Berdindu · ¿Tienes dudas? · Homosexualidad
Cuestiones sobre la orientación homosexual
Índice
- ¿Qué es la homosexualidad?
- ¿Qué adolescentes son lesbianas y gays?
- ¿Por qué existen diferentes orientaciones sexuales?
- ¿Cómo se llega a ser lesbiana o gay?
- ¿Cómo viven las lesbianas y los gays?
- ¿Cómo se distinguen, pues, las lesbianas y los gays?
- ¿Tienen los gays y las lesbianas preferencia por algún trabajo o alguna actividad en particular?
- ¿Las parejas de lesbianas y de gays se reparten los roles masculino y femenino?
- ¿Cuántas lesbianas y cuántos gays hay?
- ¿Por qué se sabe más sobre los gays que sobre las lesbianas?
- ¿Tienen los gays más posibilidades de contraer el SIDA u otras enfermedades?
- ¿Es legal ser lesbiana o gay?
- ¿Es la homosexualidad una enfermedad?
- ¿Es la homosexualidad una cuestión exclusivamente sexual?
- ¿Qué es la homofobia?
- ¿Cómo se transmiten la homofobia y el heterosexismo?
- ¿Cuáles son los principales problemas con los que se enfrentan las lesbianas o los gays adolescentes?
- ¿Qué supone para una persona reconocer su homosexualidad (“salir del armario”, en términos coloquiales)?
- ¿Cuándo se reconoce ante los demás la propia homosexualidad?
- ¿A quién hablan primero de su orientación sexual las lesbianas y los gays?
- ¿Cómo suelen reaccionar los padres y las madres ante una hija lesbiana o un hijo gay?
- ¿Pueden las lesbianas ser madres, y los gays ser padres?
- ¿Cómo podemos combatir la homofobia y el heterosexismo desde las escuelas?
- ¿Qué podemos decirle a un o una adolescente que siente dudas sobre su orientación sexual?
- ¿Cómo debemos responder a preguntas sobre la homosexualidad?
- ¿Se fomenta la homosexualidad al hablar de ella?
1. ¿Qué es la homosexualidad?
Es la orientación sexual de las personas que se sienten atraídas afectiva y sexualmente por otras personas de su mismo sexo. A los hombres que se sienten atraídos por otros hombres se les conoce como gays y a las mujeres a las que les atraen otras mujeres se les enomina lesbianas. Las personas que sienten atracción por ambos sexos son bisexuales. Estas categorías, como cualquier clasicación de los eres humanos, no son absolutas y reejan una visión estática y en cierto modo rígida de la sexualidad humana, pues todos los seres humanos pueden tener comportamientos sexuales muy variados e incluso cambiantes a lo largo de sus vidas (vid. Anexo I).
El género asculino y el femenino constituyen aspectos complementarios del ser humano y la transgresión de su rígida asignación a hombre o mujer introduce la oportunidad de ampliar el horizonte y las capacidades y riquezas de todos los seres humanos. A partir de esto, hombre ya no es igual a género masculino y mujer ya no es igual a género femenino; podemos empezar a imaginar todas las combinaciones o adiciones osibles y empezar a concebir una nueva forma más libre y completa de desarrollar nuestras capacidades, conductas y gustos.
Desde estas nuevas concepciones podemos entender mejor algunas expresiones del transgenerismo (la transgresión del género que tradicionalmente se asigna a uno y otro sexo), como el travestismo o el transformismo.
La orientación gay y lésbica no debe confundirse con la transexualidad, el transformismo o el travestismo. Transexual es la persona en la que no coincide su sexo biológico con su género psicológico o social y que transforma su cuerpo, cambiando de sexo. El transformismo y el travestismo son ambas, formas de transgenerismo. Travestidas son aquellas personas que se visten con las ropas asignadas radicionalmente al otro sexo, y tansformistas son aquellas personas que se trasvisten en el marco de un espectáculo. Tanto los transexuales como los transformistas o los travestidos pueden ser hombres o mujeres, heterosexuales, homosexuales o bisexuales. Hay que distinguir siempre entre género (masculino-femenino), sexo biológico (hombre-mujer), orientación sexual y práctica sexual.
