Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Evidencias sobre la colaboración intersectorial en el ámbito local y su impacto para la mejora de la salud y la equidad

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Colaboración entre servicios de salud y organizaciones no sanitarias

Colaboración entre servicios de salud y organizaciones no sanitarias

Un artículo publica una revisión de las evidencias existentes sobre la colaboración intersectorial en el ámbito local y su impacto para la mejora de la salud y la equidad en salud.

La asunción de que la colaboración entre los servicios sanitarios, los servicios sociales y otros sectores constituye la fórmula más adecuada para mejorar la salud y la equidad en salud de la población constituye el punto de partida de este análisis. Dado que la salud de la población se ve influida por factores estructurales sociales y económicos, así como por las políticas públicas en materia de educación, servicios sociales, vivienda, etc., se propone la exploración de la influencia de las asociaciones y colaboraciones intersectoriales como forma de coordinación de las actividades para mejorar la salud de las personas.

Para ello, Hugh Alderwick, Andrew Hutchings, Adam Briggs y Nicholas Mays han completado la revisión sistemática de 36 estudios (revisiones sistemáticas a su vez) para explorar las evidencias disponibles sobre las formas de asociación/colaboración intersectorial en materia de salud en contextos diversos: en algunos caso se ha tratado de estudios con datos sobre colaboraciones con amplios objetivos de salud de la población (como por ejemplo la prevención de enfermedades y/o la reducción de las desigualdades en salud); en otros casos han sido estudios centrados en colaboraciones con un enfoque más limitado (como por ejemplo los orientados a una mejor integración entre la atención médica y los servicios sociales).

El análisis señala que, a pesar de la larga historia de asociaciones/colaboraciones intersectoriales entre agencias locales, poco se conoce de su contribución a la mejora de los resultados en salud. Se tiene constancia de múltiples estudios e informes que identifican características potenciales de un trabajo conjunto efectivo, como la confianza y los objetivos compartidos entre las organizaciones y sus líderes, pero no existe suficiente evidencia de que dichas asociaciones/colaboraciones logren sus objetivos declarados (mejoras en la salud o reducciones en las desigualdades en la salud).

De hecho, los autores subrayan que un análisis más detallado de esas asociaciones/colaboraciones puede indicar que son menos sólidas y están menos preparadas para transformar la salud de su comunidad de lo que la reputación de dicha asociación/colaboración podría sugerir.

La escasez de evidencia sobre la efectividad de las asociaciones/colaboraciones en el ámbito local no ha sido un obstáculo, sin embargo, para su promoción por parte de las y los responsables políticas/os en países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, entre otros. Al respecto, el artículo se refiere de manera expresa a la experiencia de Inglaterra con asociaciones de sostenibilidad y transformación entre organizaciones de atención a la salud, organizaciones de servicios sociales y de salud pública en 42 áreas del territorio (con una cobertura poblacional que alcanza alrededor de entre uno y tres millones de habitantes).

El sentido de estas asociaciones, aunque varía en función de los casos, se explica porque pueden facilitar el logro de mejores resultados por la combinación de habilidades y capacidades, gestión de interdependencias, reparto de riesgos y mejora de la eficiencia por la reducción de costes. Por el contrario, pueden plantear problemas de coordinación, objetivos en conflicto y pérdida de poder. En definitiva, el éxito de la asociación no solo va a depender de sí misma sino también del contexto en el que opere.

Los autores constatan la existencia de una amplia literatura que aborda la colaboración organizacional y salud, y contabilizan incluso diversas revisiones sobre tipos de trabajo en asociación. Sin embargo, concluyen que no existe una síntesis actualizada de la evidencia sobre los impactos de las asociaciones entre organizaciones locales de atención médica y no relacionadas con la salud, y los factores que determinan su éxito.

Así, el artículo constata la ausencia de una revisión general de las revisiones sobre la combinación de evidencia relacionada con la colaboración organizacional y la salud y demuestra que, pese a que teóricamente la colaboración entre organizaciones locales de atención y de aquellas no relacionadas con la asistencia sanitaria podría contribuir a mejorar la salud de la población, las evidencias disponibles apuntan a un gran desconocimiento sobre qué tipos de colaboraciones funcionan, para quién y en qué contextos.

Los resultados del análisis indican que 'la evidencia del impacto en los servicios de salud es mixta. Y la evidencia del impacto en el uso y gasto de recursos es limitada y mixta'. A pesar de esto, buena parte de los estudios analizados informan sobre factores asociados con una mejor o peor colaboración que los autores han agrupado en cinco dimensiones: 1) motivación y propósito, 2) relaciones y culturas, 3) recursos y capacidades, 4) gobierno y liderazgo, y 5) factores externos. El análisis demuestra que los datos que vinculan los factores en estas dimensiones con los resultados de la colaboración son escasos. Así, en todos los estudios revisados, 'parece más probable que se notifiquen impactos positivos para intervenciones más específicas (por ejemplo, intervenciones de alcance comunitario y del sistema de salud) o medidas de impacto limitadas (como el acceso). Cuando los meta-análisis indicaron impactos positivos, hubo generalmente una heterogeneidad sustancial. La calidad de la evidencia revisada fue generalmente débil y los tipos de colaboraciones estudiadas variaron ampliamente'.

Sus autores concluyen, por tanto, que los beneficios de dicha colaboración pueden ser difíciles de determinar y medir y, en definitiva, resultar sobrevalorados por las y los responsables políticas/os. En definitiva, las asociaciones/colaboraciones locales deben entenderse dentro de su contexto político y económico a nivel macro, y como un componente dentro de un sistema más amplio de factores e intervenciones que interactúan para dar forma a la salud de la población.

Si desea consultar el artículo de H. Alderwick, H., A. Hutchings, A., A. Briggs, A. y Nicholas Mays, puede acceder a 'Los impactos de la colaboración entre sistemas locales de atención sanitaria y organizaciones no relacionadas con la salud y los factores explicativos de su funcionamiento: una revisión sistemática de las revisiones' (The impacts of collaboration between local health care and non-health care organizations and factors shaping how they work: a systematic review of reviews (abre en nueva ventana)) publicado en la revista BMC Public Health (abre en nueva ventana)(21, 753 - 2021).