Departamento de Cultura y Política Lingüística

64. Aldea de Arta (Bolibar)

ETAPA 5: MARKINA-XEMEIN • GERNIKA-LUMO

Una población de la Alta Edad Media

Gracias a las investigaciones realizadas en las últimas décadas, sabemos que en los siglos que siguieron a la desaparición del Imperio Romano en la Europa Occidental y, por supuesto, también en Bizkaia las poblaciones se asentaban en las zonas rurales y formaron pequeñas aldeas. En términos generales y especialmente en las zonas de montaña, parece que los asentamientos serían de escasa entidad, pobladas por pocas familias. En consecuencia, las casas que existían eran pocas, realizadas con materiales pobres, que estarían rodeadas de los campos de cultivo, pastizales, campos de frutales y bosques, así como por establos, pequeñas herrerías, hórreos donde almacenar los productos de la tierra, rediles, etc.

En esos asentamientos, a partir del siglo VIII comenzaron a construirse pequeñas iglesias rurales. A pesar de que en su mayoría no serían mucho más monumentales que las propias casas de los vecinos, en Bizkaia encontramos muchos ejemplos en los que destacan los elementos ornamentales anteriores al período románico, es decir, presumiblemente previos a los siglos XI-XII.

Estos templos servían, además, para organizar el espacio funerario, es decir, los cementerios donde se enterraba a los miembros de la comunidad. La configuración más común de estas necrópolis era la de su concentración alrededor de la iglesia.

Ya hacia el final de la Edad Media, a partir del siglo XII, muchas de estas aldeas, que antes mantenían su autonomía, comienzaron a unirse a localidades mayores, con más población y pujantes. En algunos casos, el resultado ha sido la de la desaparición en el paisaje de cualquier resto del antiguo asentamiento. En otros, se mantiene una ermita solitaria, como resto de la antigua iglesia “parroquial”. Finalmente, algunas poblaciones se han mantenido en forma de pequeños núcleos rurales, en los que, durante la Edad Moderna, se han construido nuevas casas y caseríos.

El conjunto de Arta

El barrio de Arta lo compone un grupo de caseríos, campos de labranza y, especialmente, una sencilla iglesia rural, ubicada en un pequeño alto a unos 150m del centro del grupo de casas. Entre los caseríos de mayor interés se encuentra el de Arespe. También conocido como Arta-arexpe, se reconoce por mantener a la vista la estructura de madera en su fachada principal. Compuesto por una planta baja asentada sobre muros de mampostería de arenisca, la principal estructura sustentante del edificio se establece mediante pilares de madera sobre los que se desarrolla un entramado de piezas auxiliares (solibos y tornapuntas), que sostienen las plantas y la cubierta. Aunque actualmente no se perciben por estar enlucidos, los tabiques que en las fachadas cubren los huecos de las piezas de madera se realizan mediante tapial de tierra y cal, mampostería o ladrillo, aunque en tiempo más remotos se solían cerrar de tabla.

No obstante, el elemento más subrayable lo constituye el templo de San Pedro de Arta. En su sencilla construcción una sobria puerta ojival de estilo gótico y, especialmente, una pequeña ventana prerrománica, monolítica, instalada en la cabecera del templo, datado en el siglo X. Se han detectado enterramientos en torno al templo, dando cuenta de su antiguo origen.

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