2. ¿Qué adolescentes son lesbianas y gays?
Son las y los adolescentes que sienten atracción por personas de su mismo sexo. Cuando descubren o intuyen esa atracción tienden a ocultarlo por miedo al desprecio y la iscriminación. Por esto, cualquier alumna o alumno de cualquier centro puede estar ocultando su orientación lésbica o gay.
Estos adolescentes suelen vivir el descubrimiento de su orientación sexual con sentimientos de soledad, angustia y miedo. Es muy común que no tengan con quién hablarlo. Por ello, necesitan un apoyo y un clima de conanza que les permita aanzar su utoestima, que suelen tener muy dañada
3. ¿Por qué existen diferentes orientaciones sexuales?
Existen diferentes teorías de orden muy diverso: psicológico, endocrino, neuroanatómico, genético... Ninguna de estas teorías ha sido cientícamente demostrada de forma concluyente. Lo cierto es que la orientación sexual es algo que se conforma de formas muy variadas y en momentos diferentes de la vida en las distintas personas. Es una orientación de la persona, una forma de ser y/o de comportarse que pertenece a la esfera más profunda de libertad y dignidad del ser humano y que por tanto es inalienable, no susceptible de ser arrebatada por nada ni por nadie. Lo natural para las lesbianas y gays es ser lesbianas y gays, igual que para los heterosexuales lo es la orientación heterosexual. Pedir a las personas que se comporten de forma contraria a su sentir, a su gusto, a su querer, es decir, a su orientación sexual, pone en serio peligro la salud y el equilibrio psicológico de esas personas.
4. ¿Cómo se llega a ser lesbiana o gay?
La orientación sexual está relacionada con la libertad para ser y hacer lo que más nos guste, para vivir de la manera que más felicidad nos reporte. Aunque hay gente que descubre su orientación gay o lésbica en diferentes etapas de su vida, la mayoría comienza a hacerlo en la preadolescencia y la desarrolla en la adolescencia. No se trata de un descubrimiento de un día para otro, sino de un proceso de conocimiento que suele desarrollarse en las siguientes etapas: Sentimiento de diferencia, sorpresa ante esta diferencia, toma de contacto social, y aceptación de la propia orientación. Por supuesto, estas etapas no son generalizables en todos los casos y actuaciones represoras, que intenten impedir que alguien asuma su propia homosexualidad en cualquiera de las etapas en las que pueda emerger, llevarán a nuevas apariciones del deseo homosexual en posteriores etapas de la vida, que si son repetidamente reprimidas sitúan, tanto a la persona implicada como a quienes la rodean, en circunstancias cada vez más difíciles de asumir.
No todas las personas que sienten atracción por individuos de su mismo sexo terminan por desarrollar una identidad lésbica o gay. Ni todas las que tienen prácticas homosexuales necesariamente son lesbianas o gays. Hay quien se recono
5. ¿Cómo viven las lesbianas y los gays?
No hay una forma única de ser gay o lesbiana, hay personas de orientación gay y lésbica en todos los ámbitos sociales, en todas las clases sociales, en todas las sociedades, y las ha habido en todas las épocas. Existen tantas formas de ser gay o lesbiana como individuos que viven esta orientación. Algunos preeren vivir en barrios más o menos considerados "gays", otros lejos de ellos. Tampoco son siempre reconocibles por su aspecto físico o por su "pluma". La alumna de apariencia más femenina pudiera ser lesbiana y el alumno más varonil pudiera ser gay.
6. ¿Cómo se distinguen, pues, las lesbianas y los gays?
No hay nada que los distinga de los demás. Por eso, la mayoría de la gente habla de las lesbianas y los gays como si no estuvieran presentes. La "pluma" (apariencia externa), tanto masculina como femenina, no es patrimonio de la orientación lésbica o gay. Ni todos los gays son amanerados ni todas las lesbianas son masculinas. Como se ha dicho antes, existen tantas formas de ser gay y lesbiana como personas que tienen esta orientación sexual, y todos y todas merecen el mismo respeto.
7. ¿Tienen los gays y las lesbianas preferencia por algún trabajo o alguna actividad en particular?
