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Las empresas de fundición españolas, la mitad ubicadas en Euskadi, inician 2004 afectadas por el fuerte aumento del precio de sus materias primas –chatarra y lingote-, que el pasado ejercicio provocó una inesperada subida de sus costes del 8% al 10%. Este incremento va a lastrar "seriamente" las cuentas de resultados de las casi 150 compañías del sector, integradas en su mayor parte en la Federación Española de Asociaciones de Fundidores (FEAF). Según el director de esta agrupación y presidente de la patronal vizcaína del Metal, Ignacio Sáenz de Gorbea, "el desorbitado aumento de los precios de las materias primas está creando serios problemas a las empresas dada la dificultad de trasladar los incrementos a los clientes".
Las fundiciones dependen en un 60% de la industria de automoción, y ésta se ha resistido con fuerza durante el último año a admitir una subida de precios por parte de sus suministradoras. "La situación se ha hecho ya insostenible, y en 2004 vamos a repercutir el alza de costes", señala Sáenz de Gorbea. "Tenemos que sensibilizar a nuestros clientes, porque necesitamos subir los precios de venta para continuar con la actividad", añade.
La industria de fundición en España factura unos 1.600 millones de euros anuales, y da empleo a 14.500 trabajadores. Entre las principales empresas de FEAF destacan Fagor Ederlan, CIE Inyectametal, Olazabal y Huarte, Fuchosa, Funsider, Gurelan y Luzuriaga-Tafalla.
Según el director de la Federación, durante el pasado ejercicio el precio del lingote subió un 28%, mientras que la chatarra se encareció un 20%, como consecuencia directa del despegue económico de China y Turquía.
Para Sáenz de Gorbea, "la situación es preocupante en el presente y en el futuro, porque aún no hemos tocado fondo". En su opinión, "la mafia rusa, que subasta la producción de lingotes y eleva así su precio, aún puede darnos algún susto". También el precio de la chatarra podría aumentar, dada su escasez y el mayor consumo de los aceristas.
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