Muchas de las opciones de consumo por las que optamos afectan a otras personas alrededor de todo el mundo: a las personas trabajadoras de Asia, África o Latinoamérica, a los millones de niñas y niños de países en los que tienen que trabajar y no reciben una educación básica, también afectan al medioambiente, a la biodiversidad, al consumo energético… De todo lo que pagamos por un producto, solo una pequeña parte se la llevan las personas que lo producen, y la mayor parte va a parar a las grandes empresas multinacionales y a los intermediarios.

El comercio justo es una alternativa a estas relaciones comerciales injustas. Es un sistema comercial que se basa en aspectos éticos, sociales y sostenibles. Los productos que siguen criterios de comercio justo son el resultado de trabajo de personas productoras de diferentes países de África, Asia y América.  Y son aquellos que cumplen estos 8 principios fundamentales:

• Relaciones comerciales a largo plazo.
• Prácticas comerciales justas.
• Igualdad de género.
• Respeto al medio ambiente.
• No a la explotación infantil.
• Transparencia en la gestión comercial y financiera.
• Productos con calidad.
• Salario y condiciones de trabajo dignos.

Es importante que conozcamos los diferentes agentes que intervienen en los procesos de producción y comercialización de los productos y reflexionemos acerca de las condiciones sociales y medioambientales en las que un producto o un servicio ha sido elaborado hasta llegar a nuestras manos y cuáles son sus consecuencias. Las personas consumidoras somos el eslabón final que hace posible el comercio justo. Debemos utilizar con responsabilidad nuestro poder ante los actos de consumo, valorando no solo el precio de lo que compramos sino también las condiciones sociales y ecológicas en las que se ha fabricado.

Entre los productos de comercio justo, podemos encontrar productos de alimentación como el café, cacao, chocolate o azúcar, y también productos textiles y artesanía. Fíjate siempre en la etiqueta de los productos que adquieres: por ejemplo, los sellos FLO (Fairtrade Labelling Organization) y WFTO (World Fairtrade Organization) son certificaciones que cumplen los requisitos que hemos comentado en este artículo.

También encontramos organizaciones y ONGs que organizan redes de comercio justo y comercializan productos de comercio justo como Oxfam Intermon, Kidenda, Alboan, Cáritas, Setem.

En definitiva, debemos conocer la existencia del comercio justo como alternativa para crear un futuro más solidario y sostenible.

Puedes encontrar más información sobre el comercio justo en la Coordinadora de Comercio Justo.