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 El ejercicio físico es bueno para la salud, si se hace con moderación, regularidad y sentido común.
Debe ser lo suficientemente vigoroso como para que aumente el ritmo de la respiración, pero sin que impida hablar; por ejemplo: caminar a paso ligero, nadar, hacer footing, andar en bicicleta...
Lo ideal es hacerlo con regularidad, tres o cuatro veces por semana, durante veinte o treinta minutos (al principio, puede ser suficiente menos tiempo). No es necesario hacer los veinte o treinta minutos de una sola vez.
El ejercicio físico fortalece el corazón, mejora la circulación de la sangre, reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ayuda a prevenir la descalcificación de los huesos, la obesidad, la diabetes...
Se sentirá mucho mejor.
Estos efectos beneficiosos aumentarán si hace una dieta variada y equilibrada y se mantiene lejos del tabaco.
Haga ejercicio de acuerdo con su edad y su estado de salud.
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