En contra de los estereotipos que todos hemos oído, no existen profesiones especícas de lesbianas y gays. Se encuentran en todos los ámbitos profesionales, tanto intelectuales como manuales. Si en algún ámbito existe mayor visibilidad, será debido a que hay más permisividad, lo cual posibilita que gays y lesbianas actúen de forma más espontánea. La "pluma", tanto masculina como femenina, no es exclusiva de la orientación lésbica o gay.
8. ¿Las parejas de lesbianas y de gays se reparten los roles masculino y femenino?
No. Cada pareja es un mundo donde debería pactarse todo en condiciones de igualdad. No es cierto que uno de los miembros de la pareja deba asumir el rol del otro sexo. El reparto tradicional de roles de género está desapareciendo incluso en las parejas heterosexuales, que han sido las que más han marcado los roles y, por supuesto, es otro de tantos falsos estereotipos que existen sobre las parejas de lesbianas y gays.
9. ¿Cuántas lesbianas y cuántos gays hay?
El número, en realidad, es irrelevante. Los derechos y el respeto no sólo sirven para las mayorías; no obstante, los estudios más ables hablan de entre un 5 y un 10 % de la población. Las relaciones entre hombres y las relaciones entre mujeres han existido en todas las culturas, en todas las épocas y en todas las regiones del planeta. Cada cultura las ha interpretado a su manera, igual que ha sucedido con las relaciones sexuales en general. No es sencillo contabilizar a los gays y las lesbianas porque son conceptos difíciles de denir, como todos los que se reeren a los seres humanos. No todas las personas que mantienen relaciones con gente de su mismo sexo se identican como lesbianas o gays. En algunos casos, la presión de la sociedad y el miedo al estigma de ser señalado como gay o lesbiana es determinante para no identicarse como tal.
10. ¿Por qué se sabe más sobre los gays que sobre las lesbianas?
Históri>camente la sexualidad femenina ha sido ignorada y relegada. En casi todos los ámbitos de nuestra sociedad el hombre dispone de mayor visibilidad y de mayor poder económico y social. La mujer ha sido relegada al espacio de lo privado. Esto conduce a las lesbianas a una situación de extrema invisibilidad. Por ello, las lesbianas viven una doble discriminación: a causa de su orientación sexual, y de su sexo. Si apenas se toma en consideración una sexualidad femenina libre e independiente, difícilmente se va a considerar la sexualidad lésbica. No se piensa que dos mujeres que viven juntas puedan ser pareja, sin embargo, las lesbianas existen en un número muy importante.
11. ¿Tienen los gays más posibilidades de contraer el SIDA u otras enfermedades?
No, las medidas de prevención en las prácticas sexuales de riesgo son igualmente necesarias para todo el mundo. Pero, es en el tratamiento del sexo seguro, en estos momentos, donde más claramente se puede y se debe hacer hincapié en la existencia de diversas realidades sexuales. La educación sexual debe hacerse de la manera más precisa y menos ambigua posible, impulsando la adopción de medidas preventivas para eliminar los factores de riesgo1.
12. ¿Es legal ser lesbiana o gay?
En los ámbitos político-jurídicos en los que nos insertamos no sólo no está
castigada por la ley la orientación sexual, sino que el ordenamiento jurídico ofrece instrumentos que deben garantizar que el amor homosexual se viva con la misma libertad que el heterosexual, así como en condiciones de igualdad; y, así mismo, deberían obligar a los poderes públicos a eliminar la discriminación que aún padecemos y a erradicar la homofobia y la lesbofobia. Así, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, prohíbe expresamente la discriminación por razón de orientación sexual.
Las leyes ordinarias, que son el vehículo para plasmar en normas concretas aplicables dichos principios y derechos, han ido poco a poco equiparando en derechos a ciudadanos y ciudadanas de orientación homosexual con aquellos otros y otras de orientación heterosexual. En la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Navarra están vigentes (al igual que en la gran mayoría de Comunidades autónomas del Estado Español) leyes de uniones estables o de parejas de hecho que reconocen algunos derechos a parejas homosexuales y a parejas heterosexuales.
