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Boletin Oficial del País Vasco

N.º 187, jueves 1 de octubre de 1998


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Otras Disposiciones

Educación, Universidades e Investigación
4383

ORDEN de 22 de junio de 1998, de los Consejeros de Educación, Universidades e Investigación, y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, por la que se aprueba el Programa de Educación Ambiental en el Sistema Educativo no universitario.

La Orden de 26 de junio de 1996 (BOPV de 2 de septiembre), por la que se regula el desarrollo de la educación ambiental en el sistema educativo no universitario a través de los Centros de Educación e Investigación Didáctico-Ambiental (CEIDA), prevé la aprobación de un Programa de Educación Ambiental en el Sistema Educativo.

La comisión bilateral responsable de la elaboración y redacción de dicho Programa elevó el 2 de septiembre de 1997, a los Consejeros de Educación, Universidades e Investigación, y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, su propuesta de Programa.

El Programa propuesto por la comisión bilateral garantiza completamente una estrategia de educación ambiental en el sistema educativo no universitario coordinada y efectiva.

Por todo ello,

DISPONEMOS:

Artículo único.– Aprobar el Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario que aparece como anexo a la presente Orden.

En Vitoria-Gasteiz, a 22 de junio de 1998.

El Consejero de Educación, Universidades e Investigación,

IÑAXIO OLIVERI ALBISU.

El Consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente,

FRANCISCO JOSÉ ORMAZABAL ZAMAKONA.

PROGRAMA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EL SISTEMA EDUCATIVO NO UNIVERSITARIO

ÍNDICE

1.– Introducción.

2.– Contextualización: Fundamentos de la Educación Ambiental.

3.– Estructura para el desarrollo y coordinación con políticas sectoriales de los Departamentos de Educación, Universidades e Investigación y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente.

4.– Plan de Investigación y Experimentación.

5.– Formación continua del profesorado.

6.– Sensibilización y Concienciación.

7.– Reconocimiento al profesorado.

8.– Calendario de desarrollo y Planes anuales.

9.– Valoración del coste y de las aportaciones de cada uno de los Departamentos para el desarrollo del programa.

10.– Seguimiento y Evaluación.

11.– Modificaciones normativas para el mejor desarrollo del Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario.

12.– Comisión bilateral para el seguimiento del Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario.

1.– Introducción.

La Educación Ambiental constituye uno de los pilares fundamentales para alcanzar una correcta gestión del medio ambiente.

Por ello, los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación pretenden desarrollar conjuntamente una política de Educación Ambiental para que a través de la misma se alcance la concienciación y capacitación ciudadana que permita participar de forma responsable en la gestión del medio ambiente.

La Orden del 26 de junio de 1996 (BOPV 2 de septiembre), firmada por el Consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y el Consejero de Educación, Universidades e Investigación, dispone en su Artículo 1 el establecimiento de un Plan Marco de Actuación Conjunta para el desarrollo de la Educación Ambiental en el Sistema Educativo, y en su Artículo 3, que una comisión bilateral de trabajo se encargará de la elaboración y redacción del borrador del Programa de Educación Ambiental en el Sistema Educativo para su correspondiente aprobación.

La citada Orden establece asimismo en su Artículo 5 que las líneas fundamentales del programa de Educación Ambiental serán las siguientes:

1.– Propuesta de plan de investigación y experimentación, con temporalización anual, que abarque los siguientes aspectos:

a) Estrategias para el diseño, la realización y el fomento de actividades de Educación Ambiental, estancias en centros de educación ambiental extraescolar y realización de proyectos de innovación curricular en materia de medio ambiente.

b) Publicación y difusión de materiales en el campo de la Educación Ambiental.

c) Introducción de la perspectiva ambiental en el currículo de los niveles educativos no universitarios.

2.– Propuesta de plan de formación del profesorado en Educación Ambiental y temporalización del mismo.

3.– Propuesta de programas de sensibilización y concienciación medioambiental.

4.– Propuesta de marco para el reconocimiento, por parte de los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación, de la participación del profesorado en las actividades de investigación y experimentación y formación incluidas en el Programa de Educación Ambiental.

5.– Valoración del coste y de las aportaciones de cada uno de los Departamentos para el desarrollo de los planes de investigación y experimentación, de formación del profesorado y de programas de sensibilización y concienciación.

2.– Contextualización: fundamentos de la educación ambiental.

La problemática ambiental.

Las interacciones establecidas entre el ser humano y el medio ambiente han ido transformándose y desarrollándose a lo largo del proceso de evolución social y cultural de la humanidad. No obstante, la capacidad del ser humano para modificar estas relaciones, y también para transformar el medio ambiente, ha atravesado fases de intensidad diferente, habiéndose acelerado considerablemente en los últimos siglos, sobre todo a partir de la revolución tecnológica, lo que ha ocasionando importantes desequilibrios a nivel planetario.

Los avances de la ciencia, la cultura y la tecnología pueden beneficiar a toda la población humana, pero la aplicación que se hace de ellas, en lo relativo al medio ambiente, tiene efectos negativos para el planeta, la calidad de vida y la propia supervivencia humanas. Lo que denominamos «problemática ambiental» es el conjunto de situaciones en que se encuentran afectados negativamente tanto el entorno biofísico y social como la calidad ambiental para el desarrollo de la vida humana. Estas situaciones son consecuencia de una desmesurada (y desigual) explotación de los recursos naturales por el ser humano y del desconocimiento, o la no consideración, por parte de éste de sus interacciones como especie con el ambiente en el que vive.

La toma de conciencia, por parte de las sociedades tecnológicas, de los efectos que el desarrollo de las comunidades humanas produce sobre el medio natural y de los alcances, a corto y largo plazo, de dichos efectos en el equilibrio de la Biosfera, puso de manifiesto la necesidad urgente de una búsqueda de soluciones. Pero, ante problemas ambientales que afectan a la sociedad entera y en los que están implicados todas y cada una de las personas, no es suficiente con unas soluciones a nivel administrativo. Si se quiere tener una efectividad en la recuperación de nuestro medio ambiente, es imprescindible que sea la sociedad en su conjunto la que ponga los medios para realizarlo y es así como surge la necesidad de la educación ambiental. En consecuencia, la concepción del medio ambiente y las problemáticas a él asociadas son el punto de partida y el objeto de trabajo de la Educación Ambiental (EA).

Concepción del medio ambiente.

El término «medio ambiente» es joven, y su significado complejo y subjetivo, por lo cual presenta dificultades en su definición y uso posterior. En sociedades como la nuestra, el concepto «medio ambiente» no hace referencia sólo a lo que de natural hay en el entorno de los individuos, sino que también es el resultado de las acciones de estos individuos sobre dicho medio, ya sean éstas de tipo social, cultural, etc. En el coloquio de Aix-en-Provence (1972) se define el medio ambiente como «el conjunto, en un determinado momento, de los aspectos físicos, químicos y biológicos, y de los factores sociales y económicos susceptibles de tener un efecto directo o indirecto, inmediato o a largo plazo, sobre los seres vivos y las actividades humanas».

Para su mejor comprensión, resulta conveniente considerar «el medio ambiente como un sistema constituido por elementos físicos y socio-culturales interrelacionados entre sí, que condicionan la vida de los seres humanos a la vez que son modificados y condicionados por éstos» (Novo, María, 1986, Educación y Medio Ambiente. Madrid, UNED). Coherentemente con esto, se ha de entender el planeta como un macrosistema constituido a su vez por diferentes subsistemas, naturales y modificados, y también por sistemas sociales, económicos, tecnológicos, etc.

En 1973 un grupo de trabajo del MAB (Man & Biosphere) llegó a una definición sistémica no muy detallada; pero sí completa. «Los medio ambientes son sistemas multidimensionales de interrelaciones complejas en continuo estado de cambio».

La consideración del medio ambiente como sistema implica una visión compleja del mismo, donde no sólo se toma en cuenta la composición del mismo, sino también su grado de organización alto y cambiante. El sistema no es un derivado de las partes que lo componen, sino un armazón o estructura en la que se insertan sus componentes, de modo que éstos están relacionados más fuertemente con el conjunto que entre sí.

Perspectiva histórica, concepto y finalidades de la Educación Ambiental.

En cuanto a la Educación Ambiental, también se ha llevado a cabo un proceso de redefinición, motivado por la evolución que se ha ido produciendo en las perspectivas sociales y en las necesidades de cambio que demanda la sociedad, ante los graves perjuicios a los que se está sometiendo al medio ambiente.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972) supone el primer pronunciamiento solemne sobre la necesidad de la EA. Esta Conferencia realizó una reflexión profunda sobre los problemas medioambientales de nuestra época y las causas que los originan. En uno de los principios de la citada Conferencia se establece que «es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales inspirada en el sentido de responsabilidad en cuanto a la protección y mejora del medio en toda su dimensión humana».

En 1972 se crea el Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Entre sus tareas figuran la información, la educación y la capacitación orientadas con preferencia a personas con responsabilidades de gestión sobre el medio.

La UNESCO y el PNUMA deciden la creación conjunta de un Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) cuya primera actuación tiene lugar en 1975, con la organización del Seminario Internacional de Belgrado. Los debates de Belgrado concluyeron con la aceptación del documento conocido como «Carta de Belgrado», en el que se insta a la humanidad a replantearse el concepto de desarrollo, y a los individuos en particular a reajustar sus propios esquemas de prioridades, dando cabida en ellos al compromiso con el medio ambiente y con el resto de la población mundial.

La Conferencia Intergubernamental de Tbilisi (Georgia), celebrada en 1977, fue una continuación del Seminario de Belgrado. Esta Conferencia pasó revista a los principales problemas ambientales de la sociedad contemporánea y estudió el cometido de la educación para contribuir a resolverlos. La Declaración y Recomendaciones de la Conferencia se convirtieron en una referencia indispensable para los organismos y personas preocupadas por la educación, pues fijó los objetivos que se propone la EA.

Según el enfoque adoptado en Tbilisi, el medio ambiente se entiende como «una totalidad que abarca a la vez los aspectos naturales y los dimanantes de las actividades humanas; la E.A. resulta ser una dimensión del contenido y de la práctica de la educación, orientada a la prevención y a la resolución de los problemas concretos planteados por el medio ambiente, gracias a un enfoque interdisciplinar y a la participación activa y responsable de cada individuo y de la colectividad.»

La Conferencia Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992, adopta una estrategia global (Programa 21), como instrumentación de una política ambiental a nivel mundial orientada a frenar su degradación. Desde el punto de vista educativo, la conferencia parte de las recomendaciones de Tbilisi, pero supone en la práctica una reorientación también de la Educación Ambiental (EA) como instrumento al servicio del desarrollo sostenible. Además, la Conferencia reclama como prioridad el aumento de la conciencia del público, y apuesta por el fomento de la capacitación como uno de los instrumentos más importantes para desarrollar los recursos humanos y facilitar la transición hacia un mundo más viable.

En el Capítulo 36 del Programa 21 se expresa que «para ser eficaz, la educación en materia de medio ambiente y desarrollo debe ocuparse de la dinámica del medio físico-biológico y del medio socioeconómico y el desarrollo humano (que podría comprender el desarrollo espiritual), integrarse en todas las disciplinas y utilizar métodos académicos y no académicos y medios efectivos de comunicación». Por otra parte, las Organizaciones No Gubernamentales (reunidas de forma paralela a la Cumbre de Río) en el Foro Global Ciudadano entendían que «la EA debe tener como base el pensamiento crítico e innovador, en cualquier tiempo y lugar, en sus expresiones formal, no formal e informal, promoviendo la transformación y la construcción de la sociedad. La EA no es neutra, está basada en valores específicos. Es un acto político para la transformación social».

Desde que la Educación Ambiental empieza a tomar fuerza en la década de los años 60 en las obras de los autores que se han dedicado a esta temática se expresan una serie de definiciones en torno a la EA. Como muestra se transcriben dos a continuación:

– «proceso en el curso del cual el individuo logra asimilar los conceptos e interiorizar las actitudes mediante las cuales adquiere las capacidades y comportamientos que le permiten comprender y enjuiciar las relaciones de interdependencia establecidas entre una sociedad, su modelo de producción, su ideología y su estructura de poder dominante, y su medio biofísico, así como para actuar en consecuencia con el análisis efectuado» (Cañal, García, Porlán, 1981, Ecología y escuela. Laia, Barcelona).

