Mercado Social de Euskadi

Es innovadora porque

Ofrece a la ciudadanía vasca alternativas para un consumo responsable y transformador en todas las fases del ciclo económico (producción, distribución, financiación y consumo) y muestra de una manera integrada productos y servicios generados por entidades de economía solidaria, que hasta ahora eran presentados de forma aislada.

El Mercado Social es la estrategia que desarrolla REAS Euskadi (Red de Economía Alternativa y Solidaria) para lograr un mayor impacto de la actividad socioeconómica a través de la intercooperación de sus empresas y entidades. Su objetivo es impulsar circuitos económicos alternativos al servicio de las personas y de la sostenibilidad de la vida.

La economía solidaria no es una propuesta teórica sino un conjunto de prácticas alternativas de transformación económica y social. Su aspiración es construir relaciones de producción, distribución, consumo y financiación basadas en valores de justicia, cooperación, reciprocidad… al servicio del bienestar de todas las personas y del planeta. Y en esta construcción, el mercado social ocupa un lugar central, es la estrategia para el crecimiento y el despliegue de la economía solidaria. Un mercado social creado sobre el impulso de la intercooperación y la solidaridad, frente a la competencia y las prácticas excluyentes del mercado capitalista.

Un mercado social que busca generar un espacio de consumo consciente, crítico y transformador frente al hiperconsumismo. Un mercado social donde se valoran todos los trabajos productivos y reproductivos y otras formas de relaciones económicas que forman parte de la economía solidaria, y que han sido invisibilizadas y desvalorizadas por los mercados convencionales.

El mercado social es la estrategia para el crecimiento de la economía solidaria y desarrolla acciones enmarcadas en los siguientes ámbitos.

1. Visibilizar y sensibilizar.
2. Crecer en impacto económico.
3. Incidir políticamente
4. Alcanzar un mayor reconocimiento y referencialidad.
5. Construir y desarrollar una comunidad económica y relacional.

Desde hace más de 12 años, se han llevado a cabo a nivel de toda la CAV numerosos y diversas actuaciones: ferias de ESS (Economía Social Solidaria), distribución de catálogos, buscador online de productos y servicios, campañas informativas y de sensibilización en consumo responsable, encuentros internos de intercooperación para estimulación del consumo interno o la generación de proyectos en común, Bazkide Eguna, etc.

Todas estas actuaciones se han desarrollado con el impulso de un grupo impulsor del Mercado Social, estable en el seno de la red, compuesto por una media de 12 organizaciones. En el marco de este equipo de trabajo se han ideado y diseñado las diferentes actividades y localizado financiación para materializar su ejecución.

Las Asambleas y espacios de trabajo colaborativos con las demás entidades de la red, han sido frecuentemente utilizadas como lugar donde contrastar la idoneidad y resultados de las actuaciones.

En los últimos 10 años el Mercado Social de Euskadi ha pasado de 40 a 98 organizaciones que ofrecen productos y servicios de carácter alternativo. Casi 100 entidades que agrupan 3.520 empleos y en torno a 28.000 personas voluntarias y asociadas a las iniciativas (muchas de ellas de carácter cooperativo).

Este mercado alternativo va en aumento, continúan acercándose iniciativas y aumentan también los espacios de conexión entre organizaciones, aumentando con ello las oportunidades de supervivencia y desarrollo de las iniciativas.

Se han incorporado debido a todo ello nuevos sectores económicos a la oferta del Mercado Social y ha sido posible de manera colectiva generar nuevos programas de apoyo a la creación de iniciativas y sostenimiento de las existentes, más allá de la propia comercialización a través de herramientas y materiales de difusión y visibilización, como puede ser el boletin ekoSol, que quincenalmente llega a casi 2.300 buzones.

El Mercado Social ha profundizado en este tiempo en la incorporación de la perspectiva feminista en la gestión de las entidades, generando el concepto de Organizaciones Habitables, construyendo para ello herramientas propias de autoanálisis e implementación de nuevas metodologías para revisar y pensar críticamente sus formas de hacer.