El Gobierno Vasco quiere comparecer este domingo para valorar el proceso de independencia de Kosovo, por lo que supone de lección sobre el modo de resolver de manera pacifica y democrática conflictos de identidad y pertenencia.
Hoy en Europa se da una muestra más de que de manera democrática y dialogada, respetando la voluntad de la ciudadanía, se puede solucionar los problemas.
Y es que en Europa, excepto, Serbia, Rusia y el Estado español la práctica totalidad de los Estados asumen con normalidad la independencia de Kosovo, que por otro lado, no es el primer caso, sino un nuevo ejemplo. En las últimas década este debate y modo de solucionar los problemas ha estado sobre la mesa y se ha aplicado con normalidad en diferentes puntos del mundo occidental. Una nueva demostración de que este principio está sirviendo para canalizar, de forma pacífica y democrática, conflictos de identidad y de pertenencia en sociedades modernas y avanzadas desde Québec, a Montenegro, pasando por Irlanda; un debate que está planteado en Bélgica y Escocia, del mismo modo que en Euskadi o Catalunya.
Y es que, como ha repetido el Lehendakari Ibarretxe, el siglo XXI es el siglo de la identidad y de las naciones, es el siglo del respeto a la voluntad de la ciudadanía.
El propio Consejo de Europa planteó a los Estados la resolución de los problemas dando la palabra a la ciudadanía. Kosovo es un nuevo ejemplo de la vigencia del derecho democrático a la libre determinación plasmado en la legislación internacional, y desmiente una vez más a aquellos que sostienen este derecho no existe en ningún país democrático.
Bien al contrario, el respeto a la voluntad de la ciudadanía es la llave para la resolución de problemas políticos enquistados Los conflictos de convivencia entre pueblos diferentes, entre naciones, es preciso solucionarlos desde el respeto mutuo, desde el diálogo y desde la convivencia entre iguales, desde el respeto a la voluntad de la ciudadanía y reconociendo el derecho de los pueblos a decidir su propio futuro.
Concluyo con la reflexión que el Lehendakari Ibarretxe planteó el pasado jueves en su conferencia en la Universidad de Stanford:
En el presente siglo XXI, es preciso resolver este conflicto político de relación entre Euskadi y el Estado español mediante el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de la capacidad del Pueblo Vasco para decidir su propio futuro.
El reconocimiento del derecho del Pueblo Vasco a decidir su propio futuro y el compromiso de ejercer este derecho por la vía del pacto y la negociación es la llave de la solución.
(…)
Es, pues, el Derecho de Autodeterminación, el derecho a decidir del Pueblo Vasco, la llave que nos puede abrir definitivamente la solución del conflicto político vasco, con el apoyo de la comunidad internacional.