Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Housing First: El modelo escocés de lucha contra el sinhogarismo

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Portada del estudio ?A National Framework to Start-up and Scale-up Housing First in Scotland 2021-2031 (Homeless Network Scotland, 2020)?

Portada del estudio ?A National Framework to Start-up and Scale-up Housing First in Scotland 2021-2031 (Homeless Network Scotland, 2020)?

El artículo que se presenta a continuación resume brevemente la experiencia desarrollada en Escocia centrada en encontrar una vivienda de manera rápida a personas que han sufrido experiencias vitales (como traumas, adicciones, enfermedad mental), que les dificultan el acceso a una vivienda. La iniciativa, inicialmente planteada a nivel local, se ha convertido en un objetivo de la política estatal y se encuentra presente en los planes de lucha contra el sinhogarismo.

El modelo denominado ‘Housing First’ (Vivienda Primero), define como punto de partida la localización de una vivienda segura como primera respuesta a las situaciones complejas de las personas que no disponen de un hogar. Dicha vivienda debe estar integrada en la comunidad de manera que facilite la inclusión social del individuo en el entorno local y procipice una red de relaciones y sinergias que contribuyan a construir o re-construir su proyecto vital.

Para ello, el modelo combina el acceso a una vivienda con una atención centrada en las necesidades de la persona y un apoyo flexible durante el tiempo que lo desee.

En palabras de sus autores, el modelo ‘Housing First’ es normal, es más justo, funciona y todos nos beneficiamos. Es normal, pues normaliza el acceso a una vivienda como derecho universal y rompe con las prácticas que evalúan si las personas están ‘preparadas’ para acceder a una vivienda o, las realojan en albergues o alojamientos temporales por largos periodos de tiempo.

Es más justo puesto que reconoce que la falta de vivienda se ve favorecida por situaciones de pobreza y desigualdad social (teniendo mayor probabilidad de padecerla ciertos colectivos en situación de vulnerabilidad); y busca reparar esas situaciones desventajosas a través de un rápido acceso.

Funciona, porque la aplicación del modelo proporciona tasas de permanencia en la vivienda de entre el ochenta y el noventa por ciento y la mejora de indicadores de salud, participación, reducción de consumo de sustancias y eficiencia del servicio, entre otros.

Y beneficia todos; personas beneficiarias, en tanto que acceden ágilmente a una vivienda digna, proveedores de vivienda, en tanto que se garantiza la ocupación segura, profesionales médicos, en tanto que la salud de las personas que se encuentran en este espacio mejora, así como a los responsables gubernamentales, al suponer un servicio costo-efectivo para las arcas públicas.

Asimismo, el documento recoge diferentes secciones que sirven de guía para la planificación, puesta en marcha e implementación del modelo ‘Housing First’. Concretamente, su implementación se estructura en seis bloques.

El primero muestra evidencia sobre los resultados de la aplicación del modelo en términos de eficacia (eficacia mayor que las intervenciones tradicionales para solucionar la falta de vivienda), rentabilidad (más costo efectivo que otros enfoques), transparencia (basada en un análisis detallado de los sistemas locales), y calidad de vida de las personas beneficiarias (mejora de las condiciones de vida y de salud).

El segundo que fundamenta la necesidad de contar con apoyo político e institucional, disponer de un marco legal adecuado, impulsar políticas específicas para personas sin hogar y un plan para la prestación sanitaria y social, entre otros.

Un tercer bloque que describe los aprendizajes alcanzados durante la implementación de esta iniciativa, mostrando los elementos facilitadores que deben tenerse en cuenta así como aquellos que no deben acometerse en la aplicación del modelo (en términos anglosajones ‘not to do’). Algunos de los elementos facilitadores que pueden destacarse son: el definir un plan para el cambio, el realizar mediciones durante este proceso, o el trabajar conjuntamente con otros agentes y organizaciones, entre otros. En sentido inverso, entre los elementos que no deben hacerse se mencionan: el no hacer partícipe al propietario/a de la vivienda en el proceso, el reproducir enfoques tradicionales en el acceso a la vivienda, o el no tener en cuenta los mecanismos locales de acceso a la vivienda, entre otros.

Entre los elementos analizados en esta sección también se recogen los costes del servicio así como la consideración del entorno rural en el acceso a la vivienda.

Especial mención se realiza en el cuarto bloque a la cuestión de la equidad en el acceso a la vivienda analizando los factores de desigualdad que influyen en esta cuestión entre los que se señalan: los bajos ingresos, la edad, el sexo o la pertenencia al colectivo LGTBI, la raza, la discapacidad física o mental.

El quinto bloque recoge las claves para la evaluación de los resultados que emanan de la aplicación del modelo y que principalmente, se orientan a la evaluación del proceso, la evaluación económica y la evaluación de resultados, teniendo en todo momento presente la valoración de las personas beneficiarias.

Finalmente, en el sexto y último bloque se mencionan las claves para escalar el modelo analizando el papel que juega las instituciones implicadas: gobierno escocés, gobierno local, agentes proveedores de vivienda, agentes preoveedores de apoyo así como un conjunto de agentes y organizaciones (Salud pública, Atención sociosanitaria, Adicciones, Justicia Comunitaria, etc.), cuyo trabajo conjunto contribuirá a dar respuesta a la multicausalidad del sinhogarismo.

Si desea consultar el informe completo, puede hacerlo pulsando el siguiente enlace: A National Framework to Start-up and Scale-up Housing First in Scotland 2021-2031 (Homeless Network Scotland, 2020.