del siglo XIV y que les estaban siendo disputadas por los concejos y los particulares del entorno. En adelante, mediante la construcción de caseríos y su arrendamiento, la colegiata consiguió ampliar el flujo de ingresos. Del mismo modo, hacia 1381 la parroquia de Santo Tomás de Bolibar quedó unida a ésta, de forma que la recaudación (los diezmos) la ingresaría Cenarruza, a cambio de mantener el mínimo servicio en el pueblo.

En el siglo XVI la colegiata vivió un momento de engrandecimiento, con la reedificación de la iglesia y la construcción del claustro y el hospital. En 1851, fruto de la desamortización, la institución pasó a ser parroquia y en 1959 sufrió un incendio que afectó a gran parte de las instalaciones, como es la del hospital. Actualmente, desde 1988, se encuentra habitado por monjes cistercienses provenientes del monasterio de la Oliva.

El conjunto artístico

Actualmente, los restos más antiguos de la colegiata, los correspondientes a la iglesia prerrománica (siglos IX-X) se encuentran en la base de uno de sus contrafuertes, concretamente en sillar con decoraciones prerrómanicas donde aparecen fusionados el símbolo de la cruz y un motivo astral.

La iglesia actual fue construida en varios momentos, a partir de fines del siglo XV y comienzos del XVI, en estilo gótico tardío, en una sola nave rematada con una cabecera ochavada. Destacamos su sobria portada, en cuyo tímpano encontramos la figura del Salvador flanqueado por dos ángeles que tocan sendas trompetas, resguardada por un atrio en el que la estructura de madera se encuentra ricamente ornamentada. El interior se cubre mediante bóvedas estrelladas en la nave y de crucería sobre el altar mayor. El templo está presidido por un retablo plateresco (hacia 1530-1540), construido y tallado por Pedro Larrunbe, Juan de Anitua y Pedro de Orma y pintado por Francisco Vázquez. Se encuentra acompañado de dos colaterales barrocos (siglo XVIII). A los pies, en el coro, hallamos un órgano del siglo XVII, cuya longevidad la convierte en única en Bizkaia.

Citaremos también el claustro renacentista (1560), con un pórtico de arcos de medio punto soportados sobre columnas toscanas y una galería superior con balaustrada y arcos rebajados.

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