Pero es a partir de la aprobación de la Ley por la que se modifica
el Código Civil en materia de derecho al matrimonio, que se logra la absoluta equiparación entre personas homosexuales y heterosexuales. Reconoce así mismo la posibilidad de adopción por parte de los cónyuges, independientemente del sexo de los mismos. Además, dice que cualquier norma jurídica que haga referencia al “matrimonio” se entenderá con independencia del sexo de sus integrantes (lo que prohíbe que cualquier otra ley pueda contener ningún tipo de discriminación por lo que al concepto de matrimonio se refiere.
Por otra parte, el Código Penal considera como agravante los delitos por razón de homofobia y lesbofobia.
No debemos olvidar, por último, que en muchos países del mundo (con regímenes totalitarios o teocráticos en su gran mayoría) la homosexualidad está penalizada y perseguida. Por fortuna, la fuerza de la razón y el respeto a los derechos fundamentales de la persona se van imponiendo progresivamente, merced sobre todo al trabajo de las asociaciones de gays y lesbianas, pero habrá que seguir trabajando para que la fuerza de la razón y el respeto a los derechos fundamentales sea algún día realidad en todo el mundo.
13. ¿Es la homosexualidad una enfermedad?
No, ninguna asociación de médicos, psicólogos o psiquiatras la considera como tal. En 1991, la Organización Mundial de la Salud también la retiró dela lista de enfermedades, en la que aparecía hasta entonces.
14. ¿Es la homosexualidad una cuestión exclusivamente sexual?
No, al menos si entendemos la sexualidad como una dimensión global de la persona. Es una cuestión, en su conjunto, afectiva, de sentimientos y de comportamientos. El amor no está reservado para los heterosexuales, y el sexo para los homosexuales.
15. ¿Qué es la homofobia?
Homofobia es el nombre que se da a las conductas de rechazo y condena de la homosexualidad o de los gays y las lesbianas. Algunos psicólogos la han denido como el miedo irracional y persistente a los homosexuales. La homofobia puede tener muchas caras: violencia directa, institucional, social, etc. El Código Penal que está vigente en el Estado español castiga, afortunadamente, la homofobia. Lo hace de tres formas: a) tipica como delito el provocar odio o violencia por razón de orientación sexual; b) tipica, asimismo, como delito el denegar un servicio o una prestación por ser el destinatario gay o lesbiana; c) por último, el hecho de que en la comisión de un delito (de agresiones, por ejemplo) la orientación sexual haya estado presente en la motivación del delincuente se considerará como circunstancia agravante de la pena. En los centros educativos son comunes los chistes sobre la orientación sexual, los términos "marica", "maricón" o "bollera" son utilizados como insultos, mofa o desprecio. Este uso peyorativo del lenguaje violenta a los gays y a las lesbianas que lo escuchan, les advierte del peligro de expresar libremente su orientación, les destroza la autoestima y les hace vivir en el miedo a ser rechazados.
16. ¿Cómo se transmiten la homofobia y el heterosexismo?
La homofobia y el heterosexismo se transmiten la mayoría de las veces de forma extremadamente sutil; a menudo sin que uno se dé cuenta; más en lo que se oculta que en lo que se dice. En nuestra sociedad los únicos modelos que se transmiten son los heterosexuales, no se hace apenas referencia a modelos de afectividad homosexuales que ayuden a los adolescentes lesbianas y gays a congurar su identidad de forma sana. Los adolescentes perciben un silencio opresivo en torno a la homosexualidad, silencio que se traduce en un fuerte sentimiento de soledad para gays y lesbianas. Constantemente se habla presuponiendo que no hay lesbianas y/o gays presentes, y si los hay, no se tiene en cuenta que, probablemente, sufrirán con un chiste que los ridiculice, y sufrirán también ante la idea de que a todos se nos obliga al cumplimiento de las normas heterosexuales. Esto se denomina presunción universal de la heterosexualidad. Por ello debemos dar a conocer la homosexualidad lesbiana y gay de personajes históricos y contemporáneos, para ampliar los modelos y referentes de que disponen los y las jóvenes.
17. ¿Cuáles son los principales problemas con los que se enfrentan las lesbianas o los gays adolescentes?
