"RETRATOS DE LA BELLE ÉPOQUE" IKER ARRUE
Idea, Dirección: Iker Arrue
Coreografía: Iker Arrue
Intérprete: Yadira Rodríguez, Verónica García Morcardó, Antonio Ayesta
Música original: Luis Miguel Cobo, Seymour Rubinstein
Iluminación: Jorge Fuentes, Isaac Lucas
Otros colaboradores: Dantzagunea, Teatros del Canal, María Carbonell, Proyecto Titoyaya, The Swatch Group Ltd., Enrique Cabrera.
Contacto: ikerarruemauleon@gmail.com / aidoproject.iker@gmail.com
Duración: 18’
TRAYECTORIA DEL COREOGRAFO/A
Formación de danza contemporánea en Madrid y Londres. Entre los coreógrafos con los que ha trabajado destacan: Chevi Muraday, Jens Bjerregaard, Pascal Touzeau, Anders Christiansen, Dominique Port , Mark Spradling, Robert Connor, Arno Schuitemaker, Russell Maliphant, Mónica Runde, Olga Cobos y Peter Mika…
Desde 2009 y con la ayuda de Gobierno Vasco desarrolla proyectos bajo la iniciativa AI DO PROJECT.
Combina su labor de intérprete con la de pedagogo tanto en España como en diversos países europeos (Dinamarca, Francia, Alemania, Austria…).
PLANTEAMIENTOS DEL PROCESO DE CREACIÓN
Siguiendo con la línea de trabajo desarrollada en las creaciones anteriores, se plantea un nuevo proyecto donde convergen danza contemporánea y aikido.
Además de los objetivos comunes al resto de las piezas (búsqueda de un lenguaje diferente y el estudio comparativo de la filosofía del aikido aplicado a la sociedad actual), “Retratos de la Belle Époque” intenta tender un puente entre diferentes disciplinas artísticas basando el trabajo en algo tan concreto como el que fuera el género pictórico más representativo de la época denominada Belle Époque (1870-1914): EL RETRATO.
El plan de trabajo se plantea de la siguiente forma:
- Periodo de aproximación al proceso creativo; entrenamiento de Aikido.
- Periodo de creación de 4 semanas en sala de ensayo.
- Preestreno al final del período de residencia.
- Una semana de residencia técnica.
- Un estreno oficial.
SINOPSIS DEL TRABAJO
‘Retratos de la Belle Époque’ ilustra de forma metafórica el nuevo individualismo del hombre moderno y su interés por la imagen que proyecta en su entorno social. El retrato fue el género pictórico más representativo de la época. Tomando como referencia la evolución de este género durante dicha época, la pieza propone una mirada sobre los complejos movimientos pictóricos de la belle époque para descifrar las claves iconográficas y psicológicas de esta época (fundamental para la construcción del espíritu moderno) e intentar tender puentes entre la historia de la pintura, la historia social y la danza contemporánea.
