Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

La atención informal en Holanda: las personas cuidadoras en el foco

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Imagen de portada del informe Dutch informal carers in focus. Policy report on informal care in the Netherlands

Imagen de portada del informe Dutch informal carers in focus. Policy report on informal care in the Netherlands

The Netherlands Institute for Social Research (SCP), en castellano Instituto Holandés para la Investigación Social, publica el informe ‘Cuidadores informales holandeses en foco’, en el que se muestran algunas de las cuestiones más relevantes relacionadas con la provisión de una atención informal en los Países Bajos.

Si bien su existencia es mayor, en los últimos 25 años la atención informal ha adquirido un lugar indispensable para el cuidado de personas mayores, personas con discapacidad, siendo una ayuda invisible y gratuita. La contribución no remunerada de la atención informal favorece que los costos de cuidar no sean más altos, convirtiendo a las personas cuidadoras informales en agentes muy valiosos para la sociedad holandesa.

Según el estudio, la voluntad de la ciudadanía holandesa a ayudar es alta. Alrededor de una de cada tres personas presta atención informal, definida como toda la ayuda ofrecida a una persona enferma, discapacitada o frágil por alguien en su relación social inmediata. Sin embargo, a pesar de existir una gran disposición a ayudar (especialmente a familiares cercanos), existen también factores que limitan la prestación de cuidados, entre los que se señalan la falta de tiempo, la carga subjetiva del cuidador/a, la falta de capacidad o que la persona receptora de los cuidados no esté dispuesta a recibir atención informal.

En términos cuantitativos, en los Países Bajos alrededor de una de cada diez personas cuidadoras informales experimentan en gran medida la ‘carga del cuidador/a’, con manifestaciones en una diversidad de formas tales como problemas de salud, situaciones de presión y falta de tiempo, absentismo laboral o resultados académicos negativos; y, con posibles consecuencias para quienes reciben la ayuda.

El informe identifica cuatro aspectos críticos en la atención informal en Holanda:

  1. La presión sobre cuidadores/as informales

Tal y como señala el informe, el incremento del envejecimiento poblacional de los próximos años incrementará la proporción de personas mayores que viven solos de manera independiente, incluso entre aquellos con problemas de salud complejos y con enfermedades crónicas. Sin embargo, el número de cuidadoras/es informales disponibles no será el necesario por lo que con frecuencia, deberán combinarse las tareas de cuidado con otras actividades (trabajo remunerado, educación o cuidado de una familia); incrementándose la presión sobre los/as cuidadores informales.

Ante este escenario, el gobierno holandés ha desarrollado una política de reconocimiento y apoyo a las personas cuidadoras informales así como una regulación para facilitar la combinación del cuidado informal con el trabajo remunerado. Entre otras iniciativas, el Ministerio de Salud, Bienestar y Deporte y el Ministerio de Asuntos Sociales y Empleo, han creado la etiqueta ‘cuidado informal’ para que los/as empleados/as pueden combinar mejor su trabajo con tareas de cuidado informal, se han creado campañas de sensibilización para reconocer la importancia de la atención informal y la Red de Bienestar Estudiantil (Landelijk Netwerk Studentenwelzijn), ha solicitado que se preste apoyo adicional a los/as estudiantes que simultanean los estudios con el cuidado de familiares enfermos o discapacitados.

 

  1. La disponibilidad para brindar atención informal

La disposición y la capacidad de las personas para proporcionar ayuda informal depende de diversos factores, uno de ellos es el contexto. La probabilidad de conocer a alguien que necesita ayuda aumenta con la edad, de ahí que, las personas de edades comprendidas entre los 45 y los 64 años, sean quienes con más frecuencia prestan ayuda informal frente a aproximadamente el 3% de los jóvenes.

Por sexo, las mujeres prestan cuidados informales en mayor proporción que los hombres en parte porque identifican antes que ellos la necesidad de ayuda y cuidados y porque los hombres muestran menos afinidad con la tarea de cuidar. La disposición por sexo también varía en los colectivos atendidos. Los hombres cuidadores informales están sobrerrepresentados en la ayudan a las parejas. En el caso de las mujeres, la atención es mayor en el cuidado a otros grupos (ancianos, padres, suegros, hijos/as con discapacidad, etc.).

El estudio también señala que un 80% de las personas cuidadoras informales encuentran gratificante y natural cuidar a un ser querido; sin embargo, otras manifiestan sentirse atrapadas en una ‘trampa de atención informal’, en especial cuando la persona cuidada sólo quiere ser atendida por ella o cuando la atención informal se presta para evitar el acceso de cuidadores profesionales.

Las tendencias relativas a la atención informal manifiestan un ligero cambio a favor de los cuidados profesionales. La ciudadanía empieza a contemplar los cuidados informales como un complemento a la ayuda profesional (si bien las opiniones varían según los años y en función de las tareas involucradas), al tiempo que las instituciones y las/os profesionales comienzan a observar los límites la red de cuidados informales. La red social de las personas enfermas, dependientes o discapacitadas ya está proporcionando una gran ayuda y es incapaz o es inadecuado que proporcionen (más) atención puesto que, la disponibilidad para proveer de más ayuda depende del nivel de sobrecarga de las/os cuidadoras/es, de su salud para el cuidado, del tiempo disponible, de la posibilidad de hacerlo compatible con su trabajo, de lo cerca o lejos que residan.

Otro de los factores que influyen en la disposición a ayudar es la relación social entre la persona que presta ayuda y la persona receptora de la misma. Una de cada seis personas mayores de 16 años brinda ayuda a uno o ambos padres. En el caso de vecinos, las personas están más dispuestas a ayudar a sus vecinos si los conocen y les gustan. Las relaciones sociales son por lo tanto un factor muy importante para determinar la disposición de las personas a ayudar.

 

  1. La carga de cuidado

El informe identifica las señales de sobrecarga en las personas cuidadoras informales, señalando como la primera el momento en el que el cuidador informal siente que nunca está libre de la situación de ayuda y de sus responsabilidades. La siguiente fase es aquella en la que a las personas les resulta difícil compaginar los cuidados con el hogar, la familia y el trabajo y se hallan demasiado cansadas para emprender cualquier actividad en su tiempo libre. La forma más grave es cuando las tareas de cuidado llevan a experimentar conflictos en casa o en el trabajo, cuando la salud de la persona cuidadora se resiente, llegando a enfermar o a situaciones de estrés como resultado de prestar ayuda.

La sobrecarga o estrés de la persona cuidadora puede resultar dañino para el/la receptor/a de la ayuda, pudiendo provocar situaciones de riesgo para el cuidado o en los casos más extremos, negligencia, tratamiento incorrecto o incluso abuso.

El riesgo de sobrecarga es mayor en los casos en que se brindar ayuda intensiva. Según el informe, aproximadamente el 17% de las/os cuidadoras/es informales proporcionaban ayuda a largo plazo (más de tres meses) e intensiva (más de ocho horas por semana). La intensidad de la ayuda proporcionada está asociada con la relación social entre la persona cuidadora y la receptora de la atención; siendo diferente si se trata del cuidado de la pareja, de padres, hijos/as o de amigos o vecinos. Cuanto mayor es la distancia social entre ambos, la intensidad de la atención informal tiende a disminuir.

Por sexo, se produce una mayor sobrecarga entre las mujeres, en parte porque ayudan con mayor frecuencia que los hombres, pero también por la carga de responsabilidad y por el tipo de tareas que desempeñan. Las mujeres sienten que tienen menos opciones porque las expectativas del grupo cercano son mayores en relación al cuidado que ellas deben brindar. Además, las tareas de la ayuda que prestan las mujeres suelen implicar a la parte más íntima y emocional (tareas de apoyo, aseo personal, visitas al médico, etc.), mientras que las de los hombres se enfocan a tareas y soluciones (por ejemplo, relacionadas con la administración y el transporte), más fáciles de planificar en un horario.

A menudo, la carga del cuidador/a se asocia a la ayuda prestada a personas con demencia cuyas especiales necesidades pueden resultar estresantes para la persona cuidadora. No obstante, la atención a personas con discapacidad, con problemas de salud mental o personas con enfermedades terminales, están también en riesgo de sobrecargarse, al provocar sentimientos de falta de habilidades o conocimientos para afrontar el cuidado, o por el desconocimiento de la enfermedad o por falta de competencias para lidiar con conductas complejas.

La sobrecarga de las personas cuidadoras también es mayor entre aquellas que compaginan trabajo asalariado o estudios con la prestación de una atención informal, siendo frecuentes las bajas por enfermedad una peor salud subjetiva, así como resultados académicos bajos o un incremento de las tasas de abandono entre el colectivo de estudiantes cuidadores informales.

 

  1. El apoyo a cuidadores informales

Según el informe, la mayoría de las/os cuidadoras/es informales (69%) comparten la ayuda que brindan con otras/os cuidadoras/es informales, a menudo en una ‘red de ayuda informal’ compuesta solo en cuidadores informales o en una ‘red de ayuda mixta’ compuesta por cuidadoras/es informales y profesionales de atención domiciliaria. Otros profesionales como personal médico o de enfermería también tienen un papel importante en el apoyo, pues pueden monitorear el bienestar de las personas cuidadoras informales y sus pacientes y referirlos a servicios de apoyo, por ejemplo, los ofrecidos por las autoridades locales.

Compartir la ayuda con otras personas puede ser una buena forma de apoyo si bien, requiere de una buena coordinación de la ayuda, una corresponsabilidad en la toma de decisiones y un intercambio fluido de la información.

Sin embargo, esta alternativa no siempre es posible. Según se recoge en el informe, uno de cada cinco cuidadores/as informales no puede compartir la ayuda con otras personas, bien porque los/as receptores/as de esos cuidados no están dispuestas a aceptar cuidados ofrecidos por otra persona o bien, porque no hay otra persona disponible para atender a esos cuidados. Es lo que se denomina ‘cuidadores/as únicos/as’ y a menudo, son la pareja o los/as hijos/as a quienes cuidan de manera exclusiva.

Otra de las medidas contempladas en el informe pasa por el apoyo que deben prestar las autoridades locales holandesas para reducir la carga de los cuidados y que incluirían medidas como cuidados de relevo (en el cual el cuidado es temporalmente asumido por otros, por ejemplo a través de cuidado residencial o servicios de respiro) y ayudas económicas o materiales (por ejemplo, descuentos o un permiso de estacionamiento), junto con medidas que incrementen la resistencia de la persona cuidadora como cursos, información y asesoramiento o el contacto con otras personas cuidadoras, entre otras.

En el ámbito laboral, la introducción de medidas como la flexibilidad horaria en las jornadas laborales o la posibilidad de trabajar desde casa pretenden también contribuir al apoyo de las personas cuidadoras. Y en el campo formativo, el apoyo se propone mediante grupos de apoyo dirigidos a los y las estudiantes cuidadores informales.

 

Netherlands Institute for Social Research (abre en nueva ventana) (SCP), es un instituto científico del gobierno Holandés fundado en 1973, cuya responsabilidad depende del Ministerio holandés de Salud, Bienestar y Deporte que se dedica al desarrollo de investigaciones socio-científicas principalmente en el campo de la salud, el bienestar, la seguridad social, el mercado laboral y la educación.

Si desea consultar el informe completo, puede acceder al mismo pinchando aquí (abre en nueva ventana).