Las lesbianas y gays adolescentes viven inmersos en un mundo que les niega su realidad. Lo que ellos sienten en su interior carece de reejo o referente en la información que reciben del exterior. No sólo nadie les ofrece modelos positivos, sino que temen buscarlos por miedo a caer bajo el estigma de "el marica" o "la bollera" del instituto. Temen el rechazo de la familia y de los amigos, y ser desposeídos del apoyo afectivo y económico que todos los y las adolescentes necesitan. También temen el rechazo en el centro educativo, donde nada les hace suponer que van a encontrar un refugio en el que poder hablar con alguien que les entienda y les acepte.
Una particularidad especíca de lesbianas y gays que les diferencia de otras minorías marginadas es que éstas reciben información desde la primera infancia sobre la identidad de su cultura marginalizada y de su grupo a través de la familia y entorno inmediato. En el caso de gays y lesbianas no sucede esto. El silencio sobre su realidad es tan opresivo dentro como fuera de su familia.
18. ¿Qué supone para una persona reconocer su homosexualidad (“salir del armario”, en términos coloquiales)?
El reconocer la homosexualidad ante los demás se conoce coloquialmente como "salir del armario". Es importante para los educadores recordar y tener en cuenta que se trata de una experiencia especíca de lesbianas y gays. Los heterosexuales no tienen que pasar por el acto de autonombrarse porque se da por supuesto que son heterosexuales. En ese momento de reconocimiento, de "salida del armario", los adolescentes necesitan especial ayuda. Este particular rito de tránsito puede ser muy duro y complicado. Hay que procurar que los jóvenes lo lleven a cabo en un ambiente de libertad y conanza que les permita desarrollar su personalidad y autoestima sin que éstas se vean dañadas por experiencias traumáticas. Es importante que tengan a mano un teléfono o una dirección donde puedan compartir impresiones y experiencias con profesionales expertos o con otras lesbianas o gays2.
19. ¿Cuándo se reconoce ante los demás la propia homosexualidad?
La decisión de “salir del armario” debe tomarla cada persona cuando lo considere oportuno, eligiendo cuidadosamente el momento y las personas en las que puede conar. No es preciso contárselo a todo el mundo. Nadie debe obligar a las lesbianas y gays a callar, pero tampoco a decirlo.
Hay que tener en cuenta que a los heterosexuales se les reconoce por principio el derecho a exteriorizar y expresar sus sentimientos sexoafectivos a los demás. El mismo derecho a poder expresarse con naturalidad debe reconocerse a las personas de orientación gay y lesbiana, no obligándoles a hacer de sus sentimientos un secreto.
Sin duda el mejor camino para vencer los prejuicios homófobos en los demás y en una misma o uno mismo es el contacto personal y cotidiano con las diversas realidades humanas.
20. ¿A quién hablan primero de su orientación sexual las lesbianas y los gays?
Cada caso es diferente. Normalmente es a un amigo o amiga. Hay personas que suelen ser más receptivas que otras. Es fundamental que las personas orientadoras y tutoras de los centros educativos estén adecuadamente preparadas para ayudar a los y las adolescentes en esta situación. La familia también necesita información y ayuda3.
21. ¿Cómo suelen reaccionar los padres y las madres ante una hija lesbiana o un hijo gay?
También depende de la actitud y valores de cada progenitor. No obstante, suelen atravesar unas etapas comunes: choque, negación, sentimiento de culpa, expresión de sentimientos, y nalmente, un posicionamiento ante esta realidad4. Los padres y madres deben tener claro que no hay culpa alguna, porque no hay nada de qué culparse; la única inuencia que han podido ejercer tanto la familia como la sociedad ha sido siempre hacia la orientación heterosexual.
22. ¿Pueden las lesbianas ser madres, y los gays ser padres?
Sí, pueden y lo son: tienen hijos de parejas anteriores, por inseminación artificial, adopción, acogimiento... Hay muchos más hijos e hijas de lesbianas y gays de lo que normalmente se cree.
