AIRE


Según Anaxímenes, el aire era el principio de todas las cosas. Empédocles lo consideró uno de los cuatro elementos primordiales (junto con el agua, el fuego y la tierra). Para los alquimistas medievales, aire era una denominación genérica que designaba diversos gases: el oxígeno era el aire vital, el hidrógeno era el aire inflamable.

Considerado después como un elemento simple, su carácter de mezcla fue demostrado por Lavoisier a mediados del s.XVIII. Los componentes constantes del aire son: nitrógeno (78% en volumen), oxígeno (21%), gases inertes e hidrógeno (0,00005%); además, contiene cantidades pequeñas y variables de dióxido de carbono y vapor de agua. Esta composición se mantiene aproximadamente constante hasta los 3.000m de altitud, lo cual permite que se produzcan los procesos de oxidación y combustión. El aire es un fluido transparente, incoloro e inodoro, buen aislante térmico y eléctrico. En condiciones normales, un litro de aire pesa 1,29g.

El aire líquido se obtiene por medio de compresiones y expansiones adiabáticas repetidas, que producen un fuerte enfriamiento del aire (efecto Joule-Thompson) hasta que, al alcanzar los -193° C, tiene lugar la licuefacción.

 

 

Fecha de la última modificación: 28/09/2005