Mensaje de Fin de Año del Lehendakari Iñigo Urkullu

31 de diciembre de 2019

Mensaje de Fin de Año 2019 - Iñigo Urkullu Lehendakaria:

Agur t’erdi!

Agradezco la oportunidad de compartir este momento tan especial de final del año 2019 y comienzo del 2020.

Un saludo muy especial, en esta ocasión junto al Árbol de Gernika, a la comunidad vasca en todos los países del mundo. Una comunidad que busca nuevos horizontes y oportunidades, manteniendo su identidad y vínculo con Euskadi, ama lurra.

 

Este 2019 se han cumplido 80 años del final de la Guerra Civil. Hemos recordado el aniversario de la salida al exilio del Lehendakari José Antonio Agirre y su Gobierno. También el 40 aniversario del regreso del exilio del Lehendakari Jesús María Leizaola.

Mirar al pasado nos ayuda a reflexionar y tomar conciencia de los sufrimientos padecidos y los obstáculos superados. El árbol de Gernika simboliza y nos recuerda nuestros valores y aspiraciones, nuestros Derechos Históricos. También las injusticias padecidas y, sobre todo, la capacidad de seguir adelante de este Pueblo.

En este marco, con esta mirada, sugiero concentrar nuestros propósitos en torno a una palabra que resume la reflexión sobre el pasado y el deseo de cara al futuro. Esta palabra es: “AUNAR.”

Si algo caracterizó a los Lehendakaris Agirre y Leizaola fue su capacidad de aunar por encima de las diferencias. Mantener la identidad cultural y el euskera en los momentos más difíciles. Buscar lo que unía a la sociedad vasca en un contexto de máxima adversidad. El árbol de Gernika es el símbolo que aúna, que reúne y une la diversidad de sensibilidades de nuestra sociedad.

 

Hoy vivimos un tiempo distinto, caracterizado por profundas dificultades e incertidumbres globales. Tenemos desafíos que superan el horizonte de una generación. Son retos de País. Necesitamos consolidar las condiciones adecuadas para afrontarlos. Aunar fuerzas y sumar voluntades. Este es mi propósito y propuesta para el nuevo año.

-Tenemos por delante el reto del empleo.

Un empleo de calidad y, especialmente, para las y los jóvenes. Sabemos que nada será igual a la situación previa a la crisis de 2008. Nos corresponde impulsar un nuevo modelo de empresa, más participativo e inclusivo. Nuevos modelos de empresa y de empleo. Necesitamos más “auzolana” para lograr más y mejor empleo. Es nuestro principal objetivo.

-Tenemos por delante el reto ecológico.

Estamos en marcha. La emergencia climática, la transición energética o la movilidad sostenible forman parte de nuestras prioridades. Son parte de la agenda de las instituciones y la sociedad vasca. Necesitamos aunar compromisos y capacidades para acelerar las respuestas y desarrollar nuevos sectores y oportunidades.

-Tenemos por delante el reto demográfico.

No hay fórmulas mágicas. Es preciso un cambio cultural. Necesitamos medidas y recursos para ayudar a las familias y a la conciliación. Debemos garantizar la igualdad de oportunidades.

-Tenemos por delante el reto de la integración y la solidaridad.

Hemos presentado el Pacto Vasco para la Migración, un acuerdo de instituciones y entidades sociales para compartir una respuesta positiva de acogida e integración. Somos un Pueblo acogido, debemos ser un Pueblo acogedor.

Igualdad y solidaridad son dos aspiraciones básicas de la sociedad vasca.

Forman parte de nuestra identidad. Tenemos el firme compromiso de reforzar las políticas públicas, avanzar en la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, garantizar el equilibrio y la justicia social.

 

Nos encontramos en pleno debate sobre el futuro del Autogobierno vasco.

Lo fácil es acordar ese futuro SOLO entre quienes piensan igual. Lo difícil es ampliar y ensanchar los acuerdos entre diferentes. Representa un cambio de actitud, una forma más abierta e inclusiva de entender el “nosotros y nosotras” del Pueblo Vasco.

La clave es hacer un esfuerzo por aunar. Ampliar los puntos de encuentro desde el respeto.

No podemos acomodarnos. La innovación, una innovación con sentido ético que busca el bien común, es clave de futuro en la economía, las instituciones y el conjunto de la sociedad.

Tenemos que aunar voluntades para extender la cultura del esfuerzo individual, el afán de superación y la colaboración, “auzolana.”

 

Concluye 2019. Ha sido un año de esfuerzo colectivo. La sociedad vasca y nuestro País, Euskadi, ha seguido avanzando. Con sus dificultades y problemas, ha sido un año positivo.

El nuevo año no será fácil; estoy convencido de que, una vez más, Euskadi va a salir adelante; avanzaremos y progresaremos juntos.

Debemos posponer lo que nos divide y anteponer lo que nos une. Sumar voluntades para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades que tenemos por delante.

Bajo el árbol de Gernika, a las puertas del nuevo año, subrayo que lo importante para Euskadi es AUNAR.

 

Agirre y Leizaola marcaron el camino progresivo del compromiso en el día a día, de la ilusión y la esperanza por un futuro mejor.

Son un ejemplo y este es el modelo que proponemos.

Mi deseo para este nuevo año es que nos volquemos en lo importante; que nos centremos en aunar.

Eskerrik asko, zorionak eta urte berri on!