Por lo que respecta a la adopción, en caso de matrimonio de gays o lesbianas, la legislación española en virtud de la Ley que modificó el Código Civil, permite la adopción por matrimonios independientemente del sexo de sus cónyuges. Es importante resaltar el hecho de que no se trata de un derecho reconocido a los homosexuales, sino que la Ley no distingue si los adoptantes lo constituyen una pareja homo o heterosexual.
En cuanto a las parejas de hecho, en el País Vasco, en la Comunidad Foral Navarra y otras muchas comunidades del Estado, la Ley que regula las parejas de hecho permite la adopción y el acogimiento por parejas formadas por personas del mismo sexo, con iguales derechos y deberes que las formadas por personas de sexo contrario y las parejas unidas por matrimonio.
En cualquier caso, el Gobierno español del Partido Popular recurrió ante el Tribunal Constitucional las leyes vasca y navarra relativas a la adopción. Recurso que el Tribunal Constitucional aún no ha resuelto.
23. ¿Cómo podemos combatir la homofobia y el heterosexismo desde las escuelas?
Introduciendo el respeto hacia las diferentes orientaciones sexuales y los estilos de vida que conllevan, así como con información sobre las mismas de manera natural en la enseñanza.
Cuidando el vocabulario empleado y teniendo en cuenta en cada explicación que se hace en el aula que delante hay jóvenes lesbianas, gays o, al menos, con dudas sobre su sexualidad. Se ha hecho un esfuerzo importante por erradicar el sexismo del sistema educativo. Este esfuerzo puede aplicarse igualmente a la orientación sexual. Cuando se le habla a una chica de la posibilidad de tener pareja, por ejemplo, no se debe dar por sentado que ésta será un chico.
Del mismo modo que se está realizando un esfuerzo importante por suprimir
el sexismo del lenguaje educativo, se debe hacer lo propio para eliminar
el heterosexismo. Hay numerosos términos y frases de uso cotidiano que,
en realidad, transmiten prejuicios arraigados contra la homosexualidad. Es
responsabilidad fundamental de los educadores erradicar esa actitud generalizada que tan negativamente afecta a muchos jóvenes.
24. ¿Qué podemos decirle a un o una adolescente que siente dudas sobre su orientación sexual?
Para empezar, los educadores deben hacer un esfuerzo para conocer y comprender la problemática particular que el joven o la joven está viviendo. Nunca se le debe decir que los sentimientos que experimenta son algo pasajero. En algunos casos lo son, pero en otros no. Siempre deben tener claro que su orientación, sea la que sea, es válida, natural, respetable y protegida por la ley. Además, con cualquier orientación sexual va a poder desarrollar su identidad y alcanzar la felicidad. Los adolescentes tienen el derecho a descubrir en libertad y sin miedos su propia orientación sexual o a ejercitar libremente la conducta sexual que más deseen en cada momento.
Lo que, efectivamente, es pasajero es el sentimiento de duda, miedo, angustia y soledad que seguramente están sufriendo. En las manos de sus educadores está conseguir que dichos sentimientos negativos desaparezcan lo más rápidamente posible. Aquellos educadores que se sientan muy alejados o desconocedores de esta realidad deben saber que cuentan con abundante bibliografía, asociaciones y numerosas paginas de Internet.
25. ¿Cómo debemos responder a preguntas sobre la homosexualidad?
Todas las cuestiones relacionadas con la orientación lésbica o gay deben tratarse de forma natural, abierta y constructiva para que las y los jóvenes no tengan la impresión de que se trata de un tabú, de algo de lo que no se puede hablar.
26. ¿Se fomenta la homosexualidad al hablar de ella?
¿Y qué si así fuera? Hablar de la homosexualidad favorece el desarrollo sano de los jóvenes gays y lesbianas ya que al dar a conocer la realidad de gays y lesbianas se desmontan estereotipos, se eliminan miedos y se facilita la vida de quienes sufren a causa de su orientación sexual. Los intentos de forzar a la orientación heterosexual surten un efecto negativo por la carga de dramatismo que conllevan, la frustración, el miedo y la represión que producen y por suponer nalmente una poderosa traba a las relaciones abiertas y sinceras entre las personas.