– «proceso que consiste en acercar a las personas a una concepción global del medio ambiente, entendido como sistema de relaciones múltiples, para adquirir conocimientos, elucidar valores y desarrollar actitudes y aptitudes que les permitan adoptar una posición crítica y participativa respecto a las cuestiones relacionadas con la conservación y correcta utilización de los recursos y la calidad de vida.» Novo, M., 1986. Educación y Medio Ambiente. Madrid, UNED).

El objetivo fundamental de la EA consiste en lograr que los individuos y las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente natural y del creado por el ser humano, resultante de la interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales, económicos y culturales; y adquieran los conocimientos, los valores, los comportamientos, y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión relacionada con el uso racional de los recursos y la calidad ambiental del medio. Dicha gestión racional, que tiene carácter de urgencia, requiere, además de unas actuaciones a nivel administrativo, la movilización de la sociedad en su conjunto, puesto que todas y cada una de las personas están implicadas en los problemas ambientales. La participación individual y colectiva orientada a la resolución de los problemas ambientales ha de estar guiada por una ética ambiental, cuyos valores han de ser asumidos y potenciados también desde el mundo educativo formal por medio de su integración en el currículo.

En consecuencia, la EA, por sus finalidades y funciones, es una práctica educativa necesariamente abierta a la vida social. Sólo puede ser eficaz si todos los miembros de la comunidad educativa, y la sociedad en general, participan según sus capacidades en la tarea compleja y solidaria inherente al mejoramiento de las relaciones entre el ser humano y su medio, lo cual sólo podrá realizarse si éstos se convierten en el tema de su propia educación y cobran conciencia de su compromiso y de sus responsabilidades. Se comprende así que un currículo centrado en el medio ambiente sea una fórmula muy sugerente para acercar la enseñanza a la vida, entendida ésta en sentido amplio.

Por sus propios fines, un aspecto fundamental de la Educación Ambiental es su dimensión axiológica. Ésta supone la inclusión de una nueva ética reguladora de las relaciones entre el ser humano y su medio, y la consideración de éste como un bien a conservar. Ahora el ambiente debe considerarse como un bien, un valor, y la relación del ser humano con él implica una moralidad en sus acciones. La Educación Ambiental debe hacer descubrir una cierta ética, fortalecida por un sistema de valores, y permitir el progreso en la búsqueda de los valores más adecuados a un verdadero desarrollo sostenible y humano. En consecuencia, se han de plantear algunos valores esenciales, en tanto en cuanto permiten la construcción de una malla de criterios para la actuación. Algunos de estos valores están universalmente aceptados (tolerancia, justicia, equidad, solidaridad, cooperación, responsabilidad...), mientras que otros se derivan de la reflexión y reinterpretación respecto al medio ambiente en su concepción global y bajo un enfoque sistémico. Se trata con ello de cuestionar y replantear ideas como «progreso», «desarrollo», o «calidad de vida», conceptos que han de servir a la persona educadora como ejes de trabajo en la búsqueda de valores ambientales. Además, las llamadas a la acción a favor del medio ambiente deberían orientarse con arreglo a las necesidades y preocupaciones del grupo concreto y de sus componentes.

La Educación Ambiental en el ámbito escolar.

El marco legal de la Educación Ambiental.

La aprobación de la LOGSE supone, desde la perspectiva de la integración de la EA en el sistema escolar, un cambio sustancial, puesto que ahora se contempla como un tema objeto de trabajo para todos los centros educativos. Así lo expresa la propia LOGSE cuando en su artículo segundo señala aspectos claros de EA, como son la relación con el entorno social, económico y cultural, y la formación en el respeto y defensa del medio ambiente, que han de ser principios bajo los que se debe regir la actividad educativa.

El Departamento de Educación, Universidades e Investigación con los Decretos 236/1992 de 11 de agosto, 237/1992 de 11 de agosto y 213/1994 de 24 de junio determina los currículos de la Educación Infantil, de la Educación Primaria y de la ESO respectivamente, para la CAPV, y señala que en la organización y tratamiento de los contenidos de estas dos últimas etapas educativas se tomarán como referente a las Líneas Transversales entre las que destaca la Educación Ambiental.

Los Decretos de Desarrollo Curricular de la CAPV, en referencia a la EA, han establecido los siguientes objetivos:

– Para la Etapa Infantil, «observar y explorar el entorno inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado, identificar las características y propiedades más significativas de los elementos que lo forman y alguna de las relaciones que se establecen entre ellos» (Art.4, Objetivo de etapa «e»).

– Para la Etapa Primaria, «comprender y establecer relaciones entre hechos y fenómenos del entorno natural y social, y contribuir activamente, en lo posible, a la defensa, conservación y mejora del medio ambiente» (Art.4, Objetivo de etapa «e»).

– Para la Etapa Secundaria Obligatoria, «analizar los mecanismos básicos que rigen el funcionamiento del medio físico, valorar las repercusiones que sobre él tienen las actividades humanas y contribuir activamente a la defensa, conservación y mejora del mismo como elemento determinante de la calidad de vida» (Art.4, Objetivo de etapa «e»).

En las asignaturas de Bachillerato la presencia de los objetivos de la EA es más débil, si exceptuamos la de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente y, en menor medida, las de Historia, Tecnología, y Ciencia, Tecnología y Sociedad (optativa).

La integración de la perspectiva ambiental en el currículo.

El hecho de que se puedan asimilar los objetivos que aparecen en los currículos de las áreas a los de la Educación Ambiental no significa necesariamente que con su desarrollo se esté haciendo de por sí Educación Ambiental, pues esto requiere además incorporar las finalidades y características de la misma.

En la EA convergen factores variados y de gran importancia para el complejo proceso de adaptación de los centros al nuevo modelo educativo: la consideración del entorno en el PEC, PCC y ROF como elemento estructurante de la práctica; la adaptación de los modelos didácticos a las características naturales o socionaturales; la emergencia en la sociedad y en nuestras aulas de la problemática ambiental; la necesidad de adoptar un enfoque ético ambiental centrado en la vida en su totalidad (biocentrismo), que se basa en los principios de equidad y de solidaridad sincrónica y diacrónica, superando los sistemas éticos centrados sólo en lo humano (antropocentrismo) que nos han conducido a la crisis ambiental; el desarrollo profesional de las y los educadores y las inquietudes de las y los escolares. En este proceso, la EA aparece como una opción capaz de reunir y armonizar los principales elementos que conforman el currículo escolar.

En este sentido, hemos de precisar que el término «currículo» tiene desde esta perspectiva un significado complejo. Si pensamos la educación como un incesante proceso dinámico de cambios que da pie a la aparición de nuevos estados y posibilidades en la persona que se está educando, la intencionalidad de los procesos educativos plantea la necesidad de un referente complejo que dé cuenta de todas las variables e interacciones presentes en tales procesos, a la vez que sirva de elemento orientador. Si a tal referente le denominamos «currículo», entendemos que éste debería contener, al menos, cinco componentes básicos (Novo, M., 1995, La educación ambiental. Ed. Universitas, Madrid):

a) Aquéllos que reflejan las tareas de planificación, gestión e investigación del profesorado, relativas a su práctica docente.

b) Los que dan cuenta del perfil socio-cultural y evolutivo de las personas que aprenden.

c) Los que expresan las finalidades educativas y los modelos de enseñanza-aprendizaje subyacentes al proceso.

d) Los que describen el contexto (entorno físico y socio-cultural) así como las necesidades y posibilidades en el orden educativo.

e) Los que permiten comprender cuál es el clima de comunicación intrasistémico (interno al centro educativo) e intersistémico (relacionando al centro con el entorno).

Consecuentemente, en la medida en que cambie cualquiera de estos componentes, variará sustancialmente el carácter del currículo, al resultar esencial la relación de todos ellos para el logro de un modelo integrado y dinámico.

Desde esta perspectiva, la Educación Ambiental se integra como un elemento dinamizador que obliga al sistema curricular a ajustarse o reorganizarse de acuerdo con sus propios principios inspiradores. En consecuencia, la verdadera integración de la EA se produce cuando se consigue integrar la perspectiva ambiental en el currículo en relación estrecha con las demás líneas transversales, siendo éste un proceso radical e innovador que afecta fuertemente al sistema en su globalidad. Las líneas transversales son complementarias y convergentes, y propugnan valores semejantes; se pueden considerar como diferentes puntos de partida para lograr una educación que reconozca la complejidad del mundo y de la realidad social en que vivimos.

«Integrar la perspectiva ambiental en el currículo» significa ajustarlo coherentemente a los principios éticos, conceptuales y metodológicos que inspiran la EA, de modo que todo él, en su conjunto, responda a las exigencias y posibilidades de este movimiento innovador. Desde esta perspectiva, un currículo «ambiental» (Novo, M., 1995, La educación ambiental. Ed. Universitas, Madrid) debería tener las siguientes características básicas:

– Adecuado, es decir, ajustado a las condiciones reales de la comunidad educativa y su entorno.

– Coherente, lo que significa que sus planteamientos metodológicos deben estar de acuerdo con sus bases éticas, con los modelos de aprendizaje asumidos, etc.

– Sistémico, considerando todos los componentes curriculares como elementos interrelacionados del sistema, enfatizando el valor de las relaciones y del modelo organizacional.

– Centrado en el desarrollo de alumnos y alumnas, de modo que se contemplen distintas posibilidades, niveles y ritmos para respetar la diversidad de quienes aprenden, tomando siempre en consideración sus conocimientos previos y conductas de partida.

– Abierto al entorno, a las necesidades y posibilidades del territorio (contexto «micro») y a los problemas del medio ambiente nacional y global (escalas «meso» y «macro»).

– Flexible, considerando la planificación siempre como una «hipótesis de trabajo» que se va modificando gradualmente a través de los procesos de investigación-acción.

– Dinámico, abierto a la innovación y al cambio.

– Centrado en los procesos, lo que supone prestar valor no sólo a los productos sino también a los sucesos, al presente de cada hecho educativo.

– Problematizador, utilizando los conflictos del entorno como centros de interés para el aprendizaje.

– Globalizador/Interdisciplinario, concediendo mayor relevancia al trabajo en proyectos compartidos desde diferentes ámbitos disciplinarios que a las disciplinas como compartimentos estancos.

Además, esta ambientalización del currículo debería contemplarse como un elemento más dentro de la ambientalización del centro. De esta manera quedaría integrada en un proyecto de trabajo común, consensuado entre todos los y las componentes de esa comunidad educativa concreta, y orientado por los distintos tipos de acuerdos reflejados en los diversos documentos sobre organización y funcionamiento del centro (PEC, PCC, ROF y PAC).

De esta manera, el ambiente no será sólo una realidad a conocer o un bien a conservar, sino algo que participa activamente en el desarrollo de las personas y en la propia institución escolar, y sobre cuyos efectos habrá que saber actuar, optimizando los positivos y neutralizando los negativos. Así, la ambientalización del currículo supondría un reforzamiento del sistema educativo, al integrar en su seno experiencias innovadoras capaces de generar cambios desde dentro y no al margen del sistema, constituyendo así un elemento para el desarrollo de la profesionalidad del profesorado y la mejora de la calidad de la enseñanza.

Mención especial merecen, finalmente, los Ciclos Formativos. Éstos, por su carácter de ciclos terminales para culminar la preparación profesional, también deben integrar la perspectiva ambiental, para lo que se aconseja la adopción del modelo transversal.

Aunque la formación tecnológica será distinta según el nivel de estudios y el campo de actividad, se pueden establecer algunos objetivos básicos (PIEA UNESCO-PNUMA, 1995, La educación ambiental en la formación técnica y profesional. Libros de la Catarata, Bilbao):

1.– concienciar y proporcionar los conocimientos y aptitudes tecnológicas y económicas necesarias para tratar los problemas ambientales derivados de los productos del campo concreto, la posible eliminación de tales problemas y las principales soluciones técnicas necesarias;

2.– concienciar y proporcionar los conocimientos y aptitudes tecnológicas y económicas necesarias para identificar y tratar los principales problemas ambientales originados por los procesos de producción, incluyendo:

– el reciclado o uso directo de los subproductos,

– técnicas de eliminación de residuos,

– técnicas de restauración;

3.– concienciar y proporcionar los conocimientos y aptitudes necesarios, incluyendo la propia seguridad, para identificar y tratar los problemas de seguridad y salud de las personas que están implicadas en el proceso de trabajo.

Perspectivas metodológicas para la Educación Ambiental.

