Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

¿A quiénes afecta la soledad y el aislamiento social?

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Imagen del artículo: '¿A quiénes afecta la soledad y el aislamiento social?', publicado por el Observatorio Social de La Caixa (2019)

Imagen del artículo: '¿A quiénes afecta la soledad y el aislamiento social?', publicado por el Observatorio Social de La Caixa (2019)

El Observatorio Social de La Caixa promueve esta investigación realizada por Javier Yanguas, Amaya Cilvetti y Cristina Segura en 2019 -Programa de Personas Mayores de la Caixa- sobre la soledad como problema social y de salud pública de primer orden.

Las autoras en su artículo plantean una necesaria distinción conceptual para la adecuada medición de este complejo fenómeno, y para el que plantean la diferenciación entre:

  • Soledad, ya sea esta social y/o emocional
    • Soledad social, en referencia a situaciones en las que las personas se sienten abandonadas u echan de menos la compañía de otras personas.
    • Soledad emocional, como concepto que describe situaciones en las que las personas carecen de contactos sociales de confianza en caso de necesidad.
  •  Riesgo de aislamiento social, con posibles manifestaciones en la red familiar y/o en la red de amistad
    • Aislamiento de la red familiar, situación que padecen personas con una red familiar de tamaño reducido, distante en lo emocional y/o que suscita poca confianza en caso de necesidad de apoyo.
    • Aislamiento de la red de amistad, en aquellos casos en los que esta red presenta unas dimensiones reducidas, es distante en lo emocional y/o que suscita poca confianza en caso de precisar apoyo.

 Dimensión de la soledad y aislamiento social en España

Para determinar la magnitud de los fenómenos de soledad y aislamiento social, las autoras realizan una encuesta con una muestra representativa en 8 municipios españoles (1.688 personas encuestadas) que la que concluyen que 'más de la mitad de la población encuestada siente algún tipo de soledad o tiene algún riesgo de estar aislada socialmente'.

Los efectos de la soledad y el aislamiento social se convierten en un problema de salud pública y un área de interés para las políticas de salud: diversas investigaciones ponen de manifiesto la relación entre la soledad y peores niveles de salud o como la integración social se vincula a un riego de mortalidad menor.

Según se recoge en las conclusiones del artículo, el fenómeno de la soledad afecta más a hombres, a personas sin estudios, y aumenta ligeramente con la edad. Además, la dimensión emocional de la soledad resulta más intensa que la dimensión social. Las autoras concluyen que 'la cara más visible de la soledad no es no tener compañía o sentirse abandonado, sino sobre todo percibir que no se cuenta con un entorno al que poder recurrir o confiar en caso de necesidad'.

En cuanto al riesgo de aislamiento social, y en lo referido a la falta de red de amistad, a partir de los 65 años se detectan datos preocupantes coincidiendo, además, con el tránsito a una nueva etapa vital: la jubilación. Según datos de esta investigación: 'más de un cuarto de los mayores de entre 65 y 79 años están aislados de la red de amigos y son casi la mitad entre los mayores de 80 años'. Este aislamiento, y por tanto el riesgo potencial de soledad, afecta en mayor medida a la red de amistad que a la red familiar, que continúa siendo un importante factor de protección del riesgo de soledad a lo largo del ciclo vital.

Sin embargo, pese a que soledad y el riesgo de aislamiento son fenómenos vinculados especialmente a la vejez, los datos relativos a las personas con edades entre 40 y 65 años advierten de un posible crecimiento de los niveles de soledad entre estas a medida que sus edades se acercan a los 65 años y conforme su red social comienza a verse reducida.

En opinión de las autoras, aunque la soledad como fenómeno puede afectar a las personas en cualquier momento de su ciclo vital, es a partir de la jubilación, cuando la vulnerabilidad ante este riesgo es mayor. Por ello, las actuaciones han de encaminarse a la promoción del aumento de la cantidad y calidad de los contactos sociales a partir de los 65 años.

Si desea ampliar esta información consulte el artículo: '¿A quiénes afecta la soledad y el aislamiento social?', publicado por el Observatorio Social de La Caixa (2019).