Argiaren barne distantziak. Sinopsis

"Prefiero la oscuridad a andar perdida por los infiernos de la luz" escribió una vez María Zambrano y esas mismas palabras son las que ha utilizado Imanol Irigoien en el preámbulo de su ensayo poético.

Irigoien, teniendo en cuenta que también es pintor, sabe que el destino del ser humano es vivir en la oscuridad, pero que lo que nos hace más humanos es ese intento de buscar la luz. Lo que nos hace más humanos es creer sin resignación que la luz que vemos es nuestro verdadero infierno, y que sólo lo que corresponde a la mente, lo que el ojo no puede captar convierte "la sombra de la luz en luz de sombra".

Y fruto del deseo de atrapar esa luz es este libro de poemas que ganó el premio "Lizardi" otorgado por el Gobierno Vasco en 1988, y, parafraseando a Camille Corot, en este poemario "hay poemas que aunque no haya nada en ellos, está todo". Sabemos que la esencia de las cosas siempre se nos escapa, "hasta esconderse en esa sombra morada y más larga de la muerte", de manera que la reflexión sobre la luz también se nos convierte en reflexión sobre el último sentido de la vida. Tal y como nos advierte un poema de Irigoien, "a veces los sueños suelen ser tramoyas de la muerte".