Si queremos cambiar de manera profunda el pensamiento y la conducta de las personas, es decir, su manera de entender y actuar en el mundo, resulta necesario tener claro no sólo las metas que orientan el cambio sino también conocer bien los procesos de enseñanza-aprendizaje que lo hacen posible. Una mirada a la literatura sobre el tema nos muestra que actualmente se abre paso un nuevo modelo didáctico basado en la investigación, tanto del alumno/a como del profesor/a. Las tendencias en EA apuntan también en la línea del aprendizaje por investigación (García, J.E., Porlán, R., 1990, Proyecto IRES, Sevilla), ya que permite una aproximación integrada a la realidad, dando a esta investigación una perspectiva holista y sistémica, lo cual aconseja la adopción de enfoques interdisciplinares.

La investigación es un proceso encaminado a detectar problemas -entendiendo por problema toda dificultad que no pueda superarse automáticamente, requiriendo la puesta en marcha de actividades orientadas hacia su resolución-, formularlos y resolverlos.

Un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en la investigación del alumno/a supone cuestionar las interacciones sociales que se dan en el aula basadas en relaciones jerárquicas de poder y sustituirlas por procesos de negociación democrática que regulen la inevitable diversidad de expectativas e intereses presentes; supone que el profesor/a, de manera cooperativa, asume un papel investigador y reflexivo sobre lo que sucede en el aula y reformula su práctica en base a esa reflexión; y supone también entender el diseño y desarrollo curricular como un proceso de investigación, siempre abierto, en el que cada currículo concreto sería una hipótesis más de trabajo.

Un modelo de investigación de estas características contribuirá así al avance en la línea de los cambios conceptuales, metodológicos y actitudinales que se pretenden, pues facilitará incorporar a la actividad escolar la problemática social del entorno y los aspectos éticos y actitudinales. Esta propuesta metodológica se deriva de una triple perspectiva:

– la perspectiva epistemológica sistémica y compleja, que, frente a la concepción reduccionista y simplificadora actualmente dominante, caracteriza el conocimiento como organizado, relativo y procesual;

–la perspectiva constructivista, que, frente a los planteamientos habituales de aprendizaje pasivo y receptivo, nos orienta sobre las condiciones para la consecución de un aprendizaje significativo;

– la perspectiva ideológica crítica, que, frente a una concepción técnica e instrumental de los procesos educativos, busca enriquecer y complejizar el conocimiento cotidiano mediante un proceso de negociación social basado en la comunicación y la cooperación.

En definitiva, los conocimientos integrados del medio ambiente han de servir para:

– favorecer un comportamiento responsable de las personas, y para

– promover su participación comprometida en la gestión de los recursos naturales.

3.– Estructura para el desarrollo y coordinación con políticas sectoriales de los departamentos de educación, universidades e investigación, y de ordenación del territorio, vivienda y medio ambiente.

Estructura, organización y funciones de los CEIDA previas a la aprobación de este Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario.

Siguiendo las recomendaciones de UNESCO respecto a la Educación Ambiental y las directrices emanadas desde diferentes reuniones e instituciones interesadas en el medio ambiente, en el año 1989 los Departamentos de Educación, Universidades e Investigación, y de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, firmaron el Decreto 202/1989 de 19 de septiembre, por el que se regula la creación y el funcionamiento de los Centros de Educación e Investigación Didáctico Ambiental (CEIDA) de la Comunidad Autónoma del País Vasco, y se determinan, en su artículo cuarto, las funciones que deberán asumir dichos centros, que son las siguientes:

a) fomentar e impulsar actividades de apoyo a la programación escolar con el objetivo de acercar ésta a la realidad medioambiental,

b) propiciar el tratamiento interdisciplinar de la Educación Ambiental en las diversas áreas de los programas de enseñanza escolar,

c) colaborar con el Departamento de Educación, Universidades e Investigación en el diseño y puesta en marcha de programas de perfeccionamiento del profesorado que faciliten la incorporación de la Educación Ambiental en el desarrollo de la actividad escolar,

d) potenciar la coordinación de las iniciativas y recursos de los centros educativos con el objeto de articular una oferta coordinada y coherente en materia medioambiental,

e) sensibilizar a todos los estamentos de la comunidad educativa de la necesidad de su implicación en el logro de los objetivos de la Educación Ambiental,

f) diseñar y elaborar el material adecuado para el tratamiento de la temática medioambiental en el entorno de los Centros educativos.

(Véase el .PDF)

Según este Decreto, el personal de los CEIDA proviene del Departamento de Educación, Universidades e Investigación, siendo profesorado de cualquiera de los niveles del sistema escolar no universitario, en régimen de comisión de servicios, cuya vía de acceso es la misma que para el resto de los Servicios de Apoyo; por su parte, la habilitación de los medios materiales de los CEIDA le corresponde al entonces Departamento de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, en la actualidad Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente.

La dirección, supervisión y coordinación de las actuaciones de los CEIDA se realiza por parte del Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, que habilita los medios personales y materiales necesarios para ello, a través del Servicio de Educación Ambiental.

El primer CEIDA, el de Bilbao, empieza a funcionar en el año 1990, con una dotación de 3 personas, en el año 1992 se crean los centros de Legazpi y Basauri y en el año 1994 el centro de Vitoria-Gasteiz, asignando a cada uno de estos tres nuevos centros una plantilla de dos personas.

Posteriormente, con la Orden del 26 de junio de 1996 (BOPV 2 de septiembre) se dispone el establecimiento de un Plan Marco de Actuación Conjunta de los dos Departamentos, que permita el desarrollo de la educación, investigación y sensibilización ambiental en el sistema educativo, y cuya coordinación se encomendará a los CEIDA.

La coordinación y desarrollo del Plan Marco de Actuación Conjunta, para el desarrollo de la educación, investigación y sensibilización ambiental en el sistema educativo son encomendados con carácter exclusivo a los CEIDA, quienes, a través de las Jefaturas Territoriales de Renovación Pedagógica contarán con la colaboración, si fuere necesario, del resto de los Servicios de Apoyo, en la planificación y la aplicación de actuaciones conjuntas que ayuden a los Centros Escolares en la implantación y desarrollo de esta línea transversal.

Las funciones desempeñadas por los CEIDA en el momento de aprobar el presente Programa se desarrollan en torno a tres líneas prioritarias de actuación, que implican tareas a dos niveles: el ámbito de la Comunidad Autónoma del País Vasco y el ámbito zonal de cada CEIDA. Las líneas prioritarias son:

– Información/comunicación y sensibilización dirigida a todos los centros y a toda la comunidad educativa.

– Integración de la Educación Ambiental en el currículo escolar.

– Formación del profesorado.

A continuación se expresan los objetivos y algunas de las actuaciones correspondientes a cada línea prioritaria:

Línea de información/comunicación y sensibilización.

Objetivos:

– Mejorar la red de comunicación con los centros escolares y otros centros de apoyo.

– Continuar la difusión y extender la oferta de los servicios de los CEIDA: asesoría, publicaciones, recursos, cursos de formación,...

– Ampliar la dotación de los centros de recursos.

– Impulsar la sensibilización de todos los estamentos de la comunidad educativa.

Actuaciones:

– Publicación y envío gratuito del Boletín IHITZA a todos los centros escolares, a los Servicios de Apoyo y a diversos agentes de la Educación Ambiental, con una periodicidad cuatrimestral, así como de otra serie de materiales e informaciones relacionados con la Educación Ambiental, que pretenden facilitar la incorporación de ésta al currículo.

– Colaboración con los equipamientos de Educación Ambiental dependientes de la Viceconsejería de Medio Ambiente.

– Diseño y organización de las dos campañas de sensibilización ambiental del programa AZTERTU: IBAIALDE, sobre la protección de ríos y riberas; AZTERKOSTA, sobre protección del litoral y estuarios

– Organización de Encuentros Territoriales de Educación Ambiental dirigidos al profesorado, para facilitar el intercambio de experiencias y proyectos.

– Desarrollo de los centros de documentación y recursos de los CEIDA, que cuentan con los siguientes tipos de recursos: Biblioteca, Audiovisuales, Experiencias y Proyectos de centros, Materiales curriculares, Juegos, Itinerarios.

Línea de integración de la EA en el currículo.

Objetivos:

– Animar al profesorado a llevar adelante proyectos de E.A. y colaborar en su puesta en práctica.

– Profundizar en el estudio y la elaboración de los modelos de integración de la E.A.

– Impulsar el diseño y el desarrollo de programas de Educación Ambiental en los Centros Educativos.

Actuaciones:

– Seguimiento y asesoría de los proyectos de Educación Ambiental que se desarrollen en los Centros Educativos.

– Colaboración y orientación en la elaboración de proyectos educativos y curriculares de los Centros Educativos que así lo soliciten.

– Organización de Seminarios de trabajo para elaborar modelos de integración de la Educación Ambiental en el currículo.

Línea de formación del profesorado.

Objetivo:

– Impartir los cursos y seminarios de formación ambiental propuestos por el CEIDA en los Planes de Formación de la Dirección de Renovación Pedagógica.

Actuaciones:

– Formación en centros escolares, a través de cursos en los que participan por lo menos tres cuartas partes del claustro.

– Actividades formativas de corta duración.

– Actividades formativas que implican el diseño, aplicación y evaluación de proyectos.

– Seminarios extensivos autónomos, y semiautónomos.

– Colaboración en actividades de formación del profesorado organizadas por los COP.

Necesidades detectadas y propuesta de nueva estructura.

Cada territorio histórico contará con uno o varios CEIDA, dependiendo de la población a la que tiene que atender y a las características del territorio, de acuerdo con el modelo que adopte el Departamento de Educación, Universidades e Investigación para el conjunto de los Servicios de Apoyo al sistema escolar.

En base a las necesidades detectadas, se estima pertinente una estructura para los CEIDA en los tres territorios como la que se expresa a continuación.

Álava contará con un centro desde el cual se atenderá a todo el territorio. En él se ubicará un centro de documentación y recursos, salas de reuniones y conferencias, y espacios para el trabajo de grupos. La atención a los centros escolares se efectuará desde este centro situado en Vitoria-Gasteiz, porque el 80% de la población se encuentra en esta zona. Sin embargo, se ve la necesidad de atender el norte (zona de Ayala) y el sur del territorio, mediante colaboraciones a tiempo parcial.

En Gipuzkoa se consideran necesarios dos centros, ya que en el norte del territorio se encuentra el 55% de la población; por ello, se abrirá un centro en Donostia-San Sebastián con dos personas, de manera que una de ellas asuma las tareas de dirección, y se atenderá al resto del territorio (valle del Deba, valle del Urola, y valle del Oria hasta Tolosa) desde el centro de Legazpi.

En el CEIDA de Donostia-San Sebastián se ubicará el centro de documentación y recursos principal. En ambos centros habrá espacios para el desarrollo de cursos, conferencias, y trabajo en grupos. En el centro de Legazpi, debido a su ubicación en una zona rural y a la posibilidad de utilización del albergue anexo a este centro, se potenciarán cursos, encuentros, y actividades para el profesorado en las que se utilice el entorno e instalaciones propias.

En Bizkaia se contará con tres centros, ubicándose en Bilbao el centro de documentación y recursos, el cual contará con una mayor provisión de plazas (un colaborador/a) debido, además de al gran volumen de consultas que recibe, a que desde él se asesora a la mayor parte de la población de Bizkaia. También reunirá este centro espacios para el desarrollo de cursos, conferencias y trabajo en grupos.

En el centro de Basauri, ya que no se encuentra en el núcleo urbano y debido a su proximidad a Bilbao, se desarrollarán cursos o actividades que requieran espacios específicos como talleres de reciclaje de diversos materiales, energías alternativas, ...

En la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, debido a que esta zona protegida cuenta con un Plan de Manejo de Educación Ambiental, el centro se situará en la sede del Patronato de la Reserva, siendo la función de este CEIDA la coordinación y el desarrollo de este Plan, como experiencia piloto para su extensión al resto de los territorios. Este centro estará atendido por un técnico/a y un colaborador/a.

Propuesta de provisión de plazas,

(Véase el .PDF)

Todos los miembros del CEIDA tendrán el perfil lingüístico PL2. En cuanto a su experiencia y origen profesional se intentará que todos los niveles del sistema escolar estén representados y que se formen equipos multidisciplinares.

Los colaboradores y colaboradoras serán profesorado en régimen de comisión de servicio en funciones.