Por otra parte, también está demostrado que los prejuicios y la homofobia disminuyen entre los estudiantes cuando conocen personalmente a alguna lesbiana o a algún gay cercano a su entorno social. Por ello es muy importante la colaboración de la comunidad educativa con las asociaciones de lesbianas y gays, dar a conocer la realidad de sus vidas con la nalidad de desmontar estereotipos y prejuicios.
ANEXO I
-
- Sobre el concepto ”HOMOSEXUALIDAD”: Las categorías referentes a la homosexualidad nos sirven como instrumentos para denominar, nombrar y comprender aquello que nuestra historia, nuestra cultura, nuestro sistema político, económico, jurídico y social han aborrecido y ocultado durante siglos por no ajustarse a los cánones de comportamiento convenidos por la ideología representativa de los valores dominantes, que sólo han admitido un único modelo de sexualidad, la heterosexualidad, que además se ha impuesto mediante la coerción real que supone poner en marcha todos los mecanismos de fuerza de los que están dotados los sistemas a que nos referíamos antes (las leyes, la educación, el mercado, el arte, la ciencia e incluso la violencia del Estado). La visión estática de la sexualidad nos viene así dada por el propio sistema heterosexista que no concibe sino una única manera de comportarse sexualmente y es en respuesta a esto que hablamos de homosexualidad o lesbianismo. El ser humano es algo mucho más complejo y rico de lo que podamos categorizar con palabras, y el desarrollo libre de nuestra personalidad no debería de tener que enfrentarse a los límites que las clasicaciones parecen imponernos. Quizás en un futuro no tengamos que hablar de homosexualidad, lesbianismo, ni tampoco de heterosexualidad, porque el libre devenir individual de las personas no tenga que someterse a fórmulas preconcebidas por un sistema reduccionista y castrante, pero hoy es absolutamente indispensable defender las categorías de la homosexualidad y el lesbianismo como esos otros modos que nos han sido negados y que queremos vivir libre y orgullosamente.
-
- Sobre el concepto “SEXO”: El sexo hace referencia al sexo biológico, determinado por signos físicos, como los genitales y otros signos de nuestro cuerpo que son diferentes entre hombres y mujeres. Así existen el sexo hombre y el sexo mujer. La transexualidad hace referencia sl cambio de sexo biológico.
-
- Sobre el concepto “GÉNERO”: El género hace referencia a determinados atributos externos o de comportamiento que se han conformado a través de una cultura que los asigna nítidamente diferenciados a hombres y a mujeres. Así, esta cultura asigna los llamados valores femeninos a las mujeres y los llamados valores masculinos a los hombres. Sin embargo, ciertas corrientes de pensamiento como el feminismo han cuestionado esta burda y reduccionista división y han elaborado la llamada teoría del género, que supone deslindar esos atributos de su asignación necesaria a los dos diferentes sexos, de manera que una mujer pueda dotarse libremente de un género masculino y un hombre de un género femenino, es decir los géneros como pura expresión de valores culturales deben ser intercambiables y no mermar sino ampliar las capacidades humanas. Así, un niño que juega con muñecas no sería puesto en cuestión en lo relativo a su condición de varón, ni una mujer que mostrara autoridad, fuerza o seguridad sería considerada como un hombre, ya que estas dos categorías (femenino y masculino) llegarían a ser propias de todo ser humano, sin distinción de sexo. Algo de esto viene ocurriendo ya, como consecuencia de la inuencia que el pensamiento feminista ha ejercido en la sociedad en este último siglo, lo que, en cierta manera, ha permitido ampliar el campo de actuación de las mujeres sin ser puestas en cuestión como tales, de forma que una niña puede hoy en día jugar al fútbol sin ser puesta en cuestión en tanto que niña (¿o quizás aún no esté todo tan claro y todavía haya mucho que decir sobre la cuestión?), cosa que hace unos años no era posible. Sin embargo, existen aún múltiples conductas marcadas socialmente por el género, y cuya puesta en cuestión se sigue considerando una transgresión, como es el caso del niño que juega a muñecas o la mujer de aspecto camionera. Aún así, tales conductas no deben ser consideradas universales e inamovibles, sino meros elementos culturales que no deben limitar el desarrollo personal.