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“Si existen los milagros, es un milagro que en plena época de internet podamos rescatar la memoria que no era conocida”. El Lehendakari Juan José Ibarretxe recogió con estas palabras uno de estos milagros: un ejemplar en facsímil del manuscrito de Lazarraga, un escrito del siglo XVI que demuestra el arraigo del euskera en Álava en aquella época.
El Lehendakari recibió el texto de manos del Diputado General de Guipúzcoa, Joxé Joan González de Txabarri, y lo hizo en la localidad alavesa de Zalduondo, a diez kilómetros de la Torre de Larrea, lugar donde, entre 1564 y 1567, Juan Pérez de Lazarraga escribió el manuscrito.
Desde entonces, el texto ha vivido una historia completamente desconocida hasta que el responsable de Patrimonio Documental del Gobierno Vasco, Borja de Aguinagalde, lo encontró en la tienda de un anticuario de Madrid. Hace un año, la Diputación de Gipuzkoa adquirió por 66.000 euros lo que los expertos han calificado como el “mayor descubrimiento filológico en décadas, tanto desde el punto de vista lingüístico como literario”.
El ejemplar que entregó González de Txabarri al Lehendakari es uno de los 500 facsímiles del manuscrito de Lazarraga que se han editado para popularizar el texto y ponerlo a disposición “de todos los vascos”. Al recoger el libro, Juan José Ibarretxe destacó que se trata “del primer texto escrito en el que aparece el término Euskal Herria, y lo hace con una mención emocionada por parte del autor”.
El manuscrito de Lazarraga también destaca por su contenido, ya que se trata de una colección de versos, cantares y lances de amor escritos en euskera, acompañados de un relato mitológico, algo poco frecuente en la literatura vasca de la época, en la que predominaban los textos de temática religiosa.
Además de confirmar la existencia del euskera alavés, el escrito proporciona valiosa información sobre los usos y costumbres de la época y aporta inestimables datos filológicos del euskera del siglo XVI. Las 102 páginas del documento darán trabajo durante años a los investigadores.
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