4.– Plan de investigación y experimentación.

Introducción.

La investigación en todos los campos científicos está encaminada a encontrar información que ayude a comprender mejor los datos, hechos y fenómenos que se tienen sobre ellos, esperando de los resultados aprender a actuar con mayor rigor, precisión y calidad. Las investigaciones en el campo de la educación tienden a llegar a comprender cuáles son los fenómenos que se producen en la enseñanza, para optimizar la ejecución del proceso enseñanza-aprendizaje, y deducir los mejores medios que aseguren la preparación para la vida a las personas a las que se quiere ayudar a aprender.

La investigación e innovación educativa, al igual que en la mayoría de los otros campos científicos, no es sólo obra de personas investigadoras que trabajan individualmente y aislados, sino que, en su mayoría, se llevan a cabo dentro del entorno de las comunidades educativas de los centros escolares, por aquellas personas que comparten similares inquietudes sobre métodos y técnicas pedagógicas. Son todas ellas, en su conjunto, las que posibilitan una mejora cualitativa en el proceso enseñanza-aprendizaje.

En el mundo actual, se apuesta por la educación, ya que si el proceso educativo tiene una importancia determinante en la vida del alumnado, no cabe duda de que se deben dedicar todos los esfuerzos a averiguar más acerca del proceso enseñanza-aprendizaje; para ello, no se encuentra con otra alternativa que la investigación sobre la enseñanza.

Marco legal de la investigación educativa en el País Vasco.

Las Administraciones educativas no son ajenas a los procesos educativos innovadores y es a ellas a las que les corresponde, en ejercicio de sus responsabilidades, establecer marcos normativos adecuados y poner en marcha determinados mecanismos para que las innovaciones educativas se desarrollen en condiciones favorables.

La experimentación e innovación educativa en el País Vasco se ha venido desarrollando en un doble marco normativo: el establecido por el Decreto 39/1984 de 30 de enero, que reguló la experimentación en los Centros educativos de régimen ordinario, y el establecido por el Decreto 48/1990, de 27 de febrero, derogado y sustituido por el Decreto 467/1994 de diciembre, por el que se regulan los Centros de Investigación y Experimentación del País Vasco.

Con el Decreto 39/1984 de 30 de enero, se ofrecía el marco legal adecuado a los Centros educativos, para que las experiencias que habían surgido de la inquietud pedagógica del profesorado contasen con las garantías necesarias y redundaran en la calidad de la reforma educativa emprendida anticipadamente en el año 1982. La finalidad que se planteaba a los Centros era ratificar las experiencias que venían realizando y poner en práctica nuevos métodos didácticos, planes de estudio y programas, sistemas de organización de Centros y de formación del profesorado, y en general cualquier innovación educativa que pudiera contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza en los Centros educativos del País Vasco.

En el campo de la Educación Ambiental, los Departamentos de Educación, Universidades e Investigación, y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente efectúan anualmente las correspondientes Órdenes de convocatoria de ayudas financieras para que los Centros educativos interesados puedan presentar sus solicitudes y realizar proyectos de experimentación e investigación que afecten a un Centro en su totalidad o a una parte del mismo. Según las características del proyecto de innovación educativa, los Centros educativos pueden contar con un tratamiento especial en cuanto a asistencia técnica, recursos materiales y formación del profesorado, siempre que sea necesario para el desarrollo de los mismos.

Actualmente están abiertas las siguientes líneas de ayuda:

– Proyectos de innovación curricular.

– Proyectos de introducción de la EA en los Centros escolares.

– Estancias en centros de EA extraescolar.

– Intercambios y estancias en Urdaibai.

Innovación e investigación en la línea transversal: la Educación Ambiental.

La propuesta de la Educación Ambiental como Línea Transversal al currículo, para que no se quede en una simple formulación retórica, ha de ir encontrando formas concretas para su puesta en práctica y convertirse en un foco de múltiples iniciativas innovadoras que dinamicen la actividad escolar y hagan avanzar la acción docente.

La Educación Ambiental aporta una perspectiva al currículo escolar desde donde plantear qué modelo de persona y sociedad se quiere construir y, en consecuencia, los valores-guía en los que se va a educar al alumnado para participar activamente en la resolución de situaciones-problema que se plantean individual o colectivamente. A su vez, esta Educación Ambiental constituye para los Centros educativos una propuesta de renovación teórica y práctica de la intervención educativa, lo que conlleva importantes innovaciones, no sólo a nivel metodológico sino también en los restantes elementos del currículo.

En el contexto educativo y dentro de una reflexión pedagógica, la Educación Ambiental debe estar relacionada con la realidad y la experiencia personal del alumnado, en la que se están produciendo situaciones-problema como la ambiental. Es por tanto necesario plantear y desarrollar una Educación Ambiental fundamentada en la convivencia y que suponga un cambio en las actitudes personales para poder responder a la problemática de la compleja realidad actual.

Los Centros Educativos han de acometer esta Educación Ambiental en la elaboración del PEC, del PCC y del ROF, porque ésta debe afectar a la estructura, organización y sistemas de comunicación de los mismos. La necesidad de abordar estas problemáticas desde una perspectiva holista, ha de obligar a un enfoque globalizador e interdisciplinar que considere la realidad social y física, entendida como un todo, como uno de los temas educativos eje estructurador del currículo.

La necesidad de analizar y valorar críticamente la realidad para poder intervenir en ella, plantea la necesidad de desarrollar una metodología centrada en la investigación y en la participación que comprenda:

– información y sensibilización respecto a una problemática,

– análisis de las implicaciones personales y colectivas, y concienciación ante la problemática,

– toma de postura y participación.

El alumnado construye el conocimiento en un contexto social concreto partiendo de sus ideas y en cooperación con los otros miembros de la comunidad escolar en particular. El contenido de estas situaciones-problema son contenidos curriculares porque son temas actuales, su metodología deberá estar centrada en el alumnado y deben desarrollarse dentro de las áreas curriculares, contextualizándolas y dotándolas de un valor añadido de funcionalidad donde se armonice el aprender a aprender y el aprender a vivir.

De estos planteamientos y en coherencia con las orientaciones para integrar en el currículo las Líneas Transversales, el proceso de investigación y experimentación de la Educación Ambiental deberá cubrir los siguientes campos educativos:

– La Comunidad Escolar deberá redefinir el marco ético de referencia del centro (consensuando y priorizando valores). De este marco, habrá que concretar y secuenciar las actitudes, procedimientos, conceptos, hechos y objetivos relacionados con cada valor y con las diversas problemáticas ambientales. A modo de ejemplo, la actitud de responsabilidad implica actitud autocrítica y crítica de las conductas habituales que repercuten en el medio ambiente, exigencia y esfuerzo personal en el cuidado del entorno, compromiso y actitud decidida de colaboración en la resolución de problemas ambientales, y toma de decisiones coherentes en favor del medio ambiente.

– Se ha de revisar y reflexionar, desde posturas abiertas y flexibles, la práctica educativa de cada Centro educativo: qué, cómo y para qué. Por un lado, habrá que considerar aspectos explícitos: áreas, metodología, organización, relación, normas de funcionamiento, y también otros no tan explícitos como son el clima socio-afectivo, valores y actitudes que inconscientemente se potencian en el alumnado, como los juicios de valor, premios o estímulos otorgados, expectativas y prototipos culturales..., los modelos referenciales que se presentan desde el centro, desde las familias, en el entorno.

Una de las virtudes de las Líneas Tranversales es que incitan a la comunidad educativa a reflexionar sobre la posición que mantiene respecto a los valores y actitudes que manifiesta y transmite a su alumnado, sobre aquéllos que quiere transmitir y los que propugna la sociedad. Esta reflexión va a provocar que aflore a un nivel consciente, reflejándose en el currículo de centro, todo aquello que a nivel oculto (currículo oculto) se está desarrollando en los centros educativos, que ha sido en muchos casos condicionante del tipo de educación que se imparte.

– Se ha de llegar a acuerdos relacionados con la organización y la vida del Centro, como al uso y gestión de los espacios, recursos, materiales, a la participación democrática en el Centro, a la relación y colaboración con otros Centros, instituciones, organismos y entidades comunitarias que trabajan en Educación Ambiental.

Entre las funciones que la Ley de las Escuela Pública Vasca en su artículo 31.2 asigna al Órgano Máximo de Representación (OMR) de los centros están:

– establecer las relaciones de colaboración con otros centros con fines educativos y culturales,

– promover la renovación de las instalaciones y equipo escolar así como vigilar su conservación.

El OMR, para el cumplimiento de sus funciones, puede recabar el apoyo de una comisión de gestión ambiental, integrada por representantes del profesorado, del alumnado, de padres y madres, y de asociaciones e instituciones, para planificar las actuaciones en materia ambiental y movilizar recursos para alcanzar los objetivos de EA que el centro se plantee.

– En el campo de la intervención educativa en aula se ha de avanzar, por un lado, en planteamientos metodológicos globales e interdisciplinares con proyectos innovadores y participativos que estimulen y fomenten los aprendizajes significativos del alumnado, y por otro, en la introducción de conceptos no tenidos en cuenta hasta ahora, y revisar y organizar el tratamiento de estos contenidos en las áreas del currículo.

A la hora de integrar la EA en el currículo se han seguido dos grandes tipos de modelos: los multidisciplinares y los interdisciplinares.

Los multidisciplinares conservan la organización curricular basada en las disciplinas, pero integrando la perspectiva ambiental en ellas.

Un ejemplo de modelo interdisplinar es aquél que organiza el currículo en torno a proyectos, siendo un proyecto una unidad integradora que conlleva el estudio de un problema relevante para el medio ambiente.

Los acuerdos alcanzados se deberán reflejar en los distintos documentos que orientan y organizan la actividad educativa de los Centros: PEC, PCC, ROF y en las Programaciones de aula.

Para hacer efectiva la presencia de la Educación Ambiental en el currículo del centro se puede trabajar con:

– Los Departamentos didácticos, para ver con sus responsables cómo y en qué momentos se puede trabajar con los contenidos más directamente relacionados con el medio ambiente, realizar la inclusión de estos contenidos en la programación general de las áreas correspondientes, y efectuar un seguimiento sobre la integración real en la programación.

– Los equipos docentes de ciclo, analizando las necesidades concretas de cada aula y/o grupo y las actitudes que se manifiestan para adaptar la programación general de la Educación Ambiental y ponerla en práctica para el aprendizaje de los/as alumnos/as.

– Los tutores y tutoras, para dar unidad a los valores tratados en las distintas áreas respecto a las Líneas Transversales.

– El Equipo Directivo del Centro, colaborando en la creación de un plan anual para elaborar la programación general de un ciclo/una etapa de la Educación Ambiental.

– El profesorado de los Centros, preparando recursos didácticos de la Educación Ambiental para el trabajo en aula.

– Los equipos docentes de ciclo, experimentando unidades didácticas elaboradas de aspectos de la Educación Ambiental y difundiendo sus resultados.

En aras a la integración efectiva de la Educación Ambiental en el currículo escolar es necesario asimismo proveer de materiales para dotar al profesorado de cuantos recursos precise para alcanzar el citado fin y fomentar su elaboración e intercambio entre el profesorado.

A continuación se citan algunas de las colecciones de materiales que se están editando en el momento de aprobación del presente Programa:

– Boletín trimestral IHITZA.

– Colección del Programa Internacional de Educación Ambiental.

– Colección de mateiales del proyecto «Escuela Ecológica»: carteles y folletos.

– Materiales de formación del profesorado utilizables en cursos y seminarios del Plan GARATU.

– Materiales curriculares.

– Experiencias de aula y de centro.

– Memorias de algunas actividades de Educación Ambiental subvencionadas.

– Carteles, Unidades Didácticas e informes finales de campañas de sensibilización AZTERKOSTA e IBAIALDE.

– Carteles sobre Medio Urbano.

5.– Formación continua del profesorado.

Principios estratégicos.

El plan de formación continua del profesorado en educación ambiental pretende favorecer un desarrollo profesional de las y los docentes que permita la integración de la perspectiva ambiental del currículo y del centro educativo. Tal formación deberá guiarse por los siguientes principios estratégicos y organizativos:

1.– Atención al profesorado de todas y cada una de las áreas curriculares.

La Educación Ambiental, como Línea Transversal, es responsabilidad de todo el equipo docente, aunque algunas áreas pueden tener mayor peso específico a la hora de tratar ciertos contenidos conceptuales y procedimentales.

La formación ambiental del profesorado, dado su carácter transversal, no puede considerarse independientemente de la formación general del profesorado, ni de su metodología, por lo que se debe establecer la adecuada coordinación de las diversas entidades intervinientes en al asesoramiento y la formación tanto en líneas transversales como en las diferentes áreas, asignaturas y módulos de los currículos.

2.– Respeto a la diversidad, tanto en lo referente a la conciencia ambiental como al desarrollo profesional y curricular.

La oferta formativa debe adaptarse al distinto nivel y ritmo de desarrollo de los/las docentes y de los centros en relación a su toma de conciencia sobre la problemática ambiental, su necesidad por integrarla en el currículo y en la organización del centro, su capacidad para ello, o su postura ante la innovación y el desarrollo curricular.

3.– Autonomía pedagógica de los centros y autoorganización profesional.

Tanto en la formación de centro, de grupo o individual, se impulsará primordialmente la modalidad de formación en centro, a través de proyectos que tengan como referencia la problemática del entorno, que puede ligar de forma óptima el desarrollo organizativo de la escuela y el desarrollo profesional docente, en un contexto educativo como el actual, en el que queda garantizado la autonomía de los centros educativos y el papel decisivo de los claustros en la configuración de los currículos escolares, lo cual facilitará la consolidación de trayectorias formativas coherentes y de redes de intercambio profesional.

4.– Concepción constructivista sobre la génesis y el desarrollo del conocimiento personal significativo.

La formación medioambiental ofrecida al profesorado y a los centros educativos debe contemplar las etapas mínimas que comprende todo proceso de construcción del conocimiento imprescindible para el ejercicio profesional: la indagación de las concepciones individuales acompañada de la indagación en grupo o en centro (en áreas, en seminarios, en departamentos) o entre centros; el cuestionamiento de esas concepciones mediante la confrontación de ideas y el aporte de nueva información que enriquezca el debate y que conduzca al establecimiento de hipótesis cuya validez se confronte en la práctica; la elaboración de conclusiones, el cambio de la práctica profesional y la evaluación del proceso.

5.– Formación ligada a la investigación-acción.

La formación debe realizarse en íntima conexión con la práctica docente. Se debe primar la investigación en grupo sobre la intervención realizada en el aula o la práctica docente, y la difusión de las conclusiones que de ella se deriven (materiales didácticos, resultados de experiencias innovadoras,...). Los materiales curriculares elaborados y trabajados de manera experimental por algunos grupos de profesores/as, así como la difusión de experiencias desarrolladas en algunos centros educativos, pueden favorecer la formación de otros colectivos y centros.

6.– La formación como trayectoria.

La formación ambiental del profesorado es un proceso continuo de enriquecimiento profesional, que debe dirigirse a una evolución desde las actitudes individuales a las colegiadas, de los enfoques pasivos (transmisivos) a los activos (implicativos), de una concepción dirigista de la formación (heteroformación) a una concepción más autónoma (autoformación). La trayectoria coherente supondría un proceso de educación en valores con las siguientes fases: atender al conocimiento, a la sensibilización, al compromiso, a la capacitación, y a la participación.

Objetivos.

La política de formación ambiental continua del profesorado atenderá a las cinco categorías de objetivos sobre las que trabaja toda actuación de educación ambiental global.

1.– Conocimiento.

– Desarrollar el conocimiento de las finalidades, principios y objetivos que rigen la Educación Ambiental.

– Desarrollar la comprensión del medio ambiente y sus problemas bajo una perspectiva holista, desde el entorno más próximo hasta el ámbito planetario.

– Desarrollar el conocimiento de los diferentes recursos ambientales desde el punto de vista didáctico.

2.– Sensibilización.

– Desarrollar la conciencia, sensibilización y preocupación por el medio ambiente y sus problemas, para colaborar en su prevención y en las posibles soluciones.

– Desarrollar interés por la implicación de los centros educativos en su entorno social, natural y cultural.

3.– Compromiso.

– Desarrollar una ética asentada en una nueva relación del ser humano con el medio, en base a unos valores mejor adaptados a una adecuada gestión de los recursos y a la responsabilidad ante las generaciones futuras (valores de solidaridad, tolerancia, cooperación,...).

– Desarrollar el compromiso con el medio mediante y el pensamiento crítico e innovador.

– Desarrollar un compromiso en defensa y protección del medio en el ámbito docente.

4.– Capacitación.

– Desarrollar la capacidad de planificar y llevar a cabo enfoques interdisciplinares adecuados al tratamiento de los problemas ambientales.

– Desarrollar la capacidad de adoptar decisiones sobre la selección y formulación de problemas ambientales, así como la elección de estrategias metodológicas adecuadas para abordarlos.

– Desarrollar la capacidad de integrar conocimientos, aptitudes, valores, actitudes y comportamientos en relación al medio ambiente (objetivo común a las cinco categorías).

– Desarrollar la capacidad de evaluación sistemática de la propia acción educativa, así como de los proyectos y programas de educación ambiental.

– Desarrollar la capacidad de analizar las repercusiones ambientales de la actividad escolar.

5.– Participación.

– Desarrollar el aprovechamiento didáctico de los diferentes tipos de recursos ambientales.

– Impulsar la transformación de las prácticas educativas, tanto curriculares como de gestión.

– Desarrollar, como instrumento fundamental para la autoformación y el desarrollo profesional, la reflexión individual y colectiva sobre la práctica docente.

– Desarrollar la elaboración de materiales y la participación en proyectos medioambientales, mediante el fomento del trabajo en equipo y la cooperación.

– Desarrollar la adaptación, experimentación, evaluación e intercambio de materiales y proyectos medioambientales entre el profesorado.

– Desarrollar la participación en defensa y protección del medio ambiente en el ámbito educativo.

Premisas para la selección de contenidos.

La problemática ambiental abordada a través de la formación continua del profesorado tenderá a una superación de:

– Concepciones reduccionistas del medio ambiente; así, éste no se presentará sólo como medio natural, sino también como medio social, económico, tecnológico y cultural.

– Concepciones mecanicistas del mundo o reduccionismos cientistas, pues la educación ambiental no es sólo ilustración o información, sino también construcción social de valores que conducen a un compromiso y a una intervención en favor del medio.

– Una visión del personal docente como mero didacta, por lo que se introducirán contenidos que superen el ámbito curricular o de aula, para abordar los aspectos organizativos.

– Un aislamiento del centro educativo respecto de su entorno; en este sentido, se trabajará para capacitar al profesorado en la permeabilización del centro a la comunidad a través de contenidos extra o periescolares.

– Una interpretación del medio ambiente como algo desligado de la acción humana; para ello, se abordarán los contenidos ambientales desde la perspectiva de la interacción ser humano-medio: la influencia de la actividad económica y del modelo de desarrollo en la situación ambiental, repercusiones ambientales de las prácticas escolares, importancia de la implicación personal en la solución a los problemas ambientales del entorno próximo y del medio en general.

– Un tratamiento parcializado de las líneas transversales. Se buscará una coherencia y coordinación entre la formación ambiental del profesorado y la relativa a otras líneas transversales, especialmente con la educación para el desarrollo, por estar íntimamente ligada a la educación ambiental en la literatura y en los acuerdos internacional sobre el tema.

Detección de necesidades.

La oferta formativa en educación ambiental responderá a las necesidades detectadas a todos los niveles:

– El CEIDA, en coordinación con el servicio de formación del profesorado, el servicio de educación ambiental, y el resto de los servicios de apoyo, desde su conocimiento de las necesidades y posibilidades que ofrece el sistema educativo, así como de las tendencias internacionales en Educación Ambiental.

– Los centros, a través de las demandas de formación que surjan de sus proyectos generales y, más específicamente, de los de carácter ambiental.

– Los equipos y grupos docentes, por su carácter innovador y más próximo a la investigación-acción.

– Los profesores y las profesoras individualmente.

Ámbitos de actuación.

1.– Los centros educativos (claustro o equipos intracentro).

El propio carácter de la educación ambiental, ligada a la comunidad, confirma la primacía del centro educativo como lugar idóneo para la formación ambiental del profesorado. Es imprescindible favorecer, desde la formación, la coherencia entre un compromiso de los centros con su entorno, una gestión ambientalmente correcta de la institución escolar y una efectiva integración curricular de la perspectiva ambiental.

En los centros de mayor trayectoria en el campo de la educación ambiental y donde el claustro en su conjunto demuestre una implicación en la ambientalización del currículo y de la escuela, se impulsarán, con carácter experimental, programas de formación ambiental al conjunto de la comunidad educativa, con el objetivo de que el centro educativo como tal se convierta en agente ambientalizador del propio entorno y de su comunidad.

2.– Los grupos de docentes.

Se tenderá a fomentar el trabajo en equipo y el intercambio de experiencias de las personas más motivadas y experimentadas en el campo de la educación ambiental, de cara a implementar innovaciones curriculares u organizativas y a desarrollar materiales experimentales.

3.– Los profesores y profesoras individualmente.

La formación ambiental a docentes individuales irá dirigida, prioritariamente, a su progresiva consolidación como grupo de experimentación y, sobre todo, a dotarles de capacitación para configurarse como núcleos que impulsen dinámicas de centro que posibiliten el avance en el diseño y puesta en práctica de proyectos de educación ambiental en sus centros.

También se atenderán necesidades formativas individuales derivadas del desarrollo de proyectos de centro.

4.– Los asesores y asesoras de los servicios de apoyo

La formación de asesores y asesoras es muy importante ya que en el desempeño de sus funciones de asesoría a los centros deben integrar la dimensión transversal.

Vías institucionales para proveer la formación.

Independientemente de la autoformación de cada docente y de cada centro en su práctica cotidiana, se prevé un entramado institucional que responda a las necesidades de éstos:

– El CEIDA, en sus propios locales, para el conjunto de actuaciones dirigidas a grupos de docentes de procedencias heterogéneas. Desde el CEIDA, se favorecerá también el desarrollo profesional del profesorado y las necesidades de información de los centros a través de sus servicios de documentación (mediatecas).

– El CEIDA, a través de la asesoría en centro, para aquellos procesos formativos donde participan claustros, departamentos o seminarios completos, o atienden a dinámicas generales de centro.

– Los servicios de apoyo zonales (COP), en coordinación con el CEIDA, en su trabajo de asesoramiento integral a los centros en todos los ámbitos curriculares y en la integración de las líneas transversales.

– Entidades externas (universidad,...), para aquéllas actividades de interés general que no puedan ser abordadas directamente desde los propios servicios de apoyo al sistema educativo. La labor de estas entidades externas se someterá a la planificación general y seguimiento del CEIDA.

– Instituciones formativas que, en desarrollo de sus propios planes, consigan conectar con el interés de profesores y profesoras a título individual.

– La cooperación entre centros. Resulta fundamental potenciar el intercambio de experiencias y materiales entre centros y entre docentes como vía de mejora continua de los mismos a partir de la investigación-acción y de un modelo cooperativo del desarrollo.

Modalidades de formación.

La enumeración de modalidades de formación que se hace a continuación quedará condicionada a las prioridades que establezca la Dirección de Renovación Pedagógica.

– Procesos de formación que se desarrollan en los centros educativos. El centro educativo se convierte en el lugar prioritario de formación, pues aquí se encuentran las vías de discusión, análisis y actuación coordinada.

Este tipo de formación se basa en la colaboración entre iguales con una asesoría externa del CEIDA.

La efectividad de una formación en centro requiere un ambiente donde prime la colaboración, un equipo docente que comparta un mismo proyecto, una clara definición de la problemática sobre la que se quiere avanzar a través del proceso formativo y una metodología basada en la reflexión deliberativa y en la investigación-acción.

Dentro de la formación en centro cabrán actividades de muy diferente nivel: seminarios de innovación de un seminario o departamento, o interdepartamentales; proyectos de educación ambiental desarrollados con asesoramiento; grupos de innovación autónomos; cursos básicos de educación ambiental recibidos por todo el claustro;...

La planificación de la oferta formativa desarrollada por los CEIDA irá progresivamente ligada a la atención de las demandas formativas de los centros.

– Seminarios extensivos autónomos. Se trata de grupos docentes de un mismo centro o de diferentes centros que desarrollan un proceso de autoformación colegiada, tendente al desarrollo curricular o a la innovación educativa.

