Euskadi cierra el año con 110.798 desempleados, 4.047 menos que en 2021

3 de enero de 2023

Diciembre ha cerrado con una ligera subida en el paro registrado, análoga a las que se daban en este mes en los años previos a la crisis financiera con las tasas de paro más reducidas de la historia, y también a lo ocurrido en 2019, antes de la crisis pandémica. Una subida del paro que contrasta con un nuevo incremento de la afiliación a la Seguridad Social y, por tanto, de creación de empleo neto, de empleo con derechos.

El cierre del año ha supuesto un descenso de 4.047 personas en paro, que son 35.652 menos desde que empezó la legislatura, un 24% más bajo. En cuanto a la Seguridad Social, acaba el año con 994.077 personas afiliadas, 14.055 más que hace un año y 55.492 más desde el comienzo de la legislatura.

A diferencia de los meses anteriores, en donde ha habido unas tendencias homogéneas entre territorios, franjas de edad, sexo y actividad, en el último mes el sector de la industria, y sobre todo Gipuzkoa explican esa diferencia, ya que en los otros dos Territorios desciende el paro.

Por el contrario, han sido precisamente quienes más dificultades de acceso al empleo han tenido históricamente, quienes han tenido mejor comportamiento:

  • Porque el paro ha bajado entre los jóvenes en 1.083 personas en este año y en 11.475 desde que empezó la legislatura, un descenso de 40%
  • Entre las mujeres, hay 661 paradas menos en un año y 17.098 en la legislatura, un 21% menos
  • Y entre quienes tienen más de 45 años, hay 440 personas menos en paro en un año y 7.750 desde que empezó la legislatura, un 11,3% menos.

Pero además estamos recuperando de forma paulatina a un sector de población desempleada, quienes llevan más de un año en esta situación, porque el paro de larga duración ha disminuido en 4.015 personas este año y en 15.694 a lo largo de la legislatura, un 22,4% menos y por primera vez deja de ser el colectivo mayoritario en desempleo. Éste es sin duda uno de los principales lastres de nuestro mercado laboral que hemos empezado a corregir.

El escudo social desplegado desde los Gobiernos, las empresas que invierten y los acuerdos con los agentes sociales que hacen posible esas inversiones, explican esta evolución. Porque no sólo hay más afiliados que nunca. Es que hay más personas que nunca con contratos indefinidos, que se han incrementado un 148,3 % gracias a la reforma laboral, y esto supone 119.000 contratos nuevos que ofrecen un horizonte de certeza con respecto a su empleo…. La confianza en las medidas adoptadas por los Gobiernos y la reforma laboral acordada con los agentes sociales están siendo determinantes de estos datos objetivamente buenos, y que no nos hacen olvidar a las 110.798 personas que hoy buscan trabajo y no lo encuentran.

El compromiso del Departamento es seguir abriendo a todos los sectores las oportunidades que se abren en estos tiempos de profunda transformación, como hemos empezado a hacer, y que se va a reflejar además por primera vez en una Ley, la ley vasca de Empleo, en la que Lanbide va a garantizar a todas las personas un diagnóstico de su situación y un plan personalizado para su formación y activación laboral. Los datos demuestran que esa intervención directa y personalizada están siendo la puerta para acceder al mercado de trabajo regulado, que es la primera puerta para reclamar el resto de derechos laborales que hacen posible un empleo de calidad.

Por tanto, con la prudencia con la que siempre valoramos estos datos, tenemos la confirmación de que nuestro suelo es mucho más sólido para afrontar el nuevo año y cualquier nuevo imprevisto que se pueda presentar. Porque hablamos de cifras no sólo históricas, sino sobre todo esperanzadoras, que son aún mejores si tenemos en cuenta las convulsiones de este año.

Ni la guerra en Ucrania, ni la inflación, ni los problemas energéticos han paralizado la acción de los Gobiernos de Euskadi y España, alineados con Europa, para proteger a las empresas y a las personas trabajadoras y seguir impulsando la agenda transformadora. Las medidas que hemos adoptado han permitido que la actividad económica siguiera a pesar de las dificultades y que se haya seguido contratando gente. Una tendencia que las propias organizaciones empresariales confirman que quieren mantener, lo que demuestra la confianza en los Gobiernos y el acierto en las decisiones inéditas que estamos tomando.