Ciclo Musikagileak 2021-2022: Eros Jaca

Donostia-San Sebastián 20 de diciembre 2021
  • Ciclo Musikagileak 2021-2022: Eros Jaca
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XII edición del Circuito de Música Contemporánea Musikagileak.

El 20 de diciembre y esta vez en el Auditorio de Musikene, el violonchelista Eros Jaca abordará un programa con obras para violonchelo a solo y con electrónica de Arias, Echeverría, Lachenmann, Lazkano, Domínguez y Xenakis.

Original de Zaragoza, el violonchelista Eros Jaca ha estudiado en ciudades como San Sebastián, Madrid, Berlín y Bern, lugar donde reside actualmente. A lo largo de su trayectoria ha recibido consejo de solistas como Asier Polo, Arto Noras, Louise Hopkins, Ivan Moniguetti, Claudio Bohórquez y Antonio Meneses, y ha ganado más de quince premios nacionales e internacionales. Siendo la música contemporánea una de sus especialidades, ha tocado en el festival Donaueschinger Musiktage o en Frankfurter Hof de Mainz como artista invitado del famoso grupo neoyorquino Bang on a Can. Es también el presidente fundador de la HHMusik (Hispano - Helvetische Musikgesellschaft), que tiene por objetivos favorecer el intercambio cultural y dar a conocer la música hispana en Suiza.

Su recital en el Circuito Musikagileak comenzará con Cellolar Synthesis de Helga Arias, que fusiona el instrumento digital con el tradicional para crear un nuevo objeto en simbiosis sonora, un «metainstrumento». Le seguirá Diverticello de Jesús Echeverría, que toma como modelo el género del divertimento para explorar las diversas posibilidades expresivas del violonchelo a través de secciones de estilos muy variados. Pression, de Helmut Lachenmann, es una exploración de los efectos que la presión del arco y de los dedos sobre las cuerdas del violonchelo puede producir sobre su sonido. Tras ella llegará Ibaiadar, una obra breve, ligera y virtuosa de Ramon Lazkano que propone un juego de espejos y simetrías.

Kottos de Iannis Xenakis hace referencia a Coto, el gigante hijo de Urano y Gea que tenía cien brazos y cincuenta cabezas. La obra de Xenakis imagina así un violonchelista con 100 brazos, capaz de llevar a cabo múltiples acciones simultáneas sobre el instrumento. El recital de Eros Jaca finaliza con Elegía de Francisco Domínguez, una composición lírica en la que se lamenta la muerte de una persona y que el autor ha querido dedicar «a todos aquellos que han perdido a alguien durante esta pandemia».

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