La labor del CEIDA se centrará en posibilitar el intercambio de experiencias y el mutuo enriquecimiento de los grupos existentes, así como la difusión de las conclusiones de los mismos entre el resto del profesorado a través de encuentros periódicos, del boletín Ihitza o de la publicación específica de algunos de los materiales generados. El objetivo será formar una red consolidada de grupos de trabajo punteros en el desarrollo de la Educación Ambiental.

– Seminarios extensivos semiautónomos. Se trata de grupos de reflexión de carácter menos autónomo que los anteriores, aunque formados a iniciativa propia, que cuentan con un asesoramiento periódico y un seguimiento por parte del CEIDA o de otra entidad formadora.

Se promoverá la progresiva autonomía de estos grupos y su consolidación como grupos estables.

– Cursos de larga duración. La Educación Ambiental, como línea transversal al currículo, estará presente en los cursos de larga duración del plan GARATU tendentes a la especialización y a la cualificación del profesorado. La coordinación general de la integración de la perspectiva ambiental en estos cursos será ejercida por el CEIDA.

Por otra parte, periódicamente se convocarán cursos de cualificación en transversalidad o en educación ambiental en cuya planificación, organización, impartición y evaluación participará el CEIDA.

– Actividades formativas de corta duración. El plan GARATU seguirá realizando anualmente una oferta de actividades de formación ambiental que atienda a la variedad de intereses del profesorado y que incluya, al menos:

. Seminarios extensivos, tendentes a su conversión en seminarios estables y autónomos.

. Actividades formativas ligadas a campañas de sensibilización ambiental del Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente.

. Cursos cortos, que incluirán frecuentemente una fase práctica.

. Cursos ligados a proyectos de educación ambiental desarrollados en los centros.

. Encuentros. La organización de este tipo de actividades tendrá el objetivo principal de facilitar el intercambio de experiencias y de materiales entre centros escolares o entre docentes.

6.– Sensibilización y concienciación.

Los equipamientos de educación ambiental extraescolar.

Los equipamientos de educación ambiental extraescolar constituyen lugares privilegiados para la sensibilización ambiental del alumnado, puesto que proporcionan nuevos modelos educativos al crear espacios de aprendizaje novedosos, con metodologías de trabajo práctico, desarrolladas en contacto directo con los objetos de estudio, con otras formas de organización temporal de los periodos de aprendizaje y con diversidad de programas.

El Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente establecerá convocatorias de subvención que faciliten las estancias de grupos de alumnos y alumnas a dichos equipamientos. La política de subvención favorecerá:

– La progresiva conexión de las estancias en los equipamientos de educación ambiental extraescolar a proyectos curriculares de centro y a programaciones de aula, más que a programas cerrados de los propios equipamientos sin conexión con la línea de educación ambiental de cada centro educativo o de cada docente.

– El apoyo a aquellos equipamientos que asuman las condiciones de homologación y reconocimiento que vaya determinando el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente (dotación, titulación, y formación continua; condiciones físicas y dotaciones de los equipamientos; proyecto educativo y planes organizativo y de gestión; etc.).

Acceso de los centros educativos a los programas generales de sensibilización y concienciación.

El CEIDA diseñará y desarrollará estrategias para incorporar a la comunidad educativa en su conjunto, y muy especialmente al alumnado de los centros, a las campañas, jornadas o programas de sensibilización, concienciación y participación medioambiental impulsados desde el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente para el conjunto de la sociedad: campañas ligadas a la protección y defensa de los diferentes ecosistemas (costero, fluvial, urbano, de montaña, etc); jornadas relativas a días emblemáticos (del árbol, del medio ambiente, de la naturaleza,...); actuaciones de fomento del voluntariado (campañas de limpieza, fomento de las agrupaciones naturalísticas,...); visita a exposiciones o salidas guiadas o autoguiadas por entornos de interés didáctico; etc.

Implicación de la comunidad en las campañas escolares.

El Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente establecerá los cauces para que las campañas de sensibilización originadas directamente desde el CEIDA en el sistema educativo en relación al proyecto de «Escuela ecológica» se abran a las comunidades y entornos donde se ubican los centros escolares, así como para que el conjunto de las administraciones con competencias en el sistema educativo (Departamento de Educación, Universidades e Investigación, ayuntamientos,...) favorezcan desde su ámbito de gestión, la ambientalización de los centros.

Movilidad del alumnado e intercambios.

Las administraciones educativa y ambiental favorecerán la movilidad del alumnado vasco por espacios de especial interés ambiental, tanto de Euskal Herria como del resto de Europa (espacios protegidos, reservas de la biosfera, áreas degradadas, zonas en proceso de recuperación, ejemplos de gestión de residuos, o de aguas,....) Para ello:

Desde el Departamento de Educación, Universidades e Investigación se potenciará la ambientalización de los programas propios, estatales o europeos de intercambios escolares.

Desde el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente se favorecerá la integración de los centros educativos vascos con una clara trayectoria de trabajo en educación ambiental, con otros centros con niveles de compromiso similares. Para ello se promoverán programas de intercambios, viajes o conexiones estables (red informática, correo entre centros,...) entre centros vascos, así como entre éstos y otros centros europeos.

El CEIDA asesorará a los centros educativos en el diseño de estrategias para incluir la perspectiva ambiental en las salidas de alumnado previstas en su proyecto curricular de centro.

7.– Reconocimiento al profesorado.

En general, el tipo de reconocimiento a la participación del profesorado en actividades de investigación y experimentación, de formación, y de sensibilización y concienciación, quedará explicitado en la correspondiente convocatoria.

Investigación y experimentación.

Aquellos proyectos medioambientales acogidos a convocatorias generales del Departamento de Educación, Universidades e Investigación para el fomento de la innovación y experimentación educativas, de la formación en centros, y de la consolidación de seminarios o grupos autónomos de trabajo estable, seguirán contando con la correspondiente certificación de la Dirección de Renovación Pedagógica, donde se especificará el carácter de la intervención llevada a cabo (tutorización, coordinación, participación,...), en los casos en que el proyecto sea valorado positivamente.

La participación y la coordinación de proyectos acogidos a programas específicos de educación ambiental convocados conjuntamente por los dos Departamentos y evaluados positivamente por el CEIDA, seguirán siendo certificadas conjuntamente por la Dirección de Renovación Pedagógica y por la Dirección de Recursos Ambientales.

Ambas certificaciones tendrán la misma puntuación en los baremos que regulen los procesos de selección y provisión de personal docente, y de admisión en la oferta de formación continua del Departamento de Educación, Universidades e Investigación.

En los materiales de Educación Ambiental surgidos del trabajo en equipo de seminarios o grupos de profesores y profesoras y que posteriormente sean editados bien por el Departamento de Educación, Universidades e Investigación, por el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, o coeditados por ambos, se citará la autoría.

Formación del profesorado.

La participación en cursos, seminarios guiados, jornadas, congresos, encuentros, etc. de carácter ambiental, convocados a través de la convocatoria general de formación continua del profesorado del Departamento de Educación, Universidades e Investigación (GARATU), continuará acreditándose a través del correspondiente certificado de la Dirección de Renovación Pedagógica, en el caso de las actividades impartidas por el CEIDA, los COP, el IDC u otro servicio de apoyo del propio Departamento, o mediante la certificación conjunta de la Dirección de Renovación Pedagógica y de la dirección o la secretaría de la entidad impartidora, en el caso de las actividades asesoradas por el CEIDA e impartidas por entidades externas contratadas por el Departamento de Educación, Universidades e Investigación o que han suscrito el correspondiente convenio de colaboración al efecto. Todas estas certificaciones quedarán condicionadas a la valoración positiva de la participación por parte de la entidad o persona impartidora, y especificarán las horas de formación recibidas.

La Dirección de Renovación Pedagógica certificará la docencia de actividades de formación ambiental del plan GARATU a los impartidores e impartidoras excepto a los/las que perteneciendo a los servicios de apoyo o a la inspección técnica del propio Departamento la realicen en ejercicio de sus funciones, en el caso de actividades impartidas directamente por alguno de los servicios de apoyo del Departamento de Educación, Universidades e Investigación o por éste.

En el caso de actividades de formación ambiental del plan GARATU realizadas mediante contrato o convenio con una entidad externa al Departamento de Educación, Universidades e Investigación, la certificación a las personas impartidoras será realizada, en su caso, por la propia entidad, mediante un procedimiento acorde con sus propias normas.

Sensibilización y concienciación.

La participación del profesorado en estancias en centros de educación ambiental extraescolar podrá ser certificada por los propios equipamientos visitados mediante fórmulas acordadas entre éstos y el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente. El nivel de homologación y reconocimiento de dichos centros por parte de esta administración determinará la validez que éstas otorgarán a las certificaciones en cada caso.

El profesorado participante en las campañas de sensibilización ambiental que el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente pueda dirigir al mundo educativo, no recibirá certificación específica alguna, aunque sí aquélla derivada de su participación en actividades de formación continua o en proyectos de centro asociados a las campañas.

8.– Calendario de desarrollo y planes anuales.

El Programa de Educación Ambiental se desarrollará a lo largo de cuatro cursos escolares a partir del curso 1997-98, el Departamento de Educación, Universidades e Investigación y el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente aprobarán anualmente el Plan correspondiente a ese curso escolar a partir de una propuesta de la Comisión Bilateral.

Las fuentes de información para la elaboración de las propuestas de Planes Anuales serán las necesidades del profesorado, de los centros educativos, de los servicios dependientes de los dos Departamentos y de los CEIDA.

La coordinación y desarrollo del Programa le corresponde a los CEIDA, pudiendo contar con los asesoramientos técnicos de los servicios de los dos Departamentos.

Ambos Departamentos proporcionarán los medios necesarios para la realización de la evaluación de los Planes Anuales y del Programa.

Los Planes Anuales de Educación Ambiental se difundirán entre el profesorado y los centros educativos para su conocimiento y aplicación.

Como anexo al presente texto, se presenta el Plan Anual correspondiente al curso 1997-98, primero de los que se desarrollan en el marco del presente Programa.

9.– Valoración del coste y de las aportaciones de cada uno de los departamentos para el desarrollo del programa.

Aspectos generales.

En paralelo al proceso de ejecución, diseño, seguimiento y evaluación de los planes anuales en los que se desarrollará el presente Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario, los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación establecerán las vías para su financiación a través de los presupuestos de cada ejercicio.

Corresponderá al Departamento de Educación, Universidades e Investigación la asunción de los siguientes gastos:

– Retribuciones del personal adscrito a los CEIDA.

– Honorarios a los-as ponentes externos que participen en los cursos de formación continua del profesorado incluidos en los planes anuales a través del programa GARATU.

– Ayudas a proyectos de innovación de carácter general o que aborden más de una línea transversal.

– Publicaciones.

– Encuentros interautonómicos de Educación Ambiental entre las diferentes Consejerías de Educación con competencias.

Por su parte, el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente costeará los siguientes aspectos:

– Adquisición, equipamiento y mantenimiento de los instalaciones de los CEIDA.

– Gastos corrientes y de funcionamiento de los CEIDA.

– Política de publicaciones de educación ambiental.

– Campañas de concienciación y sensibilización.

– Gestión de los centros de educación ambiental extraescolar propios (Centro de Interpretación Ambiental de Peñas Negras, Museo medioambiental / Ingurugiro etxea de Azpeitia y cualquier otro que pueda crearse en el futuro).

– Subvenciones a proyectos que desarrollen la perspectiva ambiental en los centros y a las estancias del alumnado en centros de educación ambiental extraescolar.

– Estudios de educación ambiental escolar.

Presupuestos del plan anual 1997-98.

En el cuadro inferior se indican las previsiones presupuestarias para el desarrollo del plan anual 1997-98 de educación ambiental en el sistema educativo no universitario:

(Véase el .PDF)

Perspectiva de futuro.

Los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación se comprometen a ajustar la evolución del gasto en los próximos cursos a incrementos sostenidos no inferiores al IPC ni al incremento de la capacidad de gasto que se asigne a dichos Departamentos en los correspondientes presupuestos anuales.

Aparte de los gastos constantes a los que se refieren los puntos anteriores, durante el trienio 1997-1998-1999, se prevé una inversión extraordinaria, con cargo al Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, para reformar la totalidad de los espacios expositivos del museo medioambiental de Azpeitia, estimada en no menos de 60.000.000 PTA.

10.– Seguimiento y evaluación.

Consideraciones generales.

Este Programa de Educación Ambiental se ofrece como un marco de actuaciones que se irán explicitando en los sucesivos planes anuales, los cuales, a su vez, se adecuarán a los diversos contextos que vayan surgiendo.

El carácter abierto del Programa exige que la evaluación juegue un papel central en su funcionamiento.

La evaluación del Programa de Educación Ambiental tiene como propósito obtener datos que, una vez analizados y sistematizados, permitan dar una información a los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación, así como al CEIDA, para la reflexión y toma de decisiones en aras a la mejora de las actuaciones o de la puesta en marcha de nuevas iniciativas para ir avanzando hacia la consecución de los objetivos perseguidos.

Así, es preciso ir recogiendo de manera sistemática evidencias respecto al desarrollo del Programa, de modo que en un momento dado se pueda emitir un juicio fundamentado sobre la validez del Programa, su funcionamiento y su efectividad.

La evaluación será más cualitativa que cuantitativa, puesto que es imprescindible que considere los condicionamientos del contexto así como la comprensión del propio proceso de diseño y desarrollo del Programa.

Criterios de evaluación.

Aunque la evaluación, por su carácter emergente, es difícilmente planificable hasta los últimos extremos, serán objeto de evaluación el diseño y el desarrollo e impacto del Programa.

La evaluación del diseño se realizará en base a los siguientes criterios:

– su interés innovador,

– su adecuación a las necesidades de integración de la Educación Ambiental en los centros escolares,

– la coherencia entre sus objetivos y los recursos disponibles y las actuaciones previstas,

– su flexibilidad y

– su viabilidad.

Para la evaluación del desarrollo e impacto del Programa se utilizarán, entre otros, los siguientes criterios:

A) Referidos al Plan de investigación y experimentación:

– desarrollo de las experiencias, proyectos y planes de integración de la EA en los centros educativos, tanto a nivel curricular como organizativo,

– nivel de integración de la EA en los documentos básicos de los centros (PEC, PCC, ROF y PA),

– apoyo institucional a la integración de la EA en el ámbito escolar (financiación, asesoramiento, difusión de experiencias generalizables,...).

B) Referidos a la formación continua del profesorado.

– grado de difusión de los principios y objetivos de la EA, desarrollo del conocimiento sobre la problemática ambiental,

– conocimiento de las interrelaciones entre los fenómenos naturales y los sociales a escala local y global,

– nivel de conocimiento de los diferentes recursos didácticos para favorecer la participación en la defensa del medio ambiente,

– incidencia de la sensibilización ambiental del profesorado en su práctica docente.

C) Referidos a la sensibilización y concienciación.

– implicación de los centros escolares en campañas, jornadas o programas de sensibilización, concienciación y participación medioambiental,

– participación de los centros educativos en programas de intercambios escolares que favorezcan el trabajo en el campo de la EA.

D) Referidos a los cambios inducidos por el desarrollo de este Programa en las y los agentes de la vida interna y externa de los centros escolares.

– correcta utilización de los recursos,

– grado de desarrollo de actitudes positivas hacia el entorno,

– participación activa en la mejora ambiental,

– análisis crítico y objetivo de la gestión ambiental,

– voluntad y decisión para evitar impactos negativos sobre el medio ambiente.

E) Referidos a los recursos movilizados para el desarrollo del Programa.

– cantidad, calidad, adecuación y efectividad.

Proceso evaluativo.

Los instrumentos que se emplearán para la recogida de información serán distintos dependiendo de los contenidos a los que se dirija. Para cada uno de éstos se utilizará más de un método, de modo que haga posible conseguir informaciones complementarias y así obtener una visión más aproximada sobre el objeto de investigación.

En el proceso de evaluación participarán los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación así como el CEIDA y el profesorado de los centros escolares. No obstante, en ciertos momentos se requerirá la contribución de una evaluación externa que complete la información necesaria para la toma de decisiones.

En lo que respecta a los momentos de la evaluación se realizará:

– Una evaluación inicial o diagnóstica, en la que además del diseño del Programa se analizará el estado de implantación de la EA en el sistema escolar.

– Una evaluación procesual que se efectuará ininterrumpidamente durante el desarrollo del Programa, de manera que pueda alimentar posibles reorientaciones de algunas actuaciones durante el desarrollo de cada Plan Anual así como a la hora de diseñar los sucesivos Planes Anuales.

– En el plazo de cuatro cursos a partir de la implantación del presente Programa (1997-98) por parte de los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación una evaluación final crítica, de carácter global, que sirva de diagnóstico para el diseño de un nuevo Programa que redefina los objetivos, actividades, recursos y estructura requeridos según el nivel de desarrollo logrado.

11.– Modificaciones normativas para el mejor desarrollo del programa de educación ambiental en el sistema educativo no universitario.

La puesta en marcha del presente Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario aconseja una adaptación de la diferente normativa actualmente en vigor en relación a los CEIDA, con el objetivo de que la misma se adecúe a:

– La Orden de 26 de junio de 1996, del Consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente y del Consejero de Educación, Universidades e Investigación, por la que se regula el desarrollo de la educación ambiental en el sistema educativo no universitario a través de los CEIDA.

– El presente Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario.

La adaptación y unificación de la normativa actualmente vigente se realizará a través de Decretos y/u Órdenes conjuntas con las finalidades que se expresan a continuación:

– Creación de los CEIDA, derogando los Decretos actualmente en vigor, y establecimiento de una estructura de CEIDA consistente en un Centro por cada territorio histórico, con diferentes extensiones:

– Álava: Vitoria-Gasteiz, Ayala, Rioja.

– Bizkaia: Bilbao, Urdaibai y, en su caso, Basauri.

– Gipuzkoa: Donostia-San Sebastián y Legazpi.

– Definición del procedimiento de provisión de plazas de acuerdo a la Ley de cuerpos docentes.

– Concreción de la dependencia orgánica y funcional de los CEIDA, sus funciones y el dimensionamiento de cada uno de ellos, de acuerdo a lo previsto en el apartado 3 del presente Programa de Educación Ambiental en el sistema educativo no universitario.

Con posterioridad a la publicación de la normativa básica y de acuerdo a lo definido en las correspondientes relaciones de puestos de trabajo, el Departamento Educación, Universidades e Investigación, procederá a la provisión de las plazas, mediante un procedimiento en cuya resolución coparticipe el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente.

12.– Comisión bilateral para el seguimiento del programa de educación ambiental en el sistema educativo no universitario.

De acuerdo al artículo tercero de la Orden de 26 de junio de 1996, de los Consejeros de Educación, Universidades e Investigación, y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, que da origen al presente Programa de educación ambiental en el sistema educativo no universitario, la comisión bilateral redactora del mismo es la encargada de su seguimiento.

Dicha comisión bilateral está compuesta por los siguientes miembros:

– Director-a de Renovación Pedagógica o persona en quien delegue.

– Director-a de Recursos Ambientales o persona en quien delegue.

– Dos (2) miembros de la plantilla de los CEIDA.

La comisión bilateral, de cara al correcto seguimiento del Programa y de los correspondientes planes anuales en que éste se desarrollará, asumirá las siguientes funciones:

PROGRAMACIÓN

– Supervisar y valorar las propuestas de actividades y programas que se propongan incluir en los planes anuales desde los CEIDA, desde el servicio de formación ambiental o desde la Direccción de Renovación Pedagógica.

– Diseñar y proponer los sucesivos planes anuales, con nueve meses de antelación respecto a su fecha de implantación al inicio del curso escolar (septiembre).

SEGUIMIENTO DEL PRESUPUESTO

– Realizar estimaciones desglosadas del coste presupuestario de sus propuestas.

– Adaptar sus propuestas de actuación a las disponibilidades presupuestarias.

– Realizar el seguimiento de la ejecución del gasto.

EVALUACIÓN

– Proponer los procedimientos de evaluación parciales y globales que garanticen un desarrollo coherente y progresivo del Programa de educación ambiental en el sistema educativo no universitario.

– Elevar las conclusiones de las evaluaciones a los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente y de Educación, Universidades e Investigación.

SEGUIMIENTO DE LOS CEIDA

– Realizar el seguimiento directo de las actuaciones que los CEIDA lleven a cabo en cumplimiento de lo previsto en el artículo séptimo de la Orden de 26 de junio de 1996, que les encomienda la coordinación y desarrollo de los sucesivos planes anuales diseñados por la comisión bilateral y aprobados por los Departamentos de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, y de Educación, Universidades e Investigación.

ANEXO: PLAN DE EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EL SISTEMA EDUCATIVO NO UNIVERSITARIO 1997-98

LÍNEAS PRIORITARIAS DE ACTUACIÓN

1.– Sensibilización dirigida a los centros y a toda la red educativa.

2.– Integración de la Educación Ambiental en el currículo escolar.

3.– Formación ambiental del profesorado.

1.– Sensibilización dirigida a los centros y a toda la red educativa.

– Aztertu

La defensa, cuidado y protección del medio ambiente le corresponde tanto a la ciudadanía como a las administraciones. La sensibilización sobre la situación del medio ambiente a través del análisis el estado de las costas, los estuarios y los ríos, es un punto de partida para esta concienciación ciudadana, por ello desde el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, se impulsa la realización de las campañas de sensibilización AZTERKOSTA e IBAIALDE, tanto entre la población escolar como entre la ciudadanía en general, realizando los CEIDA la coordinación de estas campañas en el ámbito escolar.

– AZTERKOSTA: Observación de los usos del litoral, de la contaminación de la aguas costeras mediante el análisis de fuentes de vertido, y de los residuos que se acumulan en el litoral, para sensibilizar sobre la protección del litoral. Realización de la sexta campaña (octubre 97) en la que se pretende que participen más de 2.000 personas y en la que se intentarán cubrir los 400 km de costa y estuarios.

Preparación de la próxima campaña Azterkosta 98 y elaboración de propuestas didácticas y curso de formación para el profesorado que participa en la misma.

– IBAIALDE: Análisis de la problemática de los ecosistemas fluviales: estado de las aguas y de los seres vivos, impactos: transformaciones de los márgenes, contaminación, etc. Preparación y puesta en marcha de la tercera campaña de sensibilización ambiental sobre los ríos (Primavera de 1998), implicando a los centros escolares en su conocimiento y en actividades encaminadas a una gestión adecuada de los cursos fluviales.

Presentación de materiales didácticos para la campaña así como un curso de formación para el profesorado.

– Escuela ecológica.

El centro escolar es un entorno idóneo para practicar una forma de vida respetuosa con el medio ambiente, la reflexión sobre la utilización de los recursos: papel, agua, energía; la transformaciones del entorno y de las relaciones entre las personas, pueden contribuir a que en los centros escolares se potencie el respeto al medio ambiente.

En este curso escolar se pondrá en marcha el proyecto «La Ecología a la Escuela», una experiencia piloto que coordinarán el CEIDA y los Ayuntamientos de las capitales vascas, para los centros escolares que se adhieran a la campaña.

Desde el CEIDA se continuará con la elaboración de nuevos materiales complementarios de las concreciones curriculares iniciadas, a fin de posibilitar el desarrollo de cada uno de los aspectos planteados en el cartel general y en orden a mejorar la práctica escolar.

– Encuentros territoriales.

A partir de las II Jornadas de Educación Ambiental de Euskadi, anualmente se realiza una jornada, en cada uno de los territorios, en la que se intercambian experiencias entre distintos centros escolares y equipamientos en torno a una problemática ambiental.

Organizados por los CEIDA, se celebrarán los VII Encuentros Territoriales (Primavera 1998) para intercambiar experiencias y ampliar recursos y contactos entre las personas que trabajan en Educación Ambiental.

– Equipamientos de Educación Ambiental.

Los equipamientos (granjas escuelas, centros de interpretación, museos,...) son espacios privilegiados para la sensibilización ambiental ya que proporcionan aprendizajes novedosos desarrollados en contacto directo con los objetos de estudio.

Se continuará la colaboración con los equipamientos de la Viceconsejería de Medio Ambiente:

– CENTRO DE INTERPRETACIÓN AMBIENTAL DE PEÑAS NEGRAS: dedicado a la interpretación ambiental de la antigua zona minera de Zugastieta (Bizkaia), a través de su sala de exposiciones y de la realización de itinerarios guiados para grupos escolares.

– «INGURUGIRO ETXEA»: El «Museo de los Niños» de Azpeitia, ha sido un centro dedicado a la interpretación del medio ambiente, después de 10 años de funcionamiento, se está modernizando y transformando, cambiando su nombre por el de «Ingurugiro Etxea».

Con los equipamientos de otras instituciones o privados se mantienen reuniones a las que acuden grupos y representantes de centros como Aulas de la Naturaleza, Granjas Escuela, Centros de EA, etc., para analizar la problemática común, intercambiar información y planificar estrategias conjuntas.

En el próximo curso se avanzará en la elaboración de la normativa aplicable a estos centros de cara a garantizar su oferta educativa.

– Edición de los premios de Urdaibai.

Realización de actividades de desarrollo del «Plan de Manejo para la interpretación, investigación y Educación Ambiental en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai» aprobada por el Patronato de la Reserva el 24 de enero de 1997.

La edición de los premios Urdaibai incluirá un apartado para proyectos de educación e investigación ambiental realizados en centros educativos de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

– Coordinación de la participación de los centros escolares en campañas promovidas por otras instituciones.

Los CEIDA realizarán la coordinación con Mancomunidades, Ayuntamientos, Diputaciones u otras organizaciones para la asesoría o el impulso de campañas de sensibilización y concienciación medioambiental.

2.– Integración de la educación ambiental en el currículo escolar.

– Líneas de ayuda a la investigación y experimentación de los centros escolares en materia de educación ambiental.

Concesión de subvenciones a centros escolares promovidas por el Departamento de Educación, Universidades e Investigación y el Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente, para la realización de actividades de Educación Ambiental:

– Proyectos de innovación curricular.

– Proyectos de introducción de la EA en los centros escolares: La Orden de 17 de diciembre de 1996 regula la concesión de subvenciones a centros escolares no universitarios, para el desarrollo de proyectos de introducción o refuerzo de la educación ambiental en los mismos.

– Estancias en centros de ea extraescolar: La Orden de 17 de diciembre de 1996 regula la concesión de subvenciones a centros escolares no universitarios para la estancia en centros de educación ambiental extraescolar.

– Itinerarios, intercambios o encuentros en Urdaibai, se regulan ayudas a propuestas para la realización de itinerarios, intercambios o encuentros en el ámbito de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

– Asesoría.

Los CEIDA, impulsarán la integración de la Educación Ambiental en los currículos escolares proporcionando recursos de sus centros de documentación y asesorías personales al profesorado y a los centros escolares.

Seguimiento y asesoría de los proyectos subvencionados. La participación en la convocatoria de subvenciones para el desarrollo de proyectos de introducción o refuerzo de la Educación ambiental en los centros escolares, lleva el compromiso de formación del profesorado que previamente sea acordado con el CEIDA, a través de los cursos del Programa GARATU 97/98, o bien mediante asesoría directa en el centro escolar. El seguimiento de los proyectos se efectuará mediante una primera reunión en los CEIDA correspondientes, con el objetivo de impulsar la coordinación entre los centros de una misma zona, y al menos una visita a los centros durante el curso escolar. Al finalizar el curso 97-98 los centros escolares deben presentar una memoria del proyecto desarrollado, la evaluación del mismo y los materiales generados.

Colaboración con el profesorado responsable de las actividades complementarias extraescolares en centros, facilitando materiales y asesoría para la realización de estas actividades.

Colaboración con los centros que tienen en marcha un huerto escolar mediante ofertas de materiales didácticos, intercambio de experiencias, y coordinación con grupos de trabajo y equipamientos (Biolur, Landatur, Eskoriatzako Museoa,...)

Colaboración y orientación en la elaboración de proyectos educativos y curriculares de los centros que así lo soliciten.

– Recursos.

– Boletín Ihitza.

Desde la creación de los CEIDA el instrumento de difusión de la información ha sido el boletín IHITZA, en esta publicación se recogen informaciones sobre la problemática ambiental, y metodología para desarrollar la EA; además se intercambian experiencias de los centros escolares y se proporcionan recursos como itinerarios, juegos de simulación, novedades bibliográficas, etc. Se envía a todos los centros escolares de la Comunidad y a aquellas instituciones y agentes de la educación ambiental que lo soliciten.

En este curso escolar está prevista la publicación y envío gratuito a todos los centros escolares de los tres siguientes números del Boletín IHITZA:

IHITZA, n.º 26 (diciembre 97)

IHITZA, n.º 27 (abril 98)

IHITZA, n.º 28 (septiembre 98)

– Centros de documentación.

Los trabajos relacionados con el medio ambiente como sistema formado por elementos físicos y socio-culturales interrelacionados entre sí, deben contemplar éste desde perspectivas globales en las que deben aunarse los conocimientos de las distintas disciplinas, por ello es necesario contar con unos centros de documentación especializados no sólo en el medio ambiente sino también en las diversos métodos para la educación ambiental. Por ello una de las labores de los CEIDA ha sido la creación, y desarrollo de los centros de documentación, en los que se han recogido libros, revistas, artículos de prensa, material audiovisual, y materiales de proyectos desarrollados en centros escolares. Estos centros están al servicio del profesorado para su consulta en las salas y también se prestan para su utilización en los centros escolares.

Para este curso se continuarán desarrollando los centros de documentación, adquiriendo nuevos materiales e informatizando los fondos de videoteca y otros materiales.

También se propone la formación de una red informática vía módem que permita la conexión de los CEIDA y la Viceconsejería de Medio Ambiente.

– Unidades didácticas.

El desarrollo e implantación de la Educación Ambiental en los centros escolares puede verse favorecido en gran medida por la existencia de materiales didácticos adecuados, por ello se ha realizado un gran esfuerzo en la elaboración de unidades didácticas para todos los ciclos de la enseñanza obligatoria, recogiendo temas de especial interés o dificultad.

Se realizará la presentación, difusión, asesoría y evaluación de las unidades didácticas:

Educación infantil.

– El cuidado y respeto de los seres vivos: animales y plantas.

– Los recursos materiales.

Educación Primaria.

1.er ciclo.

– Descubrir la biodiversidad.

– Descubrimiento de la contaminación del entorno.

– Productos utilizados en la vida cotidiana. Procesos de producción, distribución y consumo.

2.º ciclo.

– Aprovechar la biodiversidad.

– La contaminación del agua.

– Las profesiones.

3.er ciclo.

– Conocer la biodiversidad.

– La contaminación urbana.

– La producción en el sector primario. Incidencia en el medio ambiente.

Educación Secundaria Obligatoria.

1.er ciclo.

– Amenazas a la biodiversidad.

– El efecto invernadero.

– La industria.

2.º ciclo.

– La biodiversidad.

– La lluvia ácida.

– Actividades económicas y medio ambiente: consumo.

– Elaboración de materiales de educación ambiental.

La elaboración de materiales que ayuden a la difusión del conocimiento de las problemáticas ambientales y de la concienciación ambiental, es una de las labores de los CEIDA, para este curso se propone la edición y difusión de folletos informativos sobre los objetivos, funciones y servicios de los CEIDA y sobre la utilización didáctica de los carteles «Escuela ecológica», «Ecosistema Litoral», y «Ecosistema fluvial»

Se elaborará un nuevo cartel sobre «Medio urbano».

Se continuará con la elaboración y difusión de cuadernillos para desarrollar el proyecto «Escuela ecológica».

– Participación de los Ceida en coordinación de actividades de Educación Ambiental

Ante la gran diversidad de entidades e instituciones que promueven actividades de educación ambiental es necesaria la coordinación y colaboración para aunar criterios, y desarrollar trabajos conjuntos de educación ambiental. Los CEIDA van a continuar participando en los siguientes proyectos:

– ACLIMA (Asociación del Cluster de empresas del medioambiente):

Coordinación y colaboración con el comité de recursos humanos junto con un-a asesor-a del IDC, para la elaboración de materiales didácticos destinados a la formación ambiental en los nuevos ciclos formativos.

– LENBUR (Naturaleza y artesanía del hierro):

Colaboración en el plan Lenbur promovido por el Ayuntamiento de Legazpi.

– OTRAS INICIATIVAS:

Colaboración con ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor) para desarrollar el programa Ecoescuelas en los centros que se adhieran al mismo.

– INSTITUCIONES INTERAUTONÓMICAS:

Participación en las reuniones de representantes educativos de Educación Ambiental de las Comunidades Autónomas con competencias educativas y el Ministerio de Educación y Cultura, para intercambiar información y aunar criterios y estrategias para la extensión y efectiva integración de la Educación Ambiental en el sistema educativo.

– COORDINACIÓN INTERNACIONAL:

Participación en un proyecto pilotado desde Portugal para la «Creación de centros educativos en las empresas del Área del Medio Ambiente», dentro de la convocatoria «Leonardo da Vinci», facilitando asesoría y materiales.

– Proyecto CERES.

Participación en los «VII Encuentros de Educación Ambiental de Europa del Sur».

3.– Formación ambiental del profesorado.

– Cursos de formación en educación ambiental recogidos en el Plan GARATU 1997/98

A continuación se indican algunos de los cursos y seminarios que se proponen para el próximo curso y que se van a ofertar a través del Plan GARATU 97-98.

– ESTUDIO DEL ECOSISTEMA FLUVIAL, curso dedicado a la campaña Ibaialde, en el que analizan la problemática de los ecosistemas fluviales, 30 horas, se realizará un curso en cada territorio.

– ECOSISTEMA URBANO, curso sobre el medio ambiente urbano, y su tratamiento didáctico, 30 horas, se realizará en Bizkaia.

– ECOSISTEMA LITORAL, curso dedicado a la campaña Azterkosta, en el que analizan la problemática de los ecosistemas costeros, 30 horas, se realizará un curso en cada territorio.

– ESCUELA ECOLÓGICA, curso de 30 horas en el que se analizan las formas de modificar el centro y la vida escolar para tener una escuela ecológica.

– SEMINARIO SOBRE ESCUELA ECOLÓGICA, continuación del curso mediante la experimentación en los centros.

– ESTRATEGIAS ESCOLARES PARA LA E.A., curso sobre las formas de trabajar la EA en los centros, con una fase práctica en la que se diseñará, aplicará y evaluarán diferentes proyectos. 40 horas, se realizará en Bizkaia.

– CURSO DE INTRODUCCIÓN A LA EA EN URDAIBAI, se realizará un análisis de la EA en un espacio protegido.

– JORNADAS DE EDUCACIÓN AMBIENTAL, se realizarán en el albergue de Legazpi, y en ellas se analizarán algunos problemas ambientales, integrando aspectos biofísicos y sociales. Dos días, en Legazpi.

– ANÁLISIS DE PROBLEMAS AMBIENTALES EN LOS CURRÍCULOS DE ESO Y ESPO, ciclo de cuatro conferencias y materiales didácticos para desarrollar estos temas. 20 horas, se desarrollarán tres cursos.

– SEMINARIO PARA EL DESARROLLO DEL CURRÍCULO DE CIENCIAS DE LA TIERRA Y MEDIO AMBIENTE, para diseñar, aplicar y evaluar materiales didácticos de dicha asignatura.

– EXPERIMENTACIÓN UNIDADES DIDÁCTICAS, experimentación y evaluación de materiales didácticos, se realizara en los tres territorios. 30 horas, tres cursos.

– SEMINARIO SOBRE LA ECOLOGÍA EN LA CIUDAD PARA LA EPA, se analizarán los problemas cotidianos en las ciudades y las alternativas de la Educación ambiental. 45 horas, Bizkaia y Álava.

– CURSO DE INTRODUCCIÓN AL HUERTO ESCOLAR, se desarrollará la organización de un huerto escolar, junto con las técnicas básicas para el cultivo de plantas, 30 horas, Gipuzkoa.

– CURSO DE INICIACIÓN A LA EA EN CENTROS, orígenes, finalidades, recursos, de la EA, y puesta en marcha de proyectos en los centros escolares. 20 horas, se desarrolla en los centros escolares que lo soliciten.

– Actividades de Formación de los CEIDA.

Se propone la formación continua de la plantilla del CEIDA mediante la participación en actividades de formación en materia medioambiental:

– Asistencia a Jornadas de formación organizadas por los servicios de apoyo del Departamento de Educación Universidades e Investigación, sobre adaptaciones curriculares, integración de las Líneas Transversales, metodología, contextualización y secuenciación de contenidos, etc.

– Organización y asistencia a cursillos para profundizar en algún aspecto relacionado con la Educación Ambiental (Transversalidad, valores, constructivismo,...) y el medio ambiente